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DIVORCIO ESTILO BERGOGLIO


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Francisco aplaude la  «profunda teología» que bendice el adulterio.

Por el Rev. Anthony Cekada

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Casi cualquier persona que dice ser católica dirá que la Iglesia enseña que el divorcio y el nuevo matrimonio están prohibidos. Podría incluso decir que la enseñanza no proviene solamente de la  «Iglesia», sino que viene de Nuestro Señor mismo: «. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» Y podría incluso añadir que quien se vuelve a casar, cuando su primer cónyuge esté vivo, adultera.

Hasta ahora era así. Porque como  habíamos previsto el año pasado , Bergoglio (el «Papa Francisco) sigue avanzando en su programa para desmantelar la enseñanza católica. Dar la Eucaristía a los divorciados vueltos a casar, es uno de los  seis puntos clave de la revolución de Bergoglio . 

Por alguna razón Bergoglio cree que la puesta en práctica de este cambio atraerá a hordas de descontentos católicos nominales de nuevo a las iglesias que no dejan de vaciarse en Europa y América del Sur.

Dado que la enseñanza tradicional está tan profundamente arraigada no sólo en la enseñanza dogmática y moral católica, sino también (a pesar del Vaticano II) en la conciencia de muchos católicos, era necesario realizar una profunda preparación para este cambio sísmico.

El paso más importante se dio recientemente con el discurso  del cardenal Walter Kasper en la apertura de un consistorio  de cardenales, en Roma, los días 20-21 de febrero, reunión destinada a preparar el Sínodo de los Obispos de octubre », que tendrá el tema de la familia.

La Elección personal de Bergoglio a Kasper como orador principal de esta reunión ha sido  considerada muy importante. El cardenal tiene reputación de ser uno de los «liberales»  más modernistas en el otrora Sacro Colegio.

Se suponía que el texto del discurso de Kasper a los cardenales no se iba a hacer público,  pero se filtró al periódico italiano Il Foglio, que lo publicó en su totalidad. El 21 de febrero, al final del consistorio, Bergoglio se extendió en elogios del discurso:

Ayer, … leí o mejor releí la ponencia del cardenal Kasper, y me gustaría darle las gracias porque me encontré con una teología profunda, e incluso un pensamiento teológico sereno. Es agradable leer teología serena. Y también encontré lo que San Ignacio nos dijo acerca del sensus Ecclesiae, el amor a la Madre Iglesia. Me hizo bien y me vino esta idea – discúlpeme señor cardenal, si le sonrojo : «Él hace teología de rodillas». Gracias. Gracias.

El Comentarista vaticanista Sandro Magister dice que las propuestas de Kasper representan nada menos que «un cambio de paradigma» en este tema – un completo cambio de contexto o perspectiva – que enuncia el programa que Bergoglio tiene intención de poner en práctica.

Así pues ¿cuál es el programa de Bergoglio en cuanto a  la cuestión de impartir la Eucaristía a los divorciados y vueltos a casar, y cuáles son los problemas que hay en él?

 

El cardenal pone las reglas

El cardenal pone las reglas

» Teología serena» de»Kasper

El discurso comienza con una larga introducción, seguida de cuatro secciones sobres la familia, en este orden:  creación, la «estructura de pecado» en la vida familiar, la familia en el orden cristiano de la redención y la familia como «iglesia doméstica». Consta de varios miles de palabras de manidos tópicos modernistas que pocos en la iglesia del Novus Ordo se van a molestar en leer.

La quinta sección, sin embargo, nos da el verdadero motivo de su discurso: proporcionar a Bergoglio y a la «izquierdista» jerarquía posconciliar una hoja de parra teológica que permita impartir  la Eucaristía a los divorciados vueltos a casar. Fue el objetivo preliminar antes de que Kasper pasara a describir sus propuestas prácticas básicas:

  • La situación de los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente plantea un problema espinoso.
  • No podemos considerarlo desde una perspectiva sacramental e institucional. Tenemos que «cambiar el paradigma» y considerarlo desde el punto de vista de aquellos que «sufren».
  • Los sacerdotes tienen que esforzarse en reconciliar a las partes en litigio, en los matrimonios que están pasando una crisis.[¡Brillante, Eminencia ! !Brillante!] No deberían de cejar en este propósito «tras el fracaso de un matrimonio.» [Wow!]
  • Después de la «amarga experiencia del pasado» en un matrimonio católico acabado en el divorcio, el matrimonio civil y la nueva «relación» pueden parecerles «un regalo del cielo.»
  • ¿Qué debe hacer la Iglesia? «[La Iglesia] no puede proponer una solución diferente o contraria a las palabras de Jesús …. La indisolubilidad del matrimonio sacramental y la imposibilidad de por vida de un nuevo matrimonio es parte de la tradición vinculante de la fe de la Iglesia que no puede  abandonarse ni rechazarse  apelando a una comprensión superficial de una misericordia barata».
  • Pero ahora, en la era moderna, nos encontramos ante una «nueva situación» [¡por supuesto!]. Mientras que antes la ley de la iglesia imponía sanciones por bigamia a los casados civilmente, incluyendo la excomunión, esto ya es cosa del pasado. Ahora se les invita a participar en la vida de la Iglesia. «Esto es algo nuevo.»
  • ¿Por qué no aplicar a su situación la misma estrategia del Vaticano II respecto de la libertad religiosa y del ecumenismo? Había encíclicas y decretos de la Santa Sede  que «parecían imposibilitar  otros modos diferentes. Sin violar la tradición dogmática vinculante, el Concilio abrió las  puertas. Podemos preguntarnos: ¿no sería posible hacer nuevos avances en este tema»?

Aunque él no lo dice, el objetivo real del Kasper es permitir a las partes en el segundo matrimonio inválido que tengan relaciones maritales. Dado que el cónyuge del primer matrimonio sacramental sigue vivo, se propone encontrar una manera de excusarles de adulterio, ya sea alegando que el primer matrimonio no ha existido  (no era válido) o justificando las relaciones maritales adúlteras con algún otro motivo. Kaspar propone dos soluciones posibles a lo largo de su discurso, las cuales están «ya mencionadas en los documentos oficiales.»

Mejor que un tribunal!

Mejor que un tribunal!

1. Permitir que el párroco  anule matrimonios. Esto, en realidad,  acaba con el sistema de los tribunales eclesiásticos de la iglesia, y permite que un miembro del clero local decida si el primer matrimonio fue, o no,  válido.

  • «Algunos divorciados y vueltos a casar están convencidos  subjetivamente  en conciencia de que su matrimonio anterior, ya irreparablemente roto, nunca fue válido. «En muchos casos, el párroco  local también está convencida de ello.
  • La evaluación de la validez de los matrimonios se había dejado a los tribunales de la iglesia, pero esto no es una cuestión de la ley divina y se puede cambiar por un procedimiento más «espiritual y pastoral».
  • Tal vez un sacerdote con «experiencia espiritual y pastoral» designado por el obispo podría  decidir sobre  la validez del matrimonio.
  • Esto estaría en consonancia con el discurso del Papa Francisco el 24 de enero 2014,  a la Rota Romana (tribunal supremo del matrimonio) en el que dijo «la dimensión jurídica y la dimensión pastoral [de la resolución de los casos de matrimonio] no son cosas opuestas … El cuidado pastoral y la misericordia no se oponen a la justicia, sino que son, por así decirlo, la justicia suprema, porque detrás de cada apelación no sólo hay un asunto que deba tratarse a través de la lente de la normativa general, sino que hay una persona humana que, como tal, nunca puede ser un mero caso sino que siempre tiene una dignidad única «.
  • Los diferentes niveles de apelación en el sistema de los tribunales de matrimonios no pueden efectivamente decidir «lo bueno y lo malo de las personas» sobre la base de un «papeleo … sin comprender a las personas y a sus circunstancias.»

Las consecuencias de lo anterior las vamos a discutir más adelante. Sin embargo, con esto, más que tratar de la ampliación de el procedimiento para anular el casamiento, el cardenal dice, que esto no es suficiente. «Esto crearía la peligrosa  impresión de  que la Iglesia  trata de conceder de una manera deshonesta lo que en realidad es un divorcio. «Hmm.  Con los divorciados vueltos a casar también se podría, por tanto, permitir …

Mostrando el camino a seguir

Tienen un gran escape!

2. Los segundos matrimonios «penitenciales».  El argumento de Kasper avanza así:

  • En 1994 y 2012, Ratzinger dijo que «los divorciados vueltos a casar no pueden recibir la comunión sacramental, pero pueden recibir una comunión espiritual. «Esto refleja una «verdadera apertura «.
  • «Pero esto también nos lleva a una serie de preguntas. De hecho, una persona que recibe la comunión espiritual es una cosa  con Jesucristo. [. . .] ¿Por qué, entonces, ¿no puede también recibir la comunión sacramental ? «
  • La respuesta que da es: por respeto a  «la santidad del sacramento.»
  • «La pregunta que se plantea a su vez es: ¿no es esto tal vez una explotación de la persona que sufre  y pide ayuda si le hacemos que sea signo y advertencia para los demás? ¿Vamos a dejar que sacramentalmente muera de hambre  para  que otros vivan? «
  • «La Iglesia primitiva nos da un indicio de que hay un medio para escapar de este dilema. «
  • La base es un artículo que Joseph Ratzinger escribió en 1972: «En las Iglesias locales existía el derecho consuetudinario sobre la base del cual los cristianos que, a pesar de que su primera pareja aún estaba viva, vivían  una segunda relación, después de satisfecho un tiempo de penitencia  [. . .] no había un segundo matrimonio, sino  la participación en la comunión como tabla de salvación. [. . .] «
  • Este sería «el camino de la conversión.» Se aplicaría a los  divorciados  vueltos a casar, que (1) se arrepienten   de su fracaso en el primer matrimonio, (2) «aclaran sus obligaciones», (3)  no pueden evitar el abandono de su matrimonio civil «, para no hacer un daño añadido» (4) hacen  lo que pueden para «pasar de las posibilidades» de su segundo matrimonio, y (5) tienen  deseo de los sacramentos, después de una «conversión» o «un período de tiempo en un nueva dirección «.
  • Esto no sería » una solución generalizada.»
  • «¿No deberíamos tener en cuenta el hecho de que también perderemos la próxima generación y tal vez la siguiente también? Nuestra práctica establecida desde hace tiempo, ¿no demuestra ser contraproducente? «
  • Lo dicho  anteriormente había sido la práctica de «la Iglesia primitiva», según los estudios de Cereti (1977) y Crouzel / Ratzinger (1972).
  • «No puede haber duda, sin embargo del hecho de que en la Iglesia primitiva, en muchas Iglesias locales, por el derecho consuetudinario, después de un tiempo de arrepentimiento, se ejercía la práctica de la tolerancia pastoral, de la clemencia y de la indulgencia.»
  • Esto se demuestra po el Concilio de Nicea (contra el rigorismo de Novaciano), por Orígenes, Basilio el Grande y Gregorio Nacianceno.
  • «J. Ratzinger sugería que la posición de San Basilio debería retomarse de nuevo de una manera nueva. Esto parecería ser una solución adecuada, que también está a la base de estas reflexiones mías …. En las actuales situaciones cambiantes, sin embargo podemos recuperar los conceptos básicos y tratar de ponerlos en práctica en el presente, de una manera que sea justa y equitativa a la luz del Evangelio «.

Y para aquellos que encuentran las propuestas de Kasper duras y que todavía añoran los días de la Ortodoxia tipo Rottweiler, notemos aquí de paso que el cardenal basa sus argumentos en el trabajo del propio Ratzinger .

Una bofetada en la cara

Una bofetada en la cara

II. Análisis y Consecuencias

Incluso a muchas almas con sólo una limitada comprensión de la doctrina tradicional católica sobre el divorcio y el nuevo matrimonio, las ideas Kasper parecerán extremadamente sospechosas: ¿Cuando uno está «subjetivamente convencido» de que su primer matrimonio por la Iglesia no fue válido, es que todo lo que necesita es un sacerdote – para por decirlo así- casarse de nuevo? La comunión espiritual es equivalente a la sacramental? Recibir la comunión cuando se está en una relación adúltera está bien? ¿La Iglesia primitiva  permitió esto?

Con todo, las directivas de Kasper tendrían enormes consecuencias, por lo que tenemos que mirarlas un poco más de cerca. Y para ayudarnos en nuestro análisis, nos sentimos muy afortunados de contar con la extensa crítica del profesor Roberto de Mattei, también publicado en  Il Foglio , y luego publicada con prontitud en  una traducción al Inglés de Rorate Caeli , [y en otros sitios].

1. Una bofetada en la cara a los virtuosos y a los que sufren. En mi vida sacerdotal, he conocido a muchos hombres y mujeres cuyos matrimonios en la Iglesia terminaron en un amargo conflicto y en el divorcio civil, pero que a pesar de las lágrimas, el sufrimiento y la soledad humana, se mantuvieron resueltamente fieles a los votos que habían pronunciado delante de Dios, a pesar de que sus cónyuges no  hicieron lo mismo. Ellos sabían cuáles eran sus obligaciones e hicieron  todo lo posible para santificarse con el fin de cumplir con la ley de Dios. También he conocido parejas católicas que contrajeron un segundo matrimonio no válido del que no podían salir debido a los niños, la vejez o la pobreza, pero que, con el fin de regresar a los sacramentos, se comprometieron ante Dios a vivir desde entonces, como hermano y hermana.  Las propuestas de Kasper son una bofetada en la cara a almas como éstas que se esfuerzan mucho y durante mucho tiempo para observar la ley divina a cualquier precio, y que, a diferencia del cardenal y de su amo, Bergoglio, tomaron en serio la ley de Dios aunque tuvieran que sufrir por ello.

2. Camuflaje «Pastoral» para destruir el  Dogma.  En un post el año pasado, señalé que en sus discursos públicos Bergoglio emplea repetidamente el término «pastoral», una palabra clave modernista de los años 60. Después de discutir cómo se aplica el término a los obispos en la era post-Vaticano II y después de resumir el análisis del Profesor de Mattei de cómo Francisco la utiliza en sus declaraciones públicas, llegamos a la conclusión de que

La clave para descodificar lo que Bergoglio y otros modernistas como él entiende por «pastoral» [es que] a través de acciones, del silencio o del disimulo se busca socavar el dogma católico y la moral de los hombres, cambiando  la experiencia de los hombres sobre estas cosas.

Esta es exactamente la dinámica del discurso de Kasper. Aparenta  aceptar de labios para afuera la enseñanza tradicional católica, diciendo que no podemos deshacernos de ella «apelando a una comprensión superficial de una barata misericordia.» Y ¿lo adivinan? Luego propone prácticas que ofrecen exactamente la misma «barata misericordia» comprada a precio de ganga,  sin verdadero arrepentimiento del pecado y sin un firme propósito de enmienda. Haciendo lo que propone, se ignoran el matrimonio válido, los dogmas de la unidad y la indisolubilidad del vínculo matrimonial,  porque se tiene libertad para  continuar las relaciones maritales adúlteras del segundo matrimonio válido.

En la práctica, ya no existen los dogmas, porque Bergoglio y Kasper han llegado a una solución «pastoral» que los vuelven discutibles. De Mattei dice sobre  la conexión que Kasper hace entre sus propuestas sobre el matrimonio y las del Vaticano II acerca del  «abrir las puertas.»

¿Abrió las puertas a que? A la violación sistemática, en el plano de la praxis, de esa tradición dogmática donde las palabras afirmaban cosas   jurídicamente vinculantes.

3. No hay mención de pecado. «La misericordia barata» de la que  hablan Kasper y Bergoglio , por otra parte, resulta posible porque, como dice de Mattei «, la palabra pecado no entra en el vocabulario del Cardenal Kasper y  nunca aparece en el informe del Consistorio «. Probablemente  porque no hay más que una noción  genérica del pecado (contra el medio ambiente, contra  «los pobres», contra «los inmigrantes», etc, cosa diferente  de los actos individuales pecaminosos de un individuo) que la teología modernista considera algo «negativo». Por otra parte, «el cardenal Kasper no expresa  ni una palabra de condena  sobre el divorcio y sus consecuencias desastrosas en la sociedad occidental. «Esto a su vez le permite usar la expresión equívocamente…

sarah-Clarke-quote-theres-no-uno-que tuvo la culpa-la-la-bus normal curso-de-4. «Matrimonios fracasados.»  Aquí, después de leer a Kasper, uno se queda con la impresión de que los objetos impersonales llamados «matrimonios» flotan constantemente alrededor, y que cuando de alguna manera se someten a suficientes fracturas por estrés o por causas desconocidas, vuelan aparte por su cuenta, dañando al esposo y a la esposa que  está  cerca. «El fracaso del matrimonio» es algo así como tener cáncer. Son cosas que pasan, los matrimonios estallan, etc

La noción constantemente aparece en el discurso bergogliano. He aquí lo que  Francisco dice a los matrimonios el 28 de febrero , pocos días después del discurso atroz de Kasper:

Cuando este amor fracasa – porque muchas veces  fracasa – hay que sentir el dolor del fracaso y acompañar a los que han fracasado en su amor. ¡No condenarlos! Hay que caminar junto a ellos.

La formulación amor/fracaso, matrimonio/fracaso,  elude intencionadamente la  cuestión de las responsabilidades morales de los respectivos cónyuges en un matrimonio que se ha roto. El marido falla, la  esposa falla, o  ambos fallan. Con esto queremos decir que uno o ambos no viven de acuerdo a las responsabilidades morales de su estado de vida, cometen pecados, y como resultado, destruyen una unión llena de gracia que ha sido bendecida por Dios. El marido, la esposa, o ambos, beben, luchan, cometen adulterio, muestran desprecio por el cónyuge, escandalizan a los hijos,  buscan venganza, mienten, abandonan al otro, toman drogas, consumen pornografía, usan la anticoncepción, socavan la autoridad del otro, gastan dinero imprudentemente, son avaros, hablan sin parar del otro, se niegan a comunicarse, desaparecen, controlan todos los aspectos de la vida del cónyuge, no muestran interés por la vida de su cónyuge, o intencionalmente le hieren. En cualquier ruptura, por lo menos  uno de los cónyuges no ha tratado de superar sus pecados y faltas, y no ha cumplido  los deberes de su vocación mediante la cooperación con las gracias recibidas en el sacramento.

Esto no quiere decir que uno o ambos cónyuges no puedan arrepentirse de los pecados habituales que en última instancia condujeron a su separación, y que alcancen la santidad a partir de entonces. Pero la formulación de Kasper, abstraída de cualquier noción clara del pecado individual y de la responsabilidad moral por el divorcio, oculta la realidad de que la segunda relación ilícita – lejos de ser lo que Kasper llama «un regalo del cielo» – es la consecuencia del pecado del primer matrimonio .

Disponible para las nulidades, también!

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5. Anulaciones fáciles.  La Iglesia estableció un elaborado sistema de tribunales eclesiásticos y todo un cuerpo de derecho procesal y sustantivo para proteger la santidad del sacramento del matrimonio. Era difícil obtener una anulación antes del Concilio Vaticano II, precisamente porque los motivos para declarar nulo el contrato de matrimonio eran muy pocos (por ejemplo, violencia, miedo grave, error) y el sistema se blindaba contra el engaño o las reclamaciones egoístas de las partes. A pesar de que se concedieron anulaciones por razones espurias después del Concilio Vaticano II y se repartieron como golosinas, al menos, se mantuvo la ficción de un sistema legal que protegía la santidad del matrimonio.

Esta ficción podría desaparecer. Kasper dice que, como algunos de los divorciados y vueltos a casar están «subjetivamente convencidos» de que su primer matrimonio en la Iglesia no fue válido, y que los clérigos implicados  a menudo están de acuerdo con ellos, deja que un sacerdote con experiencia «espiritual y pastoral» [¡otra vez la palabreja!]  «decida la cuestión. Tal vez un confesor o vicario del obispo de la zona.

Esta fue la solución del «fuero interno de los años 60», seguida por el clero modernista de la época, pero canonizada oficialmente.

Poof, ¡no hay necesidad de tribunales! ¡El P. Fulano puede decidir! ¿Y qué cree usted que el P. Fulano decidirá si entras en su oficina o confesionario, diciéndole que eras muy inmaduro cuando te casaste, que no entendiste algunos aspectos del «compromiso», que te has sentido presionado porque solamente has vivido junto al otro, sin realmente saber lo que era el amor, que sólo querías que mamá y papá fueran felices, hasta que el P. Fulano empieza a llorar? Pobre muchacho, pobre muchacha, no tenías realmente  la intención de casarte, ¿verdad? Estoy seguro de que tienes una perfecta buena conciencia. ¿No dice el Papa Francisco que debemos ser misericordiosos? Así que arrepiéntete de lo malo del primer «matrimonio fracasado»,  haz penitencia (una decena del Rosario si recuerdas cómo se rezan, o si no sabes, da unas limosnas a Greenpeace), no dudes en adelante acercarte a la ministra extraordinaria de la comunión, la  Sra. Mengana, y ahora vete en paz para amar y servir al Señor.

Si se permitiera este procedimiento, dice el profesor de Mattei «, es fácil imaginar cómo la anulación de los matrimonios se extendería, i sería de facto  el divorcio católico,  si no por ley, y vendría a dar en un daño devastador al bien humano. «

6. Una invitación a la burla y el escándalo.  En cuanto a la propuesta anterior, como hemos señalado anteriormente, incluso Kasper se dice a sí mismo que «crearía la peligrosa  impresión de  que la Iglesia está concediendo de una manera deshonesta lo que en realidad son divorcios. «¿impresión de  falta de honradez? ¿impresión de divorcios?  Crearía la realidad de las dos cosas.

Cualquier protestante, cualquier no creyente, que tenga  dos dedos de frente diría que la Iglesia Católica ha cambiado su enseñanza y ahora permite el divorcio y las segundas nupcias. Disfrazar el procedimiento como «anulación» – como si un verdadero matrimonio nunca hubiera existido antes – es invitar a la burla y a las acusaciones de falta de honradez absoluta, incluso (según una encuesta reciente de los católicos de Austria y Alemania) por parte de  la gente que supuestamente se  beneficia de ello:

Pero reformar y racionalizar el proceso de anulación de la iglesia no haría una gran diferencia en Alemania, se dijo en el informe de los obispos, ya que la mayoría de personas que se  han vuelto a casar no consideran sus uniones originales como «nulas y sin efecto», sino más bien como un fracaso.«Ellos, por tanto, con frecuencia consideran el procedimiento de anulación «- que declara que un matrimonio aparente fue nulo desde el principio -» como algo deshonesto «.

Límite máximo?

Límite máximo de Henry?

7.  ¿»Llévese un pack de seis?  El cambio también sería una fuente de escándalo en los países donde la poligamia es moneda corriente,  como recientemente incluso algunos obispos africanos dijeron . Aquellos que se unen a la Iglesia tienen que elegir una sola de sus mujeres y dejar las otras. Si la Iglesia puede permitir que los occidentales en los países desarrollados tengan una  poligamia sucesiva, ¿por qué no permitir que los africanos se involucran  simultáneamente con  la poligamia?  Y una vez que dejan de lado el principio de la indisolubilidad del matrimonio por  la praxis de Kasper de una nueva «hermenéutica jurídica y pastoral», ¿hay un límite  en el número de matrimonios que en conciencia pueden tenerse? ¿Uno con Catalina de Aragón, por ejemplo,  seguido de otro con Ana Bolena,  y después con Jane Seymour, Ana de Cleves, Catalina Howard y Catalina Para? No hay necesidad de enviar a nadie al patíbulo,  Majestad! Ni siquiera el arzobispo Tom tiene que preocuparse, ya que su delegado, el Padre Fulano, puede hacerlo todo por él.

8. Apelaciones fraudulentos a los Padres de la Iglesia.  Kasper, como hemos visto, dice que en los primeros siglos existía una «praxis»  para los cristianos que contraían una segunda relación después de «un período de penitencia», aunque su primera esposa aún viviera . 

El Profesor de Mattei demuestra, sin embargo, que esta afirmación es completamente falsa.

El  George H. Joyce, en su estudio histórico-doctrinal sobre el matrimonio cristiano (1948) demostró que  durante los primeros cinco siglos de la era cristiana, no se puede encontrar ningún decreto dado en un concilio, ni ninguna declaración de un Padre de la Iglesia,  que sustente la posibilidad de disolver el vínculo matrimonial.

En el siglo II, cuando Justino, Atenágoras, Teófilo de Antioquía, mencionan la prohibición evangélica del divorcio,  no dan ninguna señal de que hubiera excepciones. Clemente de Alejandría y Tertuliano son aún más explícitos. Y Orígenes, incluso si  busca alguna justificación en las prácticas adoptadas por algunos obispos, especifica que esto contradice la Escritura y la Tradición de la Iglesia […] Dos de los primeros concilios de la Iglesia, Elvira (306) y Arles ( 314)  lo repiten con claridad.  En todas las partes del mundo, la Iglesia ha considerado la disolución del vínculo matrimonial como algo imposible y el divorcio con derecho a un segundo matrimonio ha sido  completamente desconocido.

De Mattei continúa su argumento, añadiendo una prueba a los dichos de los Padres para refutar la afirmación de Kasper, con esta declaración condenatoria:

La «práctica penitencial canónica» que el cardenal Kasper propone como una forma de salir del «dilema»  tenía  exactamente un significado opuesto en los primeros siglos a los que parece referirse.  No se hizo para expiar un primer matrimonio, sino para reparar el pecado del segundo, contraído únicamente bajo la ley civil, y, obviamente, se exigía el arrepentimiento de ese pecado, y el abandono de esa condición pseudo-matrimonial.

Note bien: Es Todo lo contrario [de lo que dice Kasper]

Kasper incluso distorsiona la famosa frase patrística sobre «la segunda tabla de salvación después del naufragio del pecado» aplicándolo a la Eucaristía en lugar de a la confesión, como el canonista Thomas Peters señala .

Ahora es demasiado tarde!

Ahora es demasiado tarde!

9. El caballo ha dejado el establo.  Naturalmente, los que en la Iglesia post-Vaticano II aún tratan de adherirse a las doctrinas católicas tradicionales, esperan que el Sínodo Episcopal de octubre y el propio Francisco  ‘no apoye oficialmente las propuestas de Kasper. Pero la aprobación o no aprobación no harán ninguna diferencia en el orden práctico. Al igual que en la cuestión de la anticoncepción artificial en los años 60, una vez que se permitieron  debates extensos y bien publicitadas sobre si mantener el principio de la moral católica o no, y se contemporizó sobre la solución del problema, con el discurso complaciente del mundo secular moderno (tolerancia, conciencia individual, valores humanos,  fracaso inculpable del matrimonio, adaptación  a la «realidad», etc), el juego entonces ya ha terminado.  Los que rechazan el principio ya han encontrado sus justificaciones para hacerlo.

Y para colmo, nuestro amado Santo Padre, ungido por los medios, ya ha dicho que no debemos tener un enfoque farisaico, pasado de moda, «casuístico»,  sobre  las cuestiones morales, sino que hay que «caminar con» la gente, mostrando «misericordia,» siendo «pastorales, «y respetando la supremacía de la conciencia individual, incluso en los ateos, quienes también pueden llegar al cielo. Así que ¿por qué no puedo yo llegar, con mi segundo matrimonio «en conciencia»? ¿O  con mi tercer o cuarto matrimonio?

10. . El primer paso hacia más  En su devastadora crítica de las directrices  de Kasper, publicada el 1 de marzo, el profesor de Mattei, advirtió:

Una vez que la legitimidad de la cohabitación del segundo matrimonio se admite,  no se ve la razón por la que la convivencia pre-matrimonial, si es estable y sincera, no pueda ser permitida. 

Bueno, no hace falta esperar mucho tiempo en el pontificado de  Bergoglio  para comprobar  que es un profeta. Efectivamente, sólo tres días después, nos encontramos con un artículo titulado «la enseñanza de la Iglesia tiene que cambiar en la moral sexual, dice un obispo alemán. «Según el relato de una entrevista publicada en el National Catholic Reporter, el obispo Stephan Ackermann de Trier, declaró:

Decir que el  segundo matrimonio después de un divorcio es un pecado mortal perpetuo, y que en ningún caso se permite a las personas divorciadas vueltas a casar que reciban los sacramentos, no ayuda nada … «Nosotros, los obispos tenemos que hacer sugerencias. Debemos fortalecer el sentido de responsabilidad de las personas y luego respetar sus decisiones deconciencia. «

También ya no es sostenible declarar que todo tipo de cohabitación antes del matrimonio es un pecado grave , y además «la diferencia entre el control natural de la natalidad y la artificial es de alguna manera algo artificial.»

Y hablando de la anticoncepción, vemos en una entrevista con Bergoglio publicada el siguiente día, el mismo enfoque hipócrita que Kasper, dando aprobación,  sobre la cuestión de los sacramentos de los divorciados y vueltos a casar. Bergolio asiente de labios para afuera al principio, y luego da a entender que puede ser ignorado en la práctica «por razones pastorales».

La cuestión no es la de cambiar la doctrina , sino ir a lo profundo y  asegurar que el cuidado pastoral debe tener  en cuenta las situaciones y lo que resulta posible a las personas .

¿Y qué hizo el clero modernista de los años 60  cuando aseguraba  que  el «cuidado pastoral» debía tener en cuenta  «las situaciones y lo que es posible hacer a la gente»? Como Bergoglio sabe muy bien, ese clero permanecía en silencio cuando los católicos se confesaban del uso de anticonceptivos, manifestándole » Tú sigue tu conciencia.» Cree que es «posible» y no hagas estallar la píldora anticonceptiva.

***

«En la vida no todo es blanco y negro, sino que la realidad está  llena de pequeños matices»,  aseguró el Cardenal Kasper  a sus oyentes.

Pero los fieles católicos saben que la ley de Dios es, en efecto,  blanco y negro,  respecto de  los mismos principios que Kasper y , Bergoglio, de boquilla aceptan en  teoría , pero tratan de destruir en la práctica   – que el matrimonio es indisoluble, que el adulterio está mal, y que La recepción indigna de la Eucaristía es un sacrilegio.

Sin embargo, ¿qué sucede ante este ataque frontal contra el dogma católico? Fuera del profesor de Mattei en Italia y del blog Rorate Caeli en el mundo de habla Inglesa, no hay nada más que silencio en los conservadores o  en los tradicionalistas que todavía son parte de la Iglesia del post-Vaticano II. ¿Es que no hay ni siquiera un solo obispo del  Novus Ordo que aún conserve lo bastante de  la ley moral y el valor suficiente para denunciar el divorcio estilo  Bergoglio con todas la fuerzas que aún pueda reunir?

Después de cincuenta años del Concilio Vaticano II, al parecer no lo hay. Así pues,  la revolución presidida por Jorge Bergolio ganará cada vez más impulso –  motus in fine velocior, como predice el profesor de Mattei – causando  que todo lo que los católicos un día juzgaron ser  sólido, ahora se evapore en el aire.

 

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