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SAN SIMPLICIO, PAPA


San Simplicio, Papa

San Simplicio. Friso de la Basílica de San Pedro. Roma.

2 de marzo. San Simplicio Papa. 483.

Emperador Zenon. Rey de Francia: Clodoveo I .

«La regla de la doctrina católica sigue siendo la misma en los sucesores de aquellos a quienes el Señor ha confiado el cuidado de su rebaño, y a quienes ha prometido su asistencia inmortal hasta el final de los tiempos.»

(Carta de San Simplicio en Emperador Zenon).

San Simplicio, hijo de Castino, era nativo de Tiburia país de la ex Lazio, Tivoli hoy, en el campo de Roma. Pasó su juventud en gran sencillez y rectitud de corazón, viviO en la inocencia y el temor del Señor. Después de haber sido recibido en el clero romano, se condujo de una manera tan perfecta que cuando la Santa Sede quedó vacante por la muerte de St. Hilaire, lo proclamaron unánimemente, como el más digno de ocupar la Sede. Fue ordenado sacerdote el 5 de marzo en el año 467, entonces el segundo domingo de Cuaresma, primer año del reinado del Emperador Antemio en Occidente, y del undécima León en Oriente. Tras su adhesión, se enfrentó a los herejes, especialmente los llamados macedonios, que el Emperador Antemio había llevado a Roma, el año anterior, y que estaban tratando de sacar provecho de la muerte de San Hilario, su predecesor, que se les había opuesto. Eso es lo que le hizo prestarles especial atención, para impedir su progreso y, por su firmeza, perdió la protección de Antemio.

Moneda del Emperador Antemio

Moneda del Emperador Antemio

[ Sigue texto de Santoral]

Sucedió al papa san Hilario en la Sede de Roma, en marzo del año 467.

Le toca vivir y ser Supremo Pastor en un tiempo difícil por la herejía y la calamidad dentro de la Iglesia que aparece como inundada por el error. En Occidente, Odaco se ha hecho dueño de Italia y es arriano como los godos en las Galias, los de España y los vándalos en África; el panorama no es muy consolador, no. Los ingleses aún están en el paganismo. Para Oriente no van mejor las cosas, aunque con otros tonos, en cuanto a la vida de fe: el emperador Zenón y el tirano Basílico favorecen la herejía de Eutiques; los Patriarcas han resultado ambiciosos de poder y las sedes patriarcales son una deseada presa más que un centro de irradiación cristiana. ¡Lamentable estado general de la Iglesia que está necesitando un buen timonel!

El nuevo papa adopta en su pontificado una actitud fundamental: atiende preferente al clero. Procura su reforma, detectando el error y proponiendo el remedio con la verdad sin condescendencias que lo acaricien; muestra perseverancia firme y tesón férreo cuando debe reprimir la ambición de los altos eclesiásticos.

Modera la Iglesia que está en Oriente siendo un muro de contención frente a las ambiciones de poder y dominio que muestra Acacio, Patriarca de Constantinopla, cuando pretendía los derechos de Alejandría y Antioquía. No cedió a las pretensiones del usurpador Timoteo Eluro, ni a las del intruso Pedro el Tintorero. Defendió la elección canónica de Juan Tabenas como Patriarca de Alejandría frente a las presiones de Pedro Mingo protegido por el emperador Zenón.

Gobierna la Iglesia que está en Occidente mandando cartas a otro Zenón -obispo de Sevilla-, encargándole rectitud y alabando su dedicación permanente a la familia cristiana que tiene encomendada. También escribe a Juan, Obispo de Rávena, en el 482, con motivo de ordenaciones ilícitas: «Quien abusa de su poder -le dice- merece perderle». En el año 475 manda a los obispos galos Florencio y Severo corregir a Gaudencio y privar del ejercicio episcopal a los que ordenó ilícitamente al tiempo que da orientaciones para distribuir los bienes de la Iglesia y evitar abusos.

En su diócesis de Roma se comporta como modelo episcopal, entregándose al cuidado de sus fieles como si no tuviera en sus hombros a la Iglesia Universal. Aquí cuida especialmente la instrucción religiosa de los fieles, facilita la distribución de limosnas entre los más pobres y dicta normas para atender primordialmente la administración del bautismo. Aún tuvo tiempo para dedicar el primer templo en el occidente a San Andrés, el hermano del apóstol Pedro, iuxta sanctam Mariam o iuxta Praesepe, sobre el monte Esquilino.

También convocó un concilio para explicitar la fe ante los errores que había difundido Eutiques, equivocándose en la inteligencia de la verdad, pues, en su monofisismo, sólo admitía en Cristo la naturaleza divina con lo que se llegaba a negar la Redención.

Los datos exactos de su óbito no están aún perfectamente esclarecidos, si bien se conoce que fue en el mes de Febrero del año 483. Sus reliquias se conservan en Tívoli.

Los contemporáneos del santo conocieron bien la austeridad de su vida y su constante oración hasta el punto de afirmar que rezó como un monje y se mortificó como un solitario del desierto. Sin esos medios su labor de servicio a la Iglesia hubiera resultado imposible