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LA ESFERA Y EL POLIEDRO


francisco 4

Quiere recordar el título del post al título de la cómica,delirante, pero emotiva novela de Chesterton, La Esfera y la Cruz que como el resto de sus obras,  abunda en paradojas y aventuras que bordean lo insólito, provocando la ensoñación del lector en más de un momento.

No es ajena, la contraposición de la Esfera y el Poliedro [en un parágrafo de la Exhortación Apostólica «Evangelii Gaudium» del «papa» Francisco] a las  aventuras que nos depara La Esfera y la Cruz, y que como ella abunda en paradojas, antítesis, contraposiciones y crípticas deducciones y enseñanzas.  En realidad en toda la carta apostólica, abundan antítesis como  «la plenitud y el límite«, «el horizonte que se nos abre y el momento» «la pared es el límite» «plenitud y espacio acotado» «la coyuntura del momento y la luz del tiempo» «el tiempo superior al espacio» [¿?] que como se sabe es «el primer principio para avanzar en la construcción de un pueblo«; expresiones todas que pueden leerse en un sólo párrafo, el 222, de la carta apostólica. Pero abundan cosas parecidas en toda ella. También la carta apostólicsa  provoca  la ensoñación [quizás el sueño a secas]

Ahora quiero hacer una hermenéutica de un sólo párrafo de ella, el párrafo  236, que es como sigue:

 El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad. Tanto la acción pastoral como la acción política procuran recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno. Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades. Aun las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos.

El párrafo 236 es uno de los párrafos que siguen al epígrafe,

«El todo es superior a la parte»

tal como se enuncia precediendo al número 234. Pero no se piense que esto es  una perogrullada dado que lo explica en 235: El todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas (Algo ajeno en verdad a las matemáticas). Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares.

Lo cual aclara en profundidad lo que parecía demasiado obvio.

Todo queda perfectamente explicado en el párrafo 235 que antecede al 236 al que nos disponemos a  aplicar el escalpelo hermenéutico:

Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia

Es evidente que hundiendo raices en la tierra fértil del propio lugar, [que además, por añadidura] es un don de Dios, las tensiones dialécticas desaparecen como por ensalmo. Ahora estamos preparados para nuestra hermenéutica que pretende extenderse en sugerir cuál sea  todo el tenor de la Exhortación Apostólica.

Hay que advertir que en toda la «Exhortación» se nos descubre un Francisco, que además de papa es poeta. Sólo con esta propensión personal, dejaremos de sorprendernos por las metáforas, a veces abruptas, que esclarecen [u oscurecen] su pensamiento. Yo diría que es poeta, pero  quizás no un buen poeta, porque su poesía no es esencial, pura y desnuda como quería el poeta premio Nobel de Palos de Moguer:

Vino, primero pura, /vestida de inocencia;/y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo/ de no sé qué ropajes;/y la fui odiando sin saberlo.

Llegó a ser una reina/ fastuosa de tesoros…/¡Qué iracundia de hiel y sin sentido!

Mas se fue desnudando/ y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica/ de su inocencia antigua.

Creí de nuevo en ella.

Digamos que la poesía de Francisco se ha detenido  en la segunda  fase del desarrollo juanramoniano. Es una poesía adolescente. Muy recargada de ropajes, cuya expresión gráfica serían los retablos de las iglesias jesuítas, cargados de angelotes, pámpanos y racimos pintados de purpurina.; que albergan santos de expresión dramática en trance de iniciar violentos movimientos. Nada que ver con la lisa y clara geometría de las catedrales góticas, con pinturas parecidas a las de Fra Angelico.

Y ya que hemos calificado de adolescente la poesía de Francisco, habrá que decir que en general la carta recuerda a las peroratas adolescentes de los «príncipes» de los colegios de jesuitas. En los años precedentes al concilio Vaticano II, se estilaba pronunciar oraciones dichas por jóvenes, que rompían con el estilo relamido de las oraciones tradicionales, abundantes en superlativos melífluos.. ¡Oh amabilísimo santo» etc.. Toda esta mística «barata» se sustituyó por oraciones escuetas, naturales hasta la eliminación de lo sobrenatural, con aristas hostiles, que rechazaban lo anterior, con rebeldía juvenil, queriendo implantar un nuevo orden de oración y de apostolado.

Yo creo que la evolución poética de Bergoglio se ha detenido en esta fase  juvenil, y lanza bergoglemas a lo largo de su carta, audaces, imaginátivos, y hasta hostiles a los católicos vulgares, envejecidos, monótonos en la recitación repetida de oraciones aprendidas en su niñez. Aquí hay que destacar  la falta, en el personaje, de piedad. Él, que incita frecuentemente a misericordiear, tiene graves fallos de piedad  en sus arremetidas  contra los católicos fieles del “interior” frente a los no católicos de la periferia. Bergoglio es incapaz de sentir piedad por la pobre viejecita que  toca con dedos trémulos los pies de un crucificado, para besarlos a continuación. La viejecita recita un padre nuestro memorizado en su infancia, pero esto no despierta en él más que los denuestos reservados a las solteronas avinagradas, cuando no “ideologizadas” en el catolicismo infantil  de su catecismo. Sí, es hiriente Bergoglio. No tiene piedad con los suyos. Pero abunda en misericordia y compasión con los de la periferia. Su carta apostólica, también abunda en proyectiles que lanza inmisericorde, pero escondiendo la mano, sin decir porqué, ni demostrar nada.

Es una poesía críptica también por que no aclara el pensamiento completo. Si habla de que el Resucitado nos salva no dice, de qué.  Bien es verdad que pudiera deducirse del párrafo primero con el que comienza el texto:

«Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento»,

en el que  el término pecado no parece tener relación con la «salvación del alma» , sino más bien con las palabras que siguen: tristeza, vacío interior, aislamiento.  En todo caso la salvación es algo pasivo «Quienes se dejan salvar«, en lo que aflora el antiguo quietismo. Ya no se trata de procurar «salvarse»  sino de «dejarse salvar».

Su pensamiento que no explicita las últimas deducciones o las preguntas que pudieran surgir, es lo que le da un cariz un tanto críptico a toda la carta apostólica. Nunca sabemos muy bien a qué se refiere. Tampoco aclara las preguntas obvias, que surgen en su lectura. Es una poesía críptica.

Volviendo al párrafo que traemos surgen estas preguntas:

Él escribe:

 El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros.

¿Por qué la esfera no es un modelo? ¿A qué partes no es superior? ¿Que tiene que ver que cada punto de ella sea equidistante del centro para no ser superior? ¿Acaso no son las esferas platónicas  equivalentes de la perfección? Cualquiera pensaría que las esferas son los cuerpos más perfectos, como los cuerpos celestes.  Pero a Francisco le parecen modelos de imperfección.

Quizás le parezcan imperfectas en comparación con los poliedros. En estos,

los puntos del cuerpo que forman no son equidistantes de un centro.

¿Pero esto le hace reflejar  la confluencia de todas las  parcialidades que en él conservan su originalidad ?

Otra vez ¿ por qué?  Sin duda son metáforas agresivas, pero también son audaces y sobre todo oscuras.

He intentado que me aclararan  lo que entienden de este párrafo algunos cristianos envejecidos e ideologizados. Pero no he hallado respuesta. A lo más expresan un gesto de sorpresa e ignorancia. Les hace sentirse inferiores. A veces este texto provoca la cólera. Algún allegado me ha reprochado que pierda el tiempo descifrando el sentido de este apostólico jeroglífico.  Me he sentido conpungido como chico a quien se le halla entre sus libros una revista prohibida.

Lo que sigue:

«Tanto la acción pastoral como la acción política procuran recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno.».

Vuelven las preguntas: ¿Por qué? ¿ Por qué deben  la acción pastoral y la política recoger en un poliedro lo mejor de cada uno? ¿Cómo, cuándo, de qué modo?

Por último:

» Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades. Aun las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse.»

 Los pobres con sus potencialidades,  entran con sus proyectos y su cultura en el poliedro.  ¿Pero por qué no en la esfera? Quizás para indicar todas las diferencias, que no equidistan de un punto.

Respecto de lo que sigue: Es evidente que nadie que no sea el error absoluto, tendrá algo no equivocado. ¿Pero es tan claro que no deba perderse? ¿Habría que impedir perderse todo lo verdadero de los equivocados? Tarea ímproba para un evangelista. Desde luego algo novedosa en la tradición de los evangelizadores.  ¿Y esto se recoge en el poliedro? ¿Por qué no en los puntos de la esfera? ¿Refleja mejor el poliedro que la esfera esta idea? Parece una metáfora un tanto gratuita.

 Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos.

Aquí entran en el poliedro todos los pueblos del universo mundo, la totalidad de personas que aportan algo al bien común.

Es una poesía que usa metáforas para remarcar el afán integrador. Del gozo del evangelio nadie debe ser excluido. Todos están llamados y todos están escogidos. El evangelio es gozoso porque llama a todos y no excluye a nadie. Incluso todos están salvados in actu, sin que se requiera de nadie una digna vestidura nupcial. Es la parábola de la Red, pero en una nueva versión, no  se separan los peces, y mucho menos se  los echa al horno de fuego donde habrá rechinar de dientes.

Ahora se comprenden las cosas. Es el gozo de un evangelio en el que todos, pobres, ignorantes, equivocados, pecadores al final obtienen la salvación gratuita. LA SALVACIÓN UNIVERSAL. ¿Pero salvación de qué? Ya lo dijo, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Una salvación inmanente al mundo, no trascendente. No es la «salvación de las almas» propia de un cristianismo envejecido, ideologizado, trasnochado.

En esto se resuelve la poesía críptica de Francisco. Es difícil de entender, porque si fuera clara quizás provocaría una fuerte oposición.

En la carta, en mi opinión, se adivinan los ecos de la predicación pentecostal y de la gratuidad neocatecumenal. Tampoco ambos grupos son claros en lo que dicen.  A veces se adivina que esconden catecismos secretos. Y por seguir con las comparaciones, son los carismáticos, los que hablan lenguas inintelegibles,  A veces también se  mecen como en un éxtasis, murmurando murmullos, con los ojos cerrados a la luz de fuera. También son crípticos. Y quizás poéticos. Lo suficiente para arrastrar tras ellos a muchedumbres.

2 respuestas »

  1. ¿Cómo es posible que este artículo aparezca en un sitio lleno de imágenes de santos, vírgenes y llamamientos al amor cuando el texto deja entrever tanta ironía, resentimiento y odio?…eso sí que es una paradoja! (La verdad es que este artículo es lo único que leí de la página…si siguiera leyendo…¿tendría que reescribir lo anterior y poner: cómo es posible que imágenes de santos, vírgenes y llamamientos al amor aparezcan en este sitio?)
    Atte. Tere.

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