Por Augusto TorchSon
Estamos asistiendo al suicidio de nuestra civilización, habiéndose fomentado una generación egoísta que no quiere esforzarse ni trabajar por un futuro mejor sino que solo se preocupa por conseguir un lucro fácil e inmediato y que está apegada a los más terribles vicios. Y así vemos a nuestros jóvenes, que en su inmensa mayoría, solo tiene puestas sus esperanzas en la búsqueda del confort sin pensar en deberes ni responsabilidades.
Todo esto sin mencionar los latentes conflictos bélicos entre las grandes potencias mundiales, que teniendo en cuenta las armas con la que cuentan, de desatarse, las consecuencias serían mucho más devastadoras que las de anteriores guerras mundiales.
Entre estas políticas de reingeniería social anticristiana que planean las elites financieras (judeo-masónicas) para reducir masivamente la población, es clave la promoción del hedonismo, que, en la búsqueda egoísta del placer, promueve la supresión de todo lo que pueda ser un obstáculo para el festín de los sentidos, como pueden ser los hijos o los ancianos, y así hoy, la eutanasia y el aborto están legalizados prácticamente en el mundo entero.
Pero existe una forma mucho más perversa de control de la natalidad, una mucho más bestial ya que atenta contra el orden natural mismo, una que las Sagradas Escrituras condenan explícitamente por lo menos 15 veces y que las menciona como “abominable a los ojos de Yavé” (Deut XXIII, 17); y es la homosexualidad.
Y es aquí donde resulta claro signo de los tiempos, la propuesta nueva de espiritualidad masónica del Vaticano de Francisco. En donde los pecados son únicamente sociales y donde las más graves ofensas contra Dios como es el pecado que mencionamos; no solo decretó Bergoglio su incompetencia para juzgarlo, sino que, como veremos, cuentan con una sutil promoción de su parte.
Este mismo sacerdote fue uno de los oradores en el funeral del sacerdote comunista y pro gay Don Andrea Gallo.
Recordemos que en la terrible y profana misa de réquiem de tan dañino personaje, pudimos observar no sin inmenso estupor, como el Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Cardenal Angelo Bagnasco le dio la comunión a un travesti muy conocido en Italia por ser el primer diputado electo con esa condición, Vladimir “Luxuria” como se hace llamar, entre otros sodomitas travestidos.
En dicha profanación litúrgica, además de esas terribles imágenes antes descritas, también se vio a sacerdotes vistiendo estolas gay y al ataúd del marxistoide sacerdote que estaba cubierto por una bandera de esa comunidad.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, en la visita de Francisco a que inicialmente hicimos mención, este oscuro personaje recibió al obispo de Roma con un abrazo poco respetuoso de la investidura del primero para luego tomarlo poco masculinamente de la mano e ir caminando desde la puerta del auto hasta el interior de la Iglesia de esa escandalosa forma.
En dicha oportunidad Francisco se dirigió a los mafiosos diciéndoles: «Estáis a tiempo de convertiros para no terminar en el infierno, que es lo que os espera si seguís por este camino”. Sin embargo nos gustaría que también manifieste que corren igual riesgo y sean advertidos quienes cometen los pecados escandalosamente promovidos por el sacerdote al que fue a apoyar tan cariñosamente Francisco.
Cabe recordar que Francisco primero dijo desconocer los antecedentes de Ricca para luego confirmarlo en dicha posición en el IOR.
No sin insultos se nos critica frecuentemente el hacer públicas estas transgresiones de Francisco.
Contestamos con palabras de uno de nuestros grandes referentes católicos y nacionalistas, el Padre Alberto Ezcurra, que al referirse al amor a la Iglesia y a la Patria decía que: “(dicho amor) no es una complacencia superficial en aquellas cosas que nos gustan, es un amor que quiere corregir. Amar es querer el bien del otro y a veces el amor de la Patria como el amor de la Iglesia es como el amor de la madre enferma, es como el amor de una hermana prostituida, es como el amor de un amigo que anda por el mal camino, es un amor que está pidiendo la corrección, el cambio”.
Y nos dolemos de la situación de la Iglesia toda, y queremos y rezamos porque quienes hoy la dirigen rectifiquen su orientación. Pero pueril sería nuestra pretensión si no viésemos lo que está dañándola profundamente.
Por eso reiteramos las palabras de San Hilario ante el arrianismo que dominaba la Iglesia diciendo: «Es tiempo de hablar, porque el tiempo de callar ha pasado» . Y si no lo hubieran hecho, a pesar de las persecuciones y excomuniones, no se hubiera vencido la herejía que se había oficializado en la Santa Madre Iglesia.
Augusto TorchSon
De Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Artículo visto en Radio Cristiandad
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Y que quede claro que esto no viene a partir de Bergoglio, como pretenden algunos, para seguir dudando si es el tiempo correcto para desvincularse de estos apóstatas; podemos aceptar que ahora esto sea de lo más descarado, más abierto, más sin miedo, eso sí, pero según nos cuenta la historia, tiene larga data, desde Juan XXIII empieza esta desmoralizadora costumbre de abrazar a los descarriados sin corregirlos y ponerlos en altos puestos vaticanos según hemos leído en Nikita Roncalli de Bellegrandi o los numerosos escritos de Don Luigi Villa que en paz descanse, o los escándalos de que acusan al mismo Pablo VI, y los ocurridos durante el reinado de Juan Pablo II, con el Cardenal Law, el Padre Maciel etc. O lo ya hecho público acerca de Benedicto XVI por los denunciantes de todo el mundo, aclaro pues que B… no viene de Marte, ni es diferente y llegó a cardenal por la promoción de sus antecesores… así que no es de extrañarse que suceda todo esto, y lo que vendrá. Y esta perversión del clero tan evidente, es efecto y no causa, según nos dicen las Sagradas Escrituras, «Dios los entrega a pasiones vergonzosas, a los que no amaron la verdad y se complacieron en la mentira»
Raro y MILAGRO SERIA que sucediera todo lo contrario.
Esto es más de lo mismo
En caída libre hasta el abismo, bien podría ser el título de estos casi 50 años de apostasía.
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