ALL POSTS

BENEDICTO ENTRA EN EL DEBATE DE LA COMUNIÓN A LOS DIVORCIADOS Y VUELTOS A CASAR


Vuelve de nuevo

ratz.jpg
 

 

No más Silencio: Benedicto XVI se une al debate sobre la Comunión para adúlteros


Aproximadamente cuatro semanas después de la clausura de la primera parte del infame Sínodo de la Familia , el «Papa»  jubilado Benedicto XVI ahora añade un poco de combustible a la hoguera. A pesar de que prometió retirarse completamente de los asuntos eclesiásticos, de alguna manera siempre se las arregla para hacerse oír cuando quiere, aunque por lo general en una forma indirecta o incluso críptica.

Esta vez, Joseph Ratzinger ha optado por intervenir en el debate sobre si a los adúlteros públicos («divorciados y vueltos a casar») se les debe permitir recibir los sacramentos del Novus Ordo, que es uno de los temas centrales que se debate por los obispos actualmente en el sínodo permanente de la Secta del Novus Ordo,  la segunda parte del cual está programada que continúe en octubre de 2015.

A principios de este año, manifestamos que en 1972, el mismo P. Ratzinger había publicado un ensayo argumentando que los adúlteros públicos podrían ser admitidos a los sacramentos sin renunciar a su adulterio, bajo ciertas condiciones restrictivas:


De hecho, el  «Cardenal» Walter Kasper, al dirigirse a sus compañeros «cardenales» del Novus Ordo  en febrero de este año, inició un debate sobre este tema, haciendo referencia  a este ensayo de Ratzinger de 1972.

En Alemania, ahora ha sido publicado  el multi-volumen Gesammelte Schriften de Joseph Ratzinger («Obras completas») y el último volumen lanzado es el Vol. 4, que incluye el infame ensayo de 1972.  Pero lo interesante ahora es lo siguiente: El ensayo original lo ha revisado y  llega a  una conclusión  diferente, si bien dejando los argumentos originales. 

El periódico alemán Süddeutsche Zeitung  publica un interesante artículo sobre la reelaboración de Ratzinger de su ensayo original. Presentamos la traducción y ofrecemos más abajo algunos comentarios. [la traducción castellana que sigue es sobre esta traducción al inglés]

 

El Papa opositor 

por Matthias Drobinski

[Original: Der Dagegen-Papst ]


Suena como si fuera uno de esos teólogos progresistas que han escrito sobre el Sínodo de la Familia de 2.014, donde los obispos del mundo católico terminaron discutiendo sobre cuándo y en qué condiciones las personas que están divorciados y vueltos a casar pueden ser admitidas a  los sacramentos.

Sí, el matrimonio sigue siendo indisoluble, escriben los teólogos.  Sin embargo,  cuando «durante un largo período de tiempo el segundo matrimonio» ha «demostrado ser una realidad moral» y ha «vivido en el espíritu de la Fe», cuando en la nueva relación hay  «obligaciones morales» hacia el los niños y hacia el cónyuge,  entonces «la admisión a la comunión después de un período de prueba parece totalmente justa y en plena consonancia con la Tradición de la Iglesia.» Muy valiente fue este Joseph Ratzinger en Ratisbona. Por lo menos lo fue en 1972, cuando escribió el ensayo.

El Papa Benedicto ha revisado su Conclusión

Ratzinger recoge-works4.jpg-Ahora bien, el artículo se ha editado ahora  de nuevo. Acaba de ser publicado el cuarto volumen de las obras completas del profesor que llegó a ser arzobispo, luego Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y, finalmente, el Papa Benedicto XVI. El ensayo comienza en la página 600 – y es completamente diferente a la versión de 1972. El Papa emérito ha revisado la conclusión, diciendo ahora lo contrario, a pesar de que se mantienen los argumentos anteriores.

La conclusión sobre la recepción de la comunión de los divorciados vueltos a casar, ahora ha sido abandonada. En lugar de ello, Benedicto recomienda que la Iglesia amplíe el proceso de nulidad, que podría concluir diciendo  que el matrimonio no fue válido desde el principio debido a la inmadurez psicológica; un segundo matrimonio ya no sería un problema. Incluso permitiendo a los divorciados,  sin un proceso de este tipo,  tener un papel activo en los comités de la iglesia y hacer de padrinos.

¿Por qué la nueva conclusión de Benedicto es totalmente Política?

Por supuesto, Joseph Ratzinger no es en absoluto la única persona que hoy ve las cosas de manera diferente de lo que lo hizo hace 40 años, así que ¿por qué no habría poder decir eso?  En el caso del Papa emérito, sin embargo, el asunto es enteramente de carácter  político: Benedicto XVI se está involucrando en en torno a las diferencias sobre la cuestión de cómo la Iglesia Católica debe enfrentar al hecho de la comunión de los fieles vueltos a casar. Porque lo que él escribió en 1972 suena casi como lo que dijera el cardenal Walter Kasper, a invitación de Francisco, en la presentación hecha a los cardenales en la primavera de 2014: En casos individuales y después de un período de penitencia, los católicos que viven en un segundo matrimonio, pueden ser admitidos a los sacramentos. La revisión ahora se lee como una respuesta a su colega y rival Walter Kasper.

Esto significaría que el Papa emérito ha roto su promesa de no inmiscuirse en la política de la iglesia.  ¿Para trazar su divergencia de Francisco? El teólogo de Friburgo Eberhard Schockenhoff, analizando las revisión de Ratzinger en la última edición de la revista profesional Herder-Korrespondenz, considera que Benedicto propone una solución de compromiso: La admisión de los divorciados vueltos a casar a los sacramentos, analizado caso por caso, para él no es que esté  «en contradicción con la norma general de la Iglesia»; sino que más bien  simplemente avanza diferentes conclusiones en cuanto a la práctica pastoral. Esto serviría para «desembrollar» el debate actual.

De una forma u otra, Benedicto ha roto su silencio. Las consecuencias están por verse.

Comentario de Novus Ordo Watch:

Joseph Ratzinger ha sido durante mucho tiempo un  enemigo de la Fe Católica  astuto y muy hábil. Fue él quien «consagró» obispo al  duro liberal de corazón  Bruno Forte en 2004, por lo cual The Remnant denunció a Ratzinger como «quizás la termita eclesial más afanosa de la época post-conciliar, demoliendo así la fachada de conservadurismo que se le atribuye «(Christopher A. Ferrara, «Ratzinger Consagra Personalmente a un  obispo neo-modernista (febrero de 2005).

Usando  un barniz de ortodoxia, de tradición e intelectualismo, inyecta el veneno del Modernismo en las venas de los ingenuos. Benedicto logró impresionar a no pocas personas bien intencionadas que intentan ser autenticamente buenos y fieles católicos. Lo que vemos aquí, en este último movimiento – la revisión de su ensayo 1972 – es simplemente una más de las mismas tácticas con las que tenido tanto éxito en el pasado, en innumerables ocasiones.

Revisar la conclusión de su argumentación teológica, sin cambiar  los argumentos o las premisas, es una falsedad; porque si la conclusión se seguía  necesariamente, todavía sigue siendo cierta hoy, incluso si trata de disimularlo. Por otro lado, si la conclusión no se sigue con necesidad, sino con cierta probabilidad, entonces la conclusión de entonces sigue siendo legítima hoy y la gente todavia puede extraerla,  independientemente de su revisión. Y, por último, si la conclusión no se deduce en absoluto de sus argumentos, tiene que repudiarla y explicar por qué hizo creer a la gente desde hace 42 años que se trataba de una opinión aceptable.

Además, ¿cuál es la conclusión revisada que  Benedicto ofrece ahora? De acuerdo con el artículo anterior, se «recomienda a la Iglesia ampliar el proceso de anulación – lo que podría determinar que un matrimonio fuese inválido desde el principio debido a la inmadurez psicológica»! En otras palabras, más anulaciones, más fáciles anulaciones, ¡es lo que se está ofreciendo como la «gran solución» en vez de admitir a los adúlteros a los sacramentos! Esto sólo agravaría la actual epidemia de anulaciones, la mayoría de las cuales de todos modos son de facto divorcios, y por lo tanto una bendición de facto al adulterio. Claramente, esta «solución» no es la solución,  y es  especialmente odiosa a Dios ya que trata de encubrir un mal grande (deshacer el vínculo matrimonial) bajo un velo de justicia y santidad (declarando que el vínculo matrimonial nunca han existido).

Esta última maniobra por parte de Ratzinger – que va a conseguir una gran cobertura positiva y unilateral por los  «padres» Zuhlsdorfs y Michael Vorises del mundo – es una pieza más en la falsa guerra Francisco- vs-Benedicto que parece orquestada por la Secta del Vaticano II con el fin de incitar deliberadamente a un cisma o al menos causar una gran confusión entre sus adherentes. De alguna manera parece que Benedicto XVI siempre encuentra una manera de hacer que su voz sea escuchada en público en el momento justo para agregar combustible a una conflagración que todo lo consuma. 

Hemos pronosticado un cisma en la Nueva Iglesia desde hace tiempo, y parece que cada día que pasa está llegando más cerca. Una «Iglesia de Francisco» frente a una «Iglesia de Benedicto» se prestaría a ser un escenario ideal para un cisma dentro del Novus  Ordo. El ala Bergogliana de la Decta del Novus Ordo formada por liberales incondicionales; el ala  ratzingeriana de los «conservadores» y «de mente tradicional».  Un plan astuto, realmente: Lograría mantener a la gente dentro de la falsa Iglesia del Vaticano II en dos frentes,  tanto si se deciden por Francisco o por la versión de Benedicto; segurían estando todavía, sin darse cuenta, en la misma institución anticatólica. 

En 1861, en un sermón de los engaños del Anticristo, el gran Padre Frederic Faber advirtió: 

Debemos recordar que si todos los hombres buenos estivieran manifiestamente en un lado y todos los hombres malos claramente en el otro, no habría peligro de que nadie, y menos aún los elegidos, pudiesen ser engañados por falsos milagros. Son los hombres de bien, los que han sido antes buenos, y creemos que lo son todavía, los que harán el trabajo del Anticristo y  crucificarán de nuevo al Señor … Recuerde esta característica de los últimos días, que este engaño virne de hombres buenos que están en el lado equivocado.

Fuente )


Por esto es tan absolutamente esencial él tener auténticos principios católicos y la doctrina católica tradicional en todo momento, y no moverse por la emoción, la conveniencia, o una ilusión. 

«Velad y orad para que no entréis en tentación» (Mt 26:41).

Ver también: