Traemos al blog el artículo del Abbé François Laisney en el que refuta la posición de Mons. Williamson en el artículo cuya traducción puede leerse en Distintas Iglesias. Nosotros hemos tomado el artículo en francés tal como aparece en Tradinews. Pero el original etá en sspxasia.com. El autor no cita a Mons.Williamson.
Sobre el tema de «La visibilidad de la Iglesia» hay artículos en el blog aquí y aquí
Un comentario al artículo es de Fray Eusebio. Artículo y comentario, los reproducimos en este post. La posición del blog está desarrollada en los dos artículos a los que nos remitimos.
[Fray Eusebio introduce el artículo de Laisney]: Como complemento de este artículo, traigo aquí lo publicado hace poco por un sitio de la FSSPX, buen ejemplo de la extrema confusión doctrinal reinante en el mundillo, “tradi”, y que esteriliza casi completamente la resistencia que puedan ofrecer al Golem conciliar:
¿Varias iglesias?
Por Abbé Francisco Laisney FSSPX – sspxasia.com
21 DE DICIEMBRE 2012
Verdaderamente, reina una gran confusión acerca de la Iglesia, y nociones peligrosas vienen expresadas, incluso entre los católicos vinculados a la Tradición.
He aquí lo que dice: “La única parte de la Iglesia visible todavía católica es aquella que es una, santa, católica, universal y apostólica. El resto no son más que diferentes tipos de podredumbre visible (o concreta). ‘
Inmediatamente, nos preguntamos: ¿La Iglesia católica es sólo “una parte de la Iglesia visible”? Y esto nos lleva a otra pregunta más fundamental: ¿Es legítimo hacer una distinción entre la Iglesia católica, la Iglesia Católica, la Iglesia de Cristo y la Iglesia visible?.
En cambio, ¿Acaso no obliga la Fe católica a afirmar la identidad entre la Iglesia de Cristo, la Iglesia católica y la Iglesia visible? ¡Sí! La Iglesia de Cristo es la Iglesia Católica, y esa Iglesia es visible!
Porque siempre se adhirió a ese dogma de fe, el Arzobispo Lefebvre rechazó siempre la posición sedevacantista que prácticamente llega a una Iglesia invisible, habiendo perdido toda relación jerárquica, puesto que habría desaparecido esa jerarquía.
Ciertamente, el autor del pasaje aludido más arriba afirma que la Iglesia Católica es reconocible por sus cuatro notas, pero sugiere que estas cuatro notas no pertenecen más que a “parte de la Iglesia visible. “Así que no duda de la primera ecuación, pero sí de la segunda.
En efecto, el peligro de tal declaración es que las fronteras de la Iglesia Católica se vuelven invisibles.
El autor piensa que afirma suficientemente la visibilidad de la Iglesia Católica al escribir: “Decir que la Iglesia Católica es visible, es decir, que la Iglesia visible es la Iglesia católica, es tan infantil como decir que todos los leones son animales, por lo que todos los animales son leones. “El error de esta frase está en no comprender adecuadamente el verdadero significado de la frase” la Iglesia Católica es visible. ” Cuando la Iglesia lo enseña – por ejemplo. Pío XII en Mystici corporis – no considera la Iglesia Católica como una especie dentro de un género (que es la relación entre los leones y animales ), como si no dijera otra cosa que el hecho de que se puede ver personas que se llaman a sí mismos católicos, como vemos otras que se llaman a sí mismos ortodoxos, anglicanos, episcopales, etc., como si iglesia visible fuera un género entre los que encontraríamos una especie llamada Iglesia Católica .
¡No! La declaración “la Iglesia Católica es visible” significa “la Iglesia de Cristo es visible, y la Iglesia Católica es ésa misma Iglesia”. En ninguna parte vemos que Pío XII, o ninguna otra autoridad en la Iglesia, enseñe que la Iglesia Católica sería una parte “de la Iglesia visible. “No, es el conjunto de esa Iglesia el que es visible, y ese todo es la Iglesia Católica! Y es DENTRO de la Iglesia Católica que encontramos una mezcla de peces buenos y malos (Mt 13:48), buena semilla y la cizaña (Mateo 13:25), el trigo y la cizaña (Mt 3:12), a apóstoles fieles y Judas.
La Iglesia Católica nunca enseñó que sólo hubiera encerrado en su seno a los 11 apóstoles fieles (parte que posee la nota de la santidad), y que Judas, miembro podrido, estaba fuera de la comunidad de los fieles.. Sí, Judas era un miembro podrido, pero estaba DENTRO de la Iglesia Católica, la única Iglesia de Cristo.
Así que, ¿ Qué es la Iglesia Conciliar ? Esta expresión fue formada primero por el card. Benelli: para poner claramente de manifiesto la novedad de las reformas introducidas por el Concilio. Pero designaba acaso con esa expresión una iglesia , separada, con su propia estructura, su propios fieles separados de la Iglesia Católica? No, en realidad no. Designa un nuevo espíritu, nuevos principios , pero no una nueva estructura o jerarquía ni fieles separados. Este espíritu pudre los miembros de la Iglesia que infecta, en la medida en que los infecta, es como un virus en el Cuerpo Místico de Cristo: algunas células están enteramente corruptas, otras sólo parcialmente infectadas, algunas menos todavía, y algunas pocas están libres del contagio. Es cierto que ese espíritu ya no es católico. Se trata de un espíritu de ruptura, un espíritu revolucionario, es el espíritu (De la Revolución) de 1789 en la Iglesia.
Pero ese espíritu no constituye una iglesia separada, la separación entre los miembros sanos y los miembros infectados no es visible, por el hecho de que algunos sólo están infectados parcialmente. Es como la separación entre el bien y el mal en la Iglesia: el límite está en el interior mismo de cada miembro, porque nadie es perfecto! Es sólo al fin del mundo que será completada, no por el juicio humano, sino por el juicio del mismo Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Esto no significa que la infección es invisible, así como miembros malos de la Iglesia son bien visibles (y los escándalos en la Iglesia no han faltado después del Concilio), así esa infección también es visible, sobre todo en aquellos que se hallan totalmente infectados: teólogos modernistas, los sacerdotes peticionarios modernistas en Austria … Vemos estos falsos principios aplicados en la práctica del ecumenismo (Asís, concelebraciones, visitas a las sinagogas, beso del Corán …)
Estos falsos principios no constituyen una iglesia separada , ni siquiera como una parte distinta inserta dentro de un todo que sería la iglesia visible .
Decir “Iglesia conciliar no es la Iglesia Católica,” si con ello queremos decir que los principios conciliares, espíritu conciliar no son principios católicos o un espíritu católico, es verdad: ése era claramente el significado de las palabras del Arzobispo Lefebvre. Pero si implica una separación entre dos partes distintas, no es consistente con la realidad, es falso y totalmente opuesto a la enseñanza de Monseñor Lefebvre.
Contra-distinguir en la Iglesia visible, una parte podrida conciliar, que “ya no es la Iglesia Católica”, y una parte católica que no comprende más que lo “lo que es una, santa, universal y apostólica iglesia” equivaldría a eliminar la estructura de la Iglesia Católica (porque el autor no duda en escribir: “la Iglesia oficial es en gran medida conciliar y no católica”), dando como consecuencia, que la parte aún católica se vería entonces privada de la estructura conferida a la Iglesia Católica por Nuestro Señor Jesús Cristo Ya no sería reconocible como la Iglesia de Cristo. Esto es profundamente peligroso para la vida de fe.de los fieles.
Es cierto que, debido a la crisis conciliar, las cuatro notas están de alguna manera oscurecidas, menos visibles en el conjunto de la Iglesia – el abandono por parte de muchos sacerdotes y religiosos de sus votos más sagrados echa una mancha en la visibilidad de la nota de la santidad, por ejemplo – y por eso, el arzobispo Lefebvre no dudó en afirmar que estas notas no son visibles más que en los fieles y sacerdotes que son fieles a la Tradición. Pero nunca dijo que la Iglesia Católica era más que esa parte sana de la Iglesia visible! Al contrario, ha aplicado a la Iglesia, a todo el conjunto de la Iglesia, lo que fue verdad de Cristo durante su Pasión: Fue apenas reconocible como el Mesías en ese momento, de acuerdo con lo que Isaías había profetizado: “objeto de desprecio y rechazado por los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, del cual ningún caso podía hecerse “(Isaías 53:3). Debido a la crisis modernista, la Iglesia pasa por su pasión, y es apenas reconocible. Está claro que, para él, la Iglesia Católica es todo el conjunto, no se reduce a una parte.
También vemos en esta falsa comprensión de la distinción entre conciliar y católica , el error doctrinal que está en la raíz de la oposición de algunos contra el obispo Fellay durante este año que se acaba. En efecto, el autor concluye que “… los jerarcas visibles son en gran parte conciliares … y no católicos”, lo que lógicamente conduce al rechazo de cualquier regularización. El dicho autor no ve la realidad del hecho de que aquellos que tienen la autoridad que Nuestro Señor Jesús Cristo dio a su Iglesia tienen en sus manos una cosa buena- porque lo que Nuestro Señor Jesucristo estableció es obviamente excelente – y que el mal uso de ella no quita su bondad intrínseca a esa autoridad, de ese orden , y por lo tanto, si el Papa quiere regularizar el lugar de la Fraternidad en ese orden, quiere algo bueno – a lo cual nadie tiene el derecho de oponerse, en la medida en que no lo haga imponiendo condiciones inaceptables y ofrezca suficientes garantías de que este orden sea sólido.
En la raíz de este error doctrinal, hay un gran desconocimiento del principio de San Agustín contra los donatistas:En la Iglesia católica la comunión con los malvados no daña a los buenos en la medida en que no consientan en su maldad. Tal error lleva a una noción cátara de una “iglesia de los puros” no infectada por la “podredumbre” conciliar, esa idea simplemente no es católica.
Kyrie eleison! Ore para que el Señor tenga misericordia de aquellos que podrían estar tentados por esas nociones, para que puedan recibir la gracia de corregirse, y volver a la noción tradicional de la Iglesia,tal como la misma Iglesia ha enseñado desde el principio, sobre todo San Cipriano contra los novacianos y San Agustín contra los donatistas, los dos autores de un libro sobre la unidad de la Iglesia .
Algunos textos de Mons. Lefebvre ilustran esta enseñanza.
“Es por eso que contamos con el apoyo de sus oraciones y su generosidad para continuar, a pesar de las dificultades, la formación sacerdotal esenciales para la vida de la Iglesia. No es la Iglesia ni el sucesor de Pedro, que nos golpeó, pero los hombres imbuidos de los errores de la iglesia liberal altos cargos en la Iglesia y utilizan su poder para deshacerse de el pasado de la Iglesia y establecer una nueva iglesia que no tiene nada Católica. “(Carta a los Amigos y Benefactores, 9 de septiembre de 1975 en fino) En otras palabras, aquellos que venció el Arzobispo Lefebvre había muchos” hombres de la Iglesia … ocupado [ing] posiciones muy altas en la Iglesia “, pero actuado en contra de la Hermandad, no como “sucesor de Pedro”, sino como “imbuida de los errores liberales”.
“La Iglesia no es ecuménico, y con mayor razón una Iglesia liberal ecuménico no es misionera. Esto es lo que he estado diciendo en mi carta al cardenal Seper, por haber pedido a los pequeños detalles de los hechos, nuestra obediencia, la sumisión al Santo Padre, y cosas por el estilo allí. Creo que tenía que tomar el asunto mucho mayor debido a que son las razones profundas y las razones que nos impiden muy alto para ser perfectamente obediente al Papa ya las Congregaciones romanas. Se trata de motivos muy importantes. Esto es una nueva orientación de la Iglesia , que ya no es una orientación católica, que no es la dirección de la Iglesia Católica. Hay una gran diferencia Iglesia misionera y la iglesia ecuménica. La Iglesia misionera es aquella que cubre la verdad, sabiendo que tiene la verdad en ella, y la puerta a otros a convertir. Su objetivo es convertir. Mientras que el ecumenismo tiene como objetivo descubrir lo que es verdad en casi errores y actualizar al error, ponga toda la verdad en el error, y por lo tanto aceptar los errores. Y eso es absolutamente inconcebible. Es la destrucción de la verdad de la Iglesia. No podemos admitir eso. Sin embargo, todas las reformas, y todo lo que nos quieren hacer aceptar la supresión del seminario, la supresión de la Compañía, por las oraciones que nos ha dado, el propósito, la intención es conseguir que aceptemos cualquier lo que el Consejo ha hecho y todo lo que se hace después de que el Consejo, es decir, esta nueva iglesia conciliar, no la Iglesia Católica. Esta nueva iglesia conciliar no es el La Iglesia Católica , por su ecumenismo. Se considera que el error con el mismo respeto que la verdad: te equivocas, tú eres tan digno como esa es la verdad. Usted es deshonesto, eres tan digno como el de la virtud. No es posible. Esta dignidad humana, que ha hecho una especie de mito ya no corresponde a la verdad. “(Spiritual Conferencia Ecône 13 de marzo 1978) Los dos pasajes destacados aquí muestran muy bien lo que Monseñor Lefebvre no oír” esta iglesia conciliar nuevo, “es precisamente” una nueva orientación de la Iglesia “, es no una estructura separada.
“Esta Iglesia conciliar … sigue caminos que no son católicos y los caminos que conducen a la apostasía simplemente … Está claro que el Vaticano, la única verdad que existe hoy en día, es la verdad conciliar c es ” el espíritu del Concilio “es el espíritu de Asís . Esa es la verdad hoy en día. Y eso que no queremos para nada, para nada! Es por eso …, y señaló que la firma presentará autoridades romanas para anular la tradición y llevar a todos en el espíritu del Concilio Vaticano II y el espíritu de Asís, se prefirió retirarse y decir que no puede , lo cual es imposible. No fue posible ponernos bajo la autoridad … en las manos de aquellos que quieren llevarnos de vuelta al espíritu del Consejo y el espíritu de Asís. No es posible. Por eso me envió una carta al Papa diciendo muy claramente: No podemos, a pesar de todas las ganas que tenemos de estar en plena unión con ustedes, porque ese espíritu reina ahora en Roma y desea comunicarse con nosotros. Preferimos seguir la tradición, manteniendo esta tradición hasta Tradición encuentra su lugar en Roma, hasta que esta tradición tiene su puesto en las autoridades romanas en el espíritu de las autoridades romanas. “(Sermón de las coronaciones 30 de junio 1988) Está claro que, en el momento más solemne de su oposición a la” iglesia conciliar “, significó el Arzobispo Lefebvre con esta frase” espíritu del Espíritu de Asís Consejo que reina … Roma … [es decir] el espíritu de las autoridades romanas “, es decir, en la mente de los hombres en la jerarquía de la Iglesia Romana, que es la Iglesia Católica.
Arzobispo Lefebvre ha sido siempre absolutamente en contra de este “espíritu” nuevo espíritu que no es católico, pero nunca separó la Iglesia en una “parte podrida que no es católica” y “Partido Católico “la reducción de la Iglesia Católica a una simple parte de la Iglesia visible.
Padre François Laisney

Este cuadro representa la Iglesia visible, compuesta de personas de toda edad, de todo sexo y de toda condición que adoran a Dios con fe, o que contemplan en una actitud plena de amor. La Iglesia es, en efecto, una sociedad que reúne “todos los fieles (…) por el lazo de una sola fe y de una sola caridad” (Vaticano I: Pastor aeternus, prólogo).
La vida de la Iglesia continúa durante la vacancia de la Santa Sede: los buenos cristianos piden humildemente a Dios que les de un nuevo papa.
Fray Eusebio comenta:
Es verdad que el P. Laisney tiene sobrados motivos para preocuparse por lo que predican sus compañeros de la FSSPX. Esas distinciones falaces entre la Iglesia de Cristo, Iglesia católica e iglesia visible carecen de fundamento, y son por lo menos escandalosas en la Fe.
Pero se equivoca cuando pretende que la posición [sedevacantista] que afirma que los jerarcas que hoy ocupan los puestos oficiales en Roma y el resto del mundo son ilegítimos, y no representan la visibilidad de la Iglesia, ya no manifiesta la visibilidad de la Iglesia. Lo mismo hubiera dicho de los buenos españoles que se levantaron en armas contra el anticristo napoleónico, porque no estaban siendo acaudillados por los oficiales del Rey. Aunque estuviesen reducidos a una situación japónica, sin sacerdotes ni perspectiva de tenerlos en un futuro previsible, seguirían representando la visibilidad de la Iglesia, mientras que todo el que reconozca legitimidad a las supuestas autoridades de la Iglesia que surgió, con pretensiones de suplantar a la Iglesia católica, con ocasión del Concilio, salen por ese mismo hecho de la Iglesia visible, por cuya causa no pueden pretender representar la visibilidad de la Iglesia Católica. Es posible que sigan siendo católicos en su fuero interno, pero en el externo y jurídico, NO SON CATÓLICOS, ni pertenecen a la Iglesia visible.
Esto es así, porque un miembro de la Iglesia visible se reconoce por tres criterios:
1. Fe íntegra, por lo que quedarían excluidos todos los seguidores de las novedades conciliares.
2. Culto apostólico. excluidos pues todo sectator de las reformas conciliares, y aquellos que mantienen, según la palabra de Benedicto XVI, que la Misa Romana y el rito de Caín tienen “igual dignidad y validez”.
3. Sujeción a los pastores legítimos, lo cual excluye por ejemplo al mismo P.Laisney, que reconoce como Papa a un evidente impostor, y lo nombra en el Canon de la Misa.
Fallar en uno de estos tres puntos, supone salir automáticamente de la Iglesia visible. Lo debería saber este Padre, francés, que tiene el ejemplo de la Iglesia Constitucional francesa, en la que una parte importante de su jerarquía firmó un juramento cismático, fallando así en el tercer punto, aunque mantuvieran los otros dos, e incluso una parte de la antigua jerarquía en sus sedes, el Papa les advirtió claramente que salían de la Iglesia, e iniciaban una iglesia cismática, que desde luego, en modo alguno puede ser, o aspirar a representar, la Iglesia Católica.
Contrariamente a lo que escribe este padre, Mons Benelli sabía perfectamente que la iglesia surgida del Concilio ya no era la Iglesia Católica, pero sabía igualmente que debían sostener que seguían siendo la misma Iglesia que antes del Concilio, lo mismo que lo hace todo buen cismático ortodoxo, anglicano, o viejo católico…
El buen padre nos sirve la clásica confusión entre los malos católicos (que siguen siendo católicos, pertenecen a la Iglesia visible, pueden ser prelados legítimos de ella, por ende representar su visibilidad, aunque en su vida personal sean unas auténticas cloacas de impureza), y los cismáticos y herejes, que NO pertenecen a la Iglesia visible, aunque por ignorancia invencible, tal vez lo sigan siendo en su fuero interno.
No juzgamos del interior de las personas, pero si alguien que se pretende católico, en sus actos externos y públicos, conculca alguno, o los tres, concluiremos que ha salido fuera de la Iglesia visible.
En cuanto a lo que decía Mons. Lefebvre, que no quería quedarse sin jerarquía, la verdad es que la FSSPX no se encuentra en mejor estado que cualquier otra de las asociaciones tradis, puesto que ellos tampoco gozan de ninguna autoridad ordinaria, ni siquiera como superior religioso, puesto que su sociedad nunca fue realmente erigida por autoridad legítima.
Como avisaban las profecías, la Iglesia NO se ha corrompido, ni enseña el mal o el error. Simplemente, la inmensa mayor parte de los que estaban dentro de su seno, o que pretenden estar, han salido fuera de sus fronteras visibles, habiéndose reducido la Iglesia visible a unas proporciones casi domésticas.
Clásica también la sofística analogía que intenta establecer entre los novacianos o donatistas, que intentaban hacer creer que uno salía de la Iglesia por cualquier pecado grave, como ofrecer incienso a los ídolos, y la postura de los católicos consecuentes, que saben que uno sí sale de ella por el delito de cisma o herejía. En otros tiempos, el P. Laisney hubiera estado entre los comisarios de la Revolución Francesa que perseguían sañudamente a los sacerdotes no-juramentados, que tanto inspiraron a un santo Cura de Ars.
Recemos por todos los falsos tradicionalistas, que en su intento de combinar defensa de la Fe y reconocimiento de unas falsas autoridades, se entregan a todo tipo de retorcimientos de la doctrina católica, con grave peligro para la fe de los fieles.
Y todo ello, para defender a Mons. Fellay, que quiere entregar la cabeza de los católicos a las manos de Herodes- Benedicto XVI.
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Tiene razón Fray Eusebio respecto al primer punto pues sería un pecado de infidelidad; uno de los pecados de infidelidad positiva por un acto de disentimiento contrario, en este caso el de herejía,que destruye la fe; no es que haya una fe informe o muerta, sino que la virtud de la fe queda destruida. Esta infidelidad es, en su género, el de máxima gravedad entre los pecados, excepto el odio a Dios.
En cuanto al punto segundo, cabe distinguir más; expresado como está en general, es aceptable; excluir de la visibilidad sin distinguir me parece caer en el vicio opuesto.
En cuanto a la tercera conclusión es una posición personal suya, puede que acertada, pero no suficientemente concluyente; me parecería una desmesura excluir de la visibilidad de la Iglesia a todos los que en los casi 40 años del cisma de occidente rezaron por cualquiera de los varios falsos papas, de buena fe. Ergo aquí puede que llevado por su celo, quiera separar la cizaña del trigo a quién no le corresponde y antes de tiempo.
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Para que pueda comprobarse que lo que apunto aquí no son simplemente posiciones personales, pondré aquí tres citas:
Una del conocido y clásico teólogo dominico P. Hugon: En «La vie spirituelle», Nº 35º pp 355-356:
«Tres principios fundamentales constituyen el CUERPO de la Iglesia:
– Un Magisterio visible, y la profesión de una misma Fe por todos los creyentes;
– Un sacerdocio visible y la comunión de todos los fieles en el mismo culto;
– Un gobierno visible y la obediencia de todos los sujetos a los mismos pastores.»
Por ello, Pío XII dice en Mystici Corporis: «Sí, ciertamente, esa piadosa Madre resplandece SIN MANCHA ALGUNA en los sacramentos con los que engendra y nutre a sus hijos, en la Fe que conserva SIEMPRE INCONTAMINADA, en las santísimas leyes con las que gobierna..»
O lo que nos dice el esquema De Ecclesia, del Concilio Vaticano I:
«Puesto que hasta el fin de este mundo, todos los mortales que llevan a cabo su viaje deberán su salvación a Cristo, la Iglesia del mismo Cristo, que es el arca única de salvación, persistirá hasta el fin del mundo inmutable e incambiada en su constitución. He aquí por qué la Iglesia de Cristo no puede decaer de sus propiedades y de sus dones, de su magisterio sagrado, de su ministerio y de su gobierno, de modo que Cristo mediante su cuerpo visible sea siempre para todos los hombres Vía, Verdad y Vida.»
Dicho ésto, recordemos lo que decía Mons. Lefebvre, el 26 de Junio 1976, a los seminaristas de Econe: «…La iglesia que afirma tales errores (ya previamente condenados, así como aberraciones litúrgicas igualmente condenadas), es a la vez cismática y herética. Esa Iglesia conciliar, por ende no es la Iglesia Católica. EN LA MEDIDA en que el (supuesto) Papa, los obispos, sacerdotes y fieles adhieren a esa nueva iglesia, SE SEPARAN de la Iglesia Católica.»
Ya nos dirá nuestro estimado Sofronio qué es lo que desea distinguir en la obligación que tienen los católicos de reconocer y reconocerse únicamente en el culto apostólico. Tal vez, le haga dificultad el que no sólo deban los católicos participar de un culto en todo católico, sino que ello implique también la obligación de rechazar públicamente un rito no católico que quiere pasar por católico. Tal es el caso de no pocos «tradis», que mendigan una Misa «en la forma extraordinaria», con la explícita condición de reconocer no sólo el Concilio, y la legitimidad de los falsos pastores evidentemente cismáticos y heréticos, sino también, la validez, licitud y catolicidad del rito montiniano, y, guinda sobre el pastel, afirmar no tener «nullam partem» con los católicos que no reconocen a la Iglesia católica en la nueva iglesia conciliar.
En cuanto al tercer punto, la sujeción a los pastores legítimos, existe la correlativa obligación, para todo católico, de negar estar en comunión con unos cismáticos y herejes palmarios.
La capciosa equivalencia intentada a base de comparar la situación actual con el gran cisma de Occidente, en el que durante 40 años, no se supo exactamente quién era el Papa legítimo, no se sostiene.
Primero, porque los dos primeros criterios se mantenían,
Segundo, porque estábamos en el caso de Papas dudosos, pero en modo alguno cismáticos o heréticos.
Tercero, porque el resto de la jerarquía de Orden y de jurisdicción seguían existiendo, incluso cuando una u otra diócesis estaba siendo disputada entre dos titulares.
Cuarto, porque todo el mundo estaba enterado de la especial situación en torno a los Papas, y todas las obediencias tenían una voluntad eficaz de poner los medios para acabar con esa trágica situación. Mientras que hoy, la casi totalidad de los fieles dizque «católicos» o bien niegan directamente que haya ningún problema respecto de esos criterios, o por lo menos, que sea siquiera posible poner en duda la legitimidad de los Pontífices conciliares. Incluso entre los que reconocen la ilegitimidad de los prelados conciliares, no pocos demuestran no tener ninguna prisa por solucionar ese estado anómalo.
Otra falacia, no se trata sólo de rezar por el Papa, sino de nombrarlo en la parte más sacrosanta de la Misa, al principio del Canon, lo que implica reconocer su legitimidad, y declararse Una Cum el «papa» y «obispos» conciliares. No se puede declarar a la vez pertenecer a la iglesia conciliar, y simultáneamente, a la Iglesia Católica.
Lo que era legítimamente dudoso en el S. XIV, no lo es en la actualidad: Unos «papas» que destruyen sistemáticamente lo construido por sus antecesores, y demuestran bien a las claras su separación de la verdadera Iglesia Romana, negándose a celebrar en su rito propio, como a principios de Noviembre, en modo alguno podrán ser nunca tenidos por legítimos.
Entiéndase bien: No estamos juzgando el comportamiento moral de nadie, sólo recordando que la pertenencia al cuerpo visible de la Iglesia se acredita mediante lazos de unión igualmente visibles y comprobables, y que si esos tres lazos manifiestamente ya no unen, por mucho que se llamen católicos los que los rechazan, demuestran por su mismo alejamiento que han salido fuera de la Iglesia visible.
No sabemos si todavía pertenecen al alma de la Iglesia, pero nosotros, que juzgamos por lo que aparece externamente, no podemos reconocerlos como católicos en el fuero externo y jurídico, que es el que hace posible hablar de visibilidad.
Yendo a lo concreto,
¿Cómo podemos reconocer como católico a quien afirma que la Iglesia del pasado se ha equivocado en sus definiciones y condenaciones, y que ha sido capaz de enseñar el mal moral oficialmente?
¿Cómo reconoceremos como católicos a los que rechazan el rito de la Iglesia a la que dicen pertenecer, pero participan con gusto en unos ritos repetidas veces condenados, y enteramente penetrados por un espíritu totalmente anticatólico?
¿Cómo reconoceremos como católicos a quienes se avergüenzan de los mejores prelados de su Iglesia, pero reconocen devotamente a quienes incurrieron en las maldiciones de ésta?
¿Qué nos une ya visiblemente con los conciliares?
Y con los que se proclaman resistentes, pero siguen, como mínimo, proclamando la legitimidad de los prelados conciliares, al menos nombrando a evidentes cismáticos y herejes en el Canon de la Misa?
Igual que los cristianos japoneses, o los recusant catholics de Inglaterra, o los non-jureurs de Francia (que los cismáticos a sueldo de la Revolución llamaban fanáticos, igualito que hoy), nosotros somos la Iglesia visible, inmaculada e incambiada en su ser, aunque pobre, pequeña, débil y pecadora en los miembros humanos y visibles que inmerecidamente la componen en nuestra gomorrítica época.
Lo de separar el trigo y la cizaña se refiere a las faltas morales, internas, sólo de Dios conocidas, mientras que de lo que aquí hablamos, es de los límites visibles y jurídicos de la Iglesia, y ahí, tenemos estricta obligación de distinguir en la medida en que nos lo permita el fuero externo.
A nadie juzgamos, pero mantenemos las fronteras del Reino Eterno de Nuestro Señor, hasta que Él se digne actuar, o volver en Gloria y Majestad. Amén.
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Lo que más me desagrada es que identifiquen a la pseudo Iglesia enferma desde su concepción en los teólogos falaces abiertos a toda herejía, contrarios a toda verdad revelada, con Cristo crucificado, pues nada tiene que ver La Crucifixión de la Víctima Santa e Inmaculada, La Verdad Absoluta, Nuestro Señor Jesucristo, proscrito y crucificado precisamente ser detractor de todo error y de las fábulas de los fariseos y falsos maestros, y ser crucificado por Sostener la Verdad al costo de la propia vida, con la enfermedad purulenta generada por el pecado de esta Gran Usurpadora reconocida en el Apocalipsis, como Gran Ramera por conculcar la verdad y adorar a la creatura en vez de al Creador, ES UNA BLASFEMIA. Ella enferma y decae precisamente por su pecado, “por que no tuvieron amór por la VERDAD y abrazar la mentira, sus doctrinas malsanas, la hacen supurar por dentro y por fuera y no por su amor a la Verdad Suma sino por su execrable pasión no solo de dejarse llevar por cualquier viento de doctrina sino de inventar cualquier doctrina con tal que se aleje de la verdadera, llamando bien al mal y al mal bien y seduciendo a todas las naciones para emanciparse de una vez por todas del Evangelio y de Nuestro Señor Jesucristo, a quien consideran solo un profeta más entre tantos, un iluminado, un non plus ultra de lo que sea pero no LA SEGUNDA PERSONA DE LA SANTISIMA TRINIDAD, DIOS MISMO QUE SE humilló a sí mismo tomando la condición de HOMBRE PARA SER EL REDENTOR DE LA HUMANIDAD. No eso no lo aceptan más, para ellos el Mesías no es esperado en vano por los judíos, porque Nuestro Señor JesuCristo para ellos ya no es el Mesías sino lo dicho antes, un ejemplo a seguir, el súmmum si se quiere, PERO NO DIOS Y HOMBRE VERDERO, o para estos infaustos doctores de la ley, no más dios que ellos…. LA UNICA IGLESIA QUE PUEDE IDENTIFICARSE CON CRISTO CRUCIFICADO A SIDO PERSEGUIDA y reducida a proporciones domésticas y se HA REFUGIADO EN EL DESIERTO con dos alas de águila LA FE Y LA ESPERANZA, PARA NO SER CONTAMINADA CON LOS ERRORES DEL DRAGON ROJO y de la BESTIA NEGRA, aparentemente ha sido destruida, humanamente ha sido crucificada en sus mejores, y hoy la vemos aparentemente sepultada pero como El que la fundó no es un Hombre sino DIOS, la veremos resurgir SIN MANCHA NI ARRUGA PARA LAS BODAS DEL CORDERO; esta, en cambio ha cabalgado para su propia vergüenza a la bestia roja que viene del abismo (Comunismo), y ha dado poder a la bestia negra (masonería) dentro de si por que aborrece como ellos La Verdad Suma que es nuestro Señor Jesucristo, pretendiéndose buena acoge a cualquier demonio como deidad, tal como hacen ellos, y enarbola los derechos del hombre contra LOS MANDAMIENTOS DE DIOS, USURPANDO Y HACIENDO USURPAR AL mismo hombre EL LUGA QUE LE CORRESPONDE SOLO A DIOS, INTENTANDO REVESITIR AL HOMBRE DE DIGNIDAD REAL, SIN QUE MEDIE LA FILIACIÓN DIVINA, “a quienes le reconocieron, y a los que creen en SU NOMBRE LES DIO LLEGAR A SER HIJOS DE DIOS”, de donde se infiere que la redención fue innecesaria, POR ELLO LA NIEGAN, hoy para ellos Cristo ha venido a darle sentido al sufrimiento del hombre, no a REDIMIRLO DEL PECADO mucho menos a salvarlo de nada más que de la opresión de los Ricos, materialismo CRASO es lo que predican ellos, encendiendo el odio que no la virtud entre los hijos de Dios; Pues consideran que un Dios que es Amor, no puede pedir tal justificación, “La Muerte en la Cruz de Nuestro Señor” es escándalo para estos tales y la dignidad del hombre, desconociendo que el hombre es indigno hasta que no es levantado de su total miseria a la dignidad de hijo De Dios, PERO SOLO CUANDO CONOCE Y ACEPTA a AQUEL QUE VINO A SALVARLO, obedece sus mandamientos y le sigue. La Única Iglesia que se identifica con nuestro Señor Crucificado es la Iglesia perseguida en estos tiempos, La que en el DESIERTO guarda la fe, y espera contra TODA ESPERANZA Aquel que es su razón de ser su razón de existir HASTA QUE VUELVA…. ¡VEN SEÑOR JESUS!
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Ayer fui a un convento de Carmelitas cercano a mi casa. Había Misa, por un momentopuse atención a lo que el sacerdote anciano decía desde el púlpito al predicar sobre el Evangelio de la Sagrada Familia, quien repitió 3 veces la siguiente premisa: «Jesús era Dios porque era hombre, y era hombre porque era Dios»
Que c…. significa eso? con pena salí del recinto,
Y lo denuncio nuevamente NO NO PUEDO CONFUNDIR A ESTOS, con la Iglesia Verdadera, Crucificada por guardar la Verdad, para SALVAR, como su Maestro, y su sufrimiento actual REPARA LAS MIL BLASFEMIAS DIARIAS, no como estos que mueren AL CORROMPERla doctrina, haciendo apostatar a quienes le siguen, aunque aparentemente triunfantes ellos tienen los templos gozan de tan buena fama, son bienvenidos por todos, y perseguidos por nadie, derrochan riqueza y bienestar por todos lados, no carecen de nada, la riqueza y estima pública, son sus valores más preciados PÉRO NO TIENEN MAS LA FE QUE SALVA.
¿Quien osa ver en ellos a Cristo Crucificado?
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