«Lasciate ogni speranza». Abandonad toda esperanza los que traspasáis este umbral
El prefecto de la Congregación vaticana para la destrucción de la Fe, el alemán «arzobispo» Gerhard Ludwig Müller, tiene un buen sentido del humor. Después de 11 meses de caos bajo Jorge Bergoglio, recuerda a la tradicionalista Sociedad de San Pío X (SSPX) que la «puerta sigue abierta» para que puedan reincorporarse oficialmente a la secta del Vaticano II (que la Fraternidad San Pío X cree que es la Iglesia Católica ). El blog Rorate Caeli tradujo un extracto relevante de la entrevista hecha por una revista de noticias austriaca con el Archiherético Muller:
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe sostiene que una reconciliación con la Fraternidad San Pío X es posible. La Congregación había presentado a ella [la FSSPX] un claro preámbulo dogmático. «La puerta sigue abierta, no la hemos cerrado», dice Müller.»No hay entrada cerrada.» La Congregación continúa con los esfuerzos de unificación «con perseverancia y firmeza», como requirió el Papa Francisco.
( Gerhard L. Müller Entrevista con Kathpress , 12 de febrero 2014)
Los visitantes de Novus Ordo Watch saben lo críticos que somos con la Sociedad de San Pío X, con sus posiciones manifiestamente acatólicas, y su obstinada negativa a admitir que la jerarquía Novus Ordo es inválida e ilegítima. Sin embargo, está claro que habrían perdido el juicio sí intentaran cualquier unión o reconocimiento con el Vaticano del modernista Francisco, que es aún más abiertamente anticatólico que cualquiera de sus cinco predecesores de triste memoria.
Muller, por supuesto, no es más modernista que Francisco. Nombrado «obispo» por el alemán Benedicto XVI, ha estado a cargo de la versión Novus Ordo del Santo Oficio desde 2012, es decir, que se encarga de la vigilancia doctrinal de la Iglesia del Vaticano II, por lo que en teoría su trabajo sería guardar la pureza de la doctrina católica en toda la iglesia.
Pero, como hemos informado anteriormente, Muller, él mismo, es un hereje y por tanto totalmente inhábil para defender los dogmas que él mismo niega. Esto no es mera retórica o una hipérbole de nuestra parte – es un hecho puro y duro. Véanse los siguientes enlaces, que nos demuestran algunas de las herejías que el «arzobispo» Muller sostiene:
- Gerhard Muller niega el dogma de la virginidad perpetua de Nuestra Señora
- Gerhard Muller niega el dogma de la transubstanciación
- Gerhard Muller niega el dogma de la Resurrección de Cristo
Así que ya se ve que nos referimos a él como «archiherético» con muy buenas razones.
Cuando Müller fue nombrado en su actual cargo por Joseph Ratzinger en 2012, el distrito FSSPX alemán lo acusó públicamente de herejía. Cuando un periodista entrevistando a Müller le pidió que respondiera a los cargos, él escabuyéndose respondió: «No es necesario hacer comentarios a cada tontería que alguien dice.» Bueno, mire los enlaces de arriba y pregúntese sobre las «tonterías» que le acusan de herejía. Pero la reacción de Müller es la típica de los modernistas – nada más que desprecio y burla para los católicos que desafían el paradigma modernista.
Ahora bien, por si se necesita un recordatorio visual, abajo se puede ver una foto del hombre del que estamos hablando de ( más o n esta foto aquí ) :
En fin: » Las puertas siguen abiertas»
De Novus Ordo Watch
AMOR DE LA VERDAD 
Obran de la misma manera que su «padre». El Diablo no ama a nadie. Promete lo que no puede dar, complaciéndose en el engaño, «invitando» entrar a su «paraíso». Lo mismo hacen estos heresiarcas empedernidos: están impedidos de amar la Verdad, a causa del «espíritu de mentira» con el que Dios los ha castigado. Solo dejan actuar su naturaleza sin Gracia e intentan con todos los medios a su alcance de perder almas. Si la FSSPX sucumbe a la tentación, llevará consigo muchas almas al desastre y habrá fiesta en el Infierno. ¡Cuántas veces han sido advertidos que con el Diablo no se dialoga!
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Por supuesto que la puerta para la Fraternidad sigue abierta. Los modernistas odian todo lo que es católico o aparenta serlo. La Fraternidad no es católica, pero tiene fachada de ortodoxa. Por eso la quieren destruir. Una de los mejores métodos es integrarla para luego ir, paso a paso, aplanándola. Como hicieron con la Fraternidad San Pedro.
La Fraternidad San Pedro tuvo que, como pago de entrada, reconocer las herejías del «concilio» y la «misa» de Montini.
Lo mismo va a tener que hacer la Fraternidad. Dado que Fellay y Schmidberger están desesperados por entrar en la secta de Bergoglio, van a pagar ese precio, salvo que la base se oponga decididamente.
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No generalicemos, la Fraternidad no piensa igual que sus dirigentes, no se vale enjuiciarlos a todos por el mismo error, si su miopía es permitida por Dios por algún fin (PROBARLOS) nuestras oraciones deberían ser constantes por ellos, parapara que se mantengan firmes.+ Oremos por Mons. Fellay, Mons. Tissier de Mallerais, Mons. Galarreta. si oremos por todos ellos. pues están siendo probados y son atraidos salameramente por no reconocer la realidad, aquellos que les llaman ni son católicos ni son la verdadera Iglesia.
Estamos seguros que la verdadera actitud católica ante la herejía es la sedevacancia. Lo asumo, pero no podemos anatematizar a lo loco, cuando ellos están siendo guiados por principios asumidos desde los primeros años y por medio de los cuales a los disidentes les han expulsado, así es como la han desmantelado varias veces durante su existencia.
La seducción que estos apóstatas manifiestan con ella, es prueba de que es considerada un baluarte que hay que exterminar también.
No dudo que los hay malos e infiltrados para corromperla y acabar con ella en conjunción con los aduladores que la quieren seducir.
Pero en vez de patearla y vituperarla.
OREMOS POR ELLOS
Estamos en el mismo bando,
En cuanto a Müler, habría que decirle.
Conviértete, vuelve al Evangelio y a la Verdadera fe, no perviertas la doctrina que dices avalar, recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás.
La puerta se cerró detras de tí, y de todas las doctrinas anticatólicas que avalas. Justo cuando se te dió esa potestad, supimos que no había nada que hacer dentro y que todo lo que presumiamos buena fe de BXVI, era un engaño.
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