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DEL GRAN NÚMERO DE LOS QUE SE SALVAN


[Es republicación]

P. Getino O.P.

P. Getino O.P. (1877-!946)

«Del gran número de los que se salvan y de la mitigación de las penas eternas«. Éste es el título de un libro, que causó escándolo en su época, publicado ((f.e.d.a.  Madrid, 1934)  por Fr. Luis G.Alonso Getino O.P. . El título como se constata es, como una réplica del sermón que tanto eco  tuvo y tiene en la iglesia  al que suelen dar el siguiente título: El pequeño número de los que se salvan (Puede verse en el blog una traducción en el post¿Se salvan pocos o muchos?, en el que resumíamos la cuestión así:

«Esto es lo que responde San Leonardo de Porto-Maurizio, en el sermón que acoge este blog. Este sermón además de lograr la conversión de los libertinos que lo escucharon, ha sido reproducido innumerables veces en libros y escritos, y ahora en internet con muchísimo fruto. La pregunta que encabeza este post fue clásica en teología y aun en la conversación del pueblo. En la Iglesia antigua se creía como cosa revelada que eran muy pocos los que alcanzaban la salvación, se decía esto incluso de los miembros de la Iglesia. Esta era la opinión de casi todos los Santos Padres. Se llegó a considerar que la opinión contraria era una herejía o una casi herejía. Sin pretender dar una respuesta a la pregunta, me ha parecido interesante dar una opinión, o sentencia, muy autorizada, tal como se defiende en un famoso sermón de un gran santo, que además era un gran taumaturgo.»)

La pregunta sobre el número de los salvados fue particularmente frecuente en los años del P. Getino y desde antes, como comentaba el periódico Vaticano L’Osservatore Romano en 1936, un día después de la puesta en el Índice del libro de Getino, el 5 de marzo, con estas palabras:

« Merece que se le dé una importancia  particular a esta condena y que se propongo de inmediato a la atención de los fieles  por el daño grave que la lectura del libro en cuestión podría causarles. En efecto, esta publicación se inspira en ideas que desde hace algún tiempo están de moda, sobre todo a causa de algunos teólogos protestantes. Apoyándose en argumentos especiosos y en interpretaciones arbitrarias de la Sagrada Escritura y citando  ciertas frases pronunciadas  por algunos Padres y doctores, se llega a atacar a fondo la clara y precisa doctrina tradicional católica sobre la eternidad de las penas del infierno. Y como si esto no fuera bastante , se defiende además «ex professso»    en el dicho volumen  una extraña teoría  sobre «UNA PRETENDIDA ILUMINACIÓN QUE LAS ALMAS HUMANAS RECIBIRÍAN  DE DIOS EN EL MOMENTO  DE SU SEPARACIÓN DEL CUERPO,  y gracias a la cual se convertirían íntimamamente a su Creador  y serían de este modo justificadas y salvadas»

No son necesarias, ciertamente, muchas palabras para hacer comprender el grave y oculto peligro que se esconde en estas teorías que no solamente no tienen ningún fundamento  en la Revelación, sino que están incluso en contradicción con ella y con el general sentir de la Iglesia.

TEORÍA DE LA ILUMINACIÓN FINAL

Si traemos esta cuestión al blog es porque está íntimamente relacionada con Faustina Kowalska, acerca de la cual hemos publicado algunos posts en los días precedentes. Los escritos de sor Faustina  también fueron puestos en el  «Indice de libro prohibidos»  a instancias del Cardenal Ottaviani ( bajo Juan XXIII).

El diario de sor Faustina  contiene ideas, en la línea de la Iluminación final  de que se hablaba en el periódico vaticano reflejando la condena de Getino, tal como la que se expone en el siguiente párrafo:

faustyna-218x300« Frecuentemente acompaño a las almas agonizantes y les obtengo confianza en la misericordia divina. Entonces suplico a Dios que les otorgue toda la gracia divina, que siempre es victoriosa. La misericordia divina alcanza más de una vez  al pecador en el último  momento de una manera extraña y misteriosa.  Al exterior creemos que todo se ha perdido, pero no es así. El alma iluminada por  un poderoso rayo de la gracia suprema, se vuelve hacia Dios con un amor tan poderoso que en un istante recibe de Dios el perdón de sus faltas y del castigo. El alma no da, al exterior señal alguna de arrepentimiento o de contrición, porque ella ya no reacciona a los estímulos exteriores. ¡Oh, qué insondable es la divina misericordia!  

Pero ¡Horror! Hay también otras almas  que voluntariamente y conscientemente rechazan esta gracia y la desprecian. Ya es el momento de la agonía, pero Dios, en su misericordia, da al alma en su fuero interno este momento de claridad. Si el alma quiere, tiene la posibilidad  de volver a Dios. Pero a veces hay almas con un endurecimiento de corazón tan grande, que ellas eligen conscientemente el infierno. Hacen que no solamente fracasen  las oraciones que otras almas han elevado a Dios  por ellas, sino también todos los esfuerzos divinos. [Diario de sor Faustina ]

Como se sabe, más tarde sor Faustina sería canonizada por Juan Pablo II, el 30 de abril de 2000.  Pero desde antes se publicaban su escritos. En 1985, la publicación de su diario, en la edición francesa, venía precedida de un prólogo hecho por una autoridad católica, con el siguiente párrafo:

Presentando el «Pequeño Diario» de sor Faustina Kowwalska, tengo plena conciencia  de presentar un documento de esta mística católica,  de un valor excepcional,  no solamente para la Iglesia de Polonia sino para la Iglesia universal. Se trata de la edición crítica y auténtica  (digna de Fe) hecha por la Postulación de la causa de sor Faustina, bajo la competencia de la archidiócesis de Cracovia… El  «Pequeño Diario»  que nos habla de la devoción a la  «Divina Misericordia» ha llegado a ser, últimamente, actual por dos razones. En primer lugar, porque  la Congregación de la Doctrina de la Fe ha anulado hace dos años (1983), los reproches  y reticencias suscitados anteriormente por la Congregación del Santo Oficio contra los escritos de sor Faustina, por lo que esta anulación de la Notificación, ha tenido como resultado la renovación de la Devoción a la Divina Misericordia en todos los continentes, devoción presentada en el Diario mencionado, cosa que confirman sin cesar los testimonios que llegan a la Postulación y a la congregación a la cual pertenecía Sor Faustina […] Roma, 20 de diciembre de 1980 Andrej Maria Deskur Arzobispo.

Abundando en la teoría mencionada de la ILUMINACIÓN FINAL en los últimos momentos de la agonía,  otra mística muy reconocida en la época posconciliar, Marta Robin, «enseñó» explícitamente esta teoría, insistiendo sobre todo en el carácter de la muerte, no como un  «instante» sino como un «paso» de duración variable.

JeanGuitton

martarobinMarta Robin alcanzó celebridad , también en España en ambientes proclives a la enseñanza conciliar, y de ella ha escrito un libro el conocido  escritor, de la Academia Francesa, Jean Guitton,  laico de influencia notoria en el Concilio Vaticano II, a cuyas sesiones asistió invitado, primero por Juan XXIII, y después por Pablo VI (a la segunda sesión donde llegó a tomar la palabra). El libro se titula «Retrato de Marta Robin» (traducido al español y publicado en dos ediciones , la última de 2005, por la Editorial Monte Carmelo). La mística, postrada en su lecho sufría, al decir de él, cada viernes los dolores de la Pasión (corona de espinas etc..)  y gozó durante más de treinta años de dones como la inedia (sin alimentos y bebidas) y recibía en su casa a innumerables visitantes, sobre todos clérigos, había fundado sesenta «hogares de caridad«. Fue al decir de Guitton «el ser más extraordinario y desconcertante de nuestra época. Él se sentía junto a ella, en las sola cuarenta horas que confiesa haber pasado en más de veinticinco años, como otro Brentano junto a Catalina Emmerich: «A su lado era  como ocupar la sede más bella del mundo«.

Marta Robin como dice uno de los clérigos visitantes ( Maurice de Lesseps O.S.B. de la abadía de  Fontgombault,) relata que a propósito de una duda que albergaba sobre la salvación del familiar de un conocido muerto en accidente de carretera en circunstancias penosas,  le comunicó lo siguiente:

«Sepa Padre, que el alma recibe una gran LUZ en el momento de la muerte. Pocas almas dicen «No» a Dios, sobre todo entre las de los jóvenes. 

Respecto del libro del P. Getino, y sobre la misma materia otro correligionario suyo  pero de una generación posterior, el P. Royo Marín O.P.  escribió libros sobre el mismo asunto, el número de los que se salvan. En particular  «Teología de la Salvación» y  más directamente «¿Se salvan Todos»?  Su postura es totalmente ortodoxa royomarinaunque podría ser calificada de «optimista».  Se aparta  del pensamiento tradicional sobre «el pequeño número de los que se salvan»   pero sin caer  en el extremo de Getino. Su conclusión como él dice es «francamente optimista y esperanzadora sobre el gran número de los que salvan muy superior al número de los que se condenan«,  creyendo que esta opinión « es más conforme a los datos revelados.. al espíritu del Evangelio y a la esencia misma del cristianismo, que es ante todo religión de amor y de misericordia».  Él cree que la opinión pesimista es la que es peligrosa, porque haría que las masas insensatamente pudieran exclamar  «De ir al infierno , en coche». Pero igualmente aboga  por no perder el miedo al pecado  porque «no es lo mismo condenarse por un pecado que por mil» (¡¡¡). Incluso dice que esta teoría optimista hará callar y acaso pensar seriamente  «a los que se resisten a aceptar el dogma del infierno entre los que creen que casi todos irán a él»

Pero lo más interesante de este autor es que también parece aceptar la Teoría de la iluminación final, aunque sin nombrarla así.  De hecho es una de las razones que da para su teoría optimista. Él habla de «las gracias de última hora«. Aduce que en  el tránsito de la muerte «el período de la muerte aparente se prolonga por lo menos media hora y a veces mucho más».  También acepta que en muchos casos la «lucidez mental» aumenta en el proceso de la agonía: La llama «lucidez a cámara lenta«. Cita al escrito  «Sugerencias» celebérrimo en su tiempo del jesuita  Vicente Gar-Mar (García Matínez). En ese libro el autor sostiene que Dios puede hacer que en un corto espacio de tiempo, un sujeto pensante puede vivir a cámara lenta, haciendo para el caso que nos ocupa, «numerosos actos de arrepentimiento de sus pecados, despacio, tranquilamente y con sosiego«. Como si en en instante pudiera vivar una vida de penitencia.

La «decisión en la muerte» ya es una idea que había sido enunciada por el teólogo alemán Michel Schmaus: «Sería sorprendente que en el momento de la muerte  no se diera al hombre la posibilidad de tomar una postura»…En el proceso de disolución de la unidad anímico-corporal, ella va adquiriendo UNA CLARIDAD ESPECIAL, la cual permite permite decir SI O NO  a Dios…»En esos instantes  Dios pone al hombre ante una nueva y última decisión a través de su llamada definitiva a que él entre en su propia vida».

Son unas pocas y resumidas citas que indican claramente que la teoría de la Iluminación final es y ha sido muy popular desde hace tiempo. De hecho está presente en las conversaciones  comunes y transmite una cierta tranquilidad a los que no se deciden a abandonar determinados aspectos negativos de su vida, pensando que «AL FINAL TODO SE ARREGLARÁ». La Infinita Misericordia de Dios no dejará que me pierda.

De momento sólo me gustaría subrayar cuán lejos está esta concepción de la expresada por un gran doctor, y también místico con grandes experiencias sobrenaturales (cosa que se olvida) San Alfonso María de Ligorio.  (Véase la meditación puesta en el post «Divina Misericordia: Concepción católica».

Pero ciñéndonos a lo escrito por almas de una increíble experiencia sobrenatural, en el tema aquí tratado de la Salvación, hay que citar un alma hoy día no muy celebrada, Sor Josefa Menéndez. Vivió una experiencia continua de apariciones y revelaciones del Sagrado Corazón, de la Virgen María, y de otros santos como Juanjosefa_menendez Evangelista, y ángeles custodios, almas del purgatorio, y por supuesto de la fundadora de su Congregación, Sociedad del Sagrado Corazón, Santa Sofía Magdalena Barat.

En su libro, formado por apuntes al dictado, a veces sin comprender del todo lo que escribía, y que sus superioras trataron de traducir al francés-del español propio- y publicar, «Un Llamamiento al amor » se hallan frecuentes bajadas al infierno,  a veces ante los ojos de sus superioras, que estupefactas la veían desaparecer de su presencia. Allí estaba a veces varias horas, después lo describe  y… no siempre salía indemne.  Grandes quemaduras en el torso y pecho quiso Dios, que permanecieran con ella hasta su muerte, proporcionándole sufrimientos que ella aceptaba en su condición de víctima de reparación. Era la condición que Jesús ponía para que en atención a estos sufrimientos se salvaran muchas almas. También  estas bajadas son un contrapunto a las bajadas al infierno de sor Faustina. Aunque ésta salía de allí sin sufrimientos visibles (a lo que creo)

Sería interesante trasladar aquí las palabras de Jesús y de María Santísima acerca del  gran número de los que caen en el «abismo de la perdición», [aunque nunca en términos comparativos mayor, menor, etc.. ] y ver la actitud de todo un Dios ante aquellos pecadores que rechazaron sus gracias a veces otorgadas a lo largo de largos espacios de tiempo, precisamente para evitar su condenación. Son conmovedoras las expresiones de tristeza y gran dolor por parte de Jesús, ante la segura perdición de muchas de ellas. Es chocante ver a un Dios -el Omnipotente- mostrarse impotente ante la libertad humana, que repetidamente desprecia a su Salvador. Es el misterio de la Justicia Divina, ante la que se doblega el mismo Sagrado Corazón, no sin haberse ahorrado sufrimientos propios  y dolores en su Pasión;  y en el tiempo actual, los sufrimientos de sus almas víctimas a las que les «mendigaba» estos sufrimientos, precisamente por su amor a las almas. Todo esto significa rozar misterios que superan la humana comprensión

Conclusión

Yo pienso que se impone una conclusión que reúna las dos concepciones que hemos citado:

  1. Por una parte ser optimistas respecto de la Misericordia y Providencia de Dios. Hay que alejar toda sensación de derrotismo y desaliento.  La vida en gracia es algo muy difícil, es cierto. Pero se impone la confianza. Nunca nos faltará ayuda. El conocido dicho de San Alfonso : «El que ora se salva, el que no se condena», puede darnos la pista para hacer lo que verdaderamente es fácil de hacer. Como dice el mismo P. Royo Marín, el Rosario en el que repetimos 50 veces «Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte», supone miles de peticiones que en la hora de la muerte habremos hecho a la  Reina y Auxilio de los Cristianos, y que es imposible que queden vacías.

En la misa también repetimos peticiones semejantes. Como en la oración  puesta por San Gregorio en el canon: «Ab aeterna damnatione nos eripi et in electorum tuorum iubeas grege numerari».. o también  «a te nunquam separari permittas»…»non mihi proveniat in juditium et condemnationem»  . En realidad la Iglesia desde siempre ha puesto en nuestra boca súplicas por nuestra salvación.   y nunca ha alegado teorías dudosas que si fuesen ciertas, no deben ser utilizadas para obtener una falsa confianza.

  1. Pero tan malo como la desconfianza es la presunción. Nadie debe esperar auxilios especiales en la última hora, basándose en teorías que si fuesen verdaderas, son imposibles de conocer a ciencia cierta.  Es un maestro en esto San Alfonso, que a lo largo de su «Preparación a la muerte» no cesa de prevenir contra la falsa seguridad y confianza imprudente.  Como él dice, ahora es el tiempo de la Misericordia. Después de la muerte, es el tiempo de la Justicia.
  2. Por último,  respecto de la salvación de otros, particularmente familiares y amigos, no se promete «infalibilidad» para la oración dicha por ellos (al revés de la que hacemos por nosotros mismos con las debidas condiciones). Pero no deja de ser verdad, que Jesús y María siempre han pedido nuestros oraciones por ellos. «Muchas almas se condenan porque no hay nadie que rece por ellos«, dijo Nuestra Señora en Fátima.

Pero he aquí esto que dijo Jesús a su confidente , sor Josefa que nos puede llenar de confianza y gratitud:

«Cuando un alma ruega por un pecador , con deseo ardiente de que se convierta, mi Corazón encuentra en esta súplica reparación por la ofensa recibida, Y LA MAYOR PARTE DE LAS VECES  ESTA ALMA OBTIENE LO QUE PIDE AUNQUE SEA EN EL ÚLTIMO MOMENTO.

De todos modos, la oración nunca se pierde porque repara la injuria que me causa el pecador, y si no éste, otros mejor dispuestos alcanzarán misericordia y recibirán el fruto de esta oración.

Hay almas que durante su vida y también por toda la eternidad están llamadas a darme la gloria que les pertenece darme y la que me hubieran debido dar otras almas que se han perdido. De este modo mi gloria no sufre mengua, pues un alma justa puede reparar los pecados de otras muchas. (

Pues parece que en esta hermosa confidencia obtienen respuesta nuestras inquisiciones sobre los muchos que se salvan o podrían salvarse mediando nuestras oraciones y sufrimientos.  Igualmente da pie a pensar que en el último momento, algunas almas por quienes rogamos ardientemente obtendrán misericordia.

 

13 respuestas »

  1. Esta pregunta sobre si son muchos o pocos los que se salvan se ha hicieron a Jesús, quien dando un rodeo les respondió: «esforzaos por entrar por la puerta estrecha porque muchos son los que andan en la puerta ancha que lleva a la perdición».

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  2. En realidad los que predicaron en el pasado sobre «el gran número de los que se salvan» o sobre la «iluminación final», son simples precursores de la doctrina de la iglesia modernista actual (v.g. Bergoglio) que en realidad predica la salvación de todos (incluyendo a los ateos) y que convierte la justicia divina en una simple broma. Pero, como grandes precursores de la Iglesia apóstata actual, merecen especial interés de parte de los estudiosos de la jugada maestra de Satanás en nuestra época.

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  3. Puedo estar equivocado, pero meditando sobre este tema, llego a varias conclusiones:

    1º.- Los Evangelios, las Epístolas, el Apocalipsis y el Antiguo Testamento no parece que contengan textos en los que apoyar la tesis de Royo Marín y mucho menos la de Fr. A. Getino.

    2º.- Si bien Royo Marín es uno de los últimos escolásticos españoles, también es verdad que, desgraciadamente, parte de su teología fue dañada por las tesis conciliares sobre la libertad religiosa y el ecumenismo. A medida que se sucedían las ediciones de su libro Teología de la Salvación, fue adaptando su discurso al nuevo espíritu. He leído, casi devorado, dos veces ese libro y unas cuantas veces más cierto capítulos; si bien los principios suelen ser exquisitos, los abandona respecto a esta tesis muy suya. Igual le ocurre respecto al dogma «fuera de la Iglesia no hay salvación». En definitiva, si bien la primera parte de ese su libro es muy buena, la segunda parte, donde se contienen estas hipotesis y sus esperanzas respecto al concilio, no me parece recomendable para un católico. En otros tiempos, es muy probable que este libro iría al «Indice», por cómo trata estas dos cuestiones. Me ha parecido sospechoso que no haya escrito nada (al menos no lo conozco) denunciando la nueva filosofía, teología y liturgia que invadieron la Iglesia. Hay que tener en cuenta que vivió (no sé en que condiciones) durante todo el pontificado de Pablo VI y Juan Pablo II ¿Cómo no levantó la voz, cuando otros intelectuales y teólogos, de mayor talla, a mi parecer, si lo hicieron de la mejor manera que supieron: Ejemplo Romano Amerio.

    3º. La teoría de la iluminación final no deja de ser una especulación de nuestro entendimiento que no tiene fundamento ni en las Sagradas Escrituras ni en la Tradición, sino en el buenismo modernista y del esprítu de la apostasía que le resulta incomprensible a él que Dios permita que se condene, por ejemplo, ese recalcitrante adúltero que abandona a sus hijos y a su esposa, porque ama a la vecina, esposa de su prójimo . No quiero decir que no sea cierta dicha especulación propia de la soberbia de la inteligencia, afeminada de hoy y nada recia ni viril, sino que ésta es fruto, no de la fe teologal que cree a Dios que revela por su Autoridad. Lo que ocurra o no en el momento inmediato anterior a la separación del alma y cuerpo no ha querido revelarlo Nuestro Señor, puesto que mandó nos «vigilad y orad. y nos dijo: » «la Puerta es angosta..» «muchos son los llamados y pocos los elegidos..»; el número de las vírgenes necias es el mismo que el de las diligentes, etc..

    4º.- Que Royo Marín, a caballo entre el pre y postconcilio pierda su tiempo en dar estas esperanzas que la Revelación no sostiene, pero que son muy queridas por los católicos que aman el mundo, indican cuál era el estado de la cierta teología preconciliar y explica la lógica deriva a la que se ha llegado.

    y 5º.- Cierta o no esta hipotesis que no consta en la Revelación, me parece que no ayuda en nada a que los hombres secunden las gracias actuales para evitar el pecado, sino que más bien lleva a la presunción, actitud muy apropiada para deslizarse por el camino de la perdición eterna. De hecho, muchos católicos ‘comprometidos’ han leído esas tesis de Royo Marin,pero casi todos son canes mudos ante el sacrilegio de Asis y la apastasía de la jerarquía «in crecendo», etc, etc. La respuesta verdadera del católico ante esta pregunta y por tanto de la verdadera teología es: «Himildemente no lo sé, toda mi teología no sirve para nada, es absolutamente inútil, porque Dios no quiso revelarnoslo para que oremos y vigilemos sin cesar, esforzándonos por entrar por la puerta estrecha

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  4. Que tema dificil. Estoy de acuerdo en que no hay sustento escriturístico para la teoría de la «iluminacion final». Aunque, por supuesto, hay casos de conversiones in extremis. Por ejemplo me viene ahora a la mente el caso de San Dimas, el «buen ladron», que se salvo por los pelos y es la única persona de la que sabemos por boca de Jesús mismo que está en la gloria.

    Sin embargo esto es bastante diferente de la «iluminación final» según la vidente Robin. Según esa teoría, la iluminación final es una gracia que se le concede a todo el mundo ¿A los que están fuera de la Iglesia también?. Para ir al infierno habría que ser más tonto que malo, porque ¿Quién se va a negar a una oferta tan generosa de Dios? ¿Quién va a elegir voluntariamente el infierno? Es decir, la «iluminación final» es demasiado parecida a lo que todo pecador quisiera/quisieramos. Cuando uno ve un negocio tan bueno, un verdadero «chollo» como dicen los españoles, lo mas probable es que se trate de un «timo», espiritual en este caso.

    Pero, el tema es dificil y doloroso, particularmente cuando uno tiene seres queridos que han fallecido en situación «dudosa». Uno quisiera que hayan tenido la oportunidad de arrepentirse, de aceptar a Dios en algun momento de lucidez antes de morir. Uno quisiera encontrarlos en la gloria, que no parecería ser tan perfecta si esos seres queridos estuvieran simultáneamente en un lugar de sufrimiento eterno. Por eso, siguiendo el pedido de la Virgen en Fátima, rezo por esas almas en la esperanza de que algo pueda hacer por ellas.

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  5. Hay que evitar los extremos. Nadie está obligado a creer las teorías hipotéticas, pero tampoco a menospreciarlas cuando no contradicen los fundamentos dogmáticos..

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  6. Frecuentemente acompaño a las almas agonizantes y les obtengo confianza en la misericordia divina. Entonces suplico a Dios que les otorgue toda la gracia divina, que siempre es victoriosa….

    Ella misma lo dice, acompaña a esas almas, es parte de la oración de intercesión que ella hace, como así también muchos santos en la historia lo hicieron gracias a los méritos de sus sufrimientos.

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  7. Este Padre cita a San Juan Crisóstomo,(además a san Vicente Ferrer y otros teólogos) y hay un sermón donde san Juan Crisóstomo, explica en detalle lo que nuestro Señor Jesucristo, la Luz, única por eso ilumina, el capítulo de san Juan III a un maestro Nicodemo que no comprendía la enseñanza, (por ser carnal todavía como todos los del viejo testamento) y las Palabras de nuestro Señor y lo que significa nacer de nuevo y es a partir del Bautismo. Es pasar de la muerte, a la vida , o de las tiinieblas a la LUZ del Señor, y no al reves. Por eso Bautismo, como está ordenado por Dios, y nacer de nuevo son condiciones para entrar por la puerta al Reino de los cielos. Quien no lo comprende, o lo ignora y no se lo explican pierde ese destino prometido por Dios. Y eso lo deben explicar claramente la Iglesia (verdadera) y el Clero Fiel . Gracias.

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  8. Al respecto hay una anécdota que no recuerdo bien si es atribuida al Santo Padre Pío de Pietrelcina o al Santo Cura de Ars.
    De una Sra. esposa de un masón, que se suicidó, ella buscaba denodadamente acercarse al Padre en cuestión y no lograba hacerlo, para preguntarle si su esposo por el que había orado tanto había logrado su salvación, máxime que se había suicidado, el Padre le dijo: Del puente al agua el hizo una contrición perfecta.(es como la recuerdo no se si me equivoque en algo)

    Lo que nos lleva al punto de ORAR Y SACRIFICARNOS por la conversión y salvación de los pecadores esperando contra toda esperanza.

    Y segundo no obviar nuestra salvación, pedir con insistencia nos sea dada la gracia de la perseverancia final, el verdadero arrepentimiento de los pecados conocidos y desconocidos. Y confiar en que seremos escuchados.

    Pues muy bien puede pasar que creamos somos buenos, tener una buena idea de nosotros mismos como el fariseo, y no serlo en absoluto.

    Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, ten misericordia de mí que solo soy un pecador.

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  9. Este estudio que agradezco publicación nos explica el por qué el bautismo san Marcos XVI,16, es condición para ser salvos y es además iluminación y otros detalles de lo que significa «nacer de nuevo». Si bien hay un número claro de sellados puros no es así en cuanto a salvos, ese número en su infinita bondad nuestro Padre y salvador, lo ha dejado abierto: Gracias.

    San Juan Crisóstomo: Conversación con Nicodemo (Evangelio según San Juan III).
    La conversación con Nicodemo. El agua y el Espíritu. Las dos creaciones. ¿Por qué el agua? Rogar a Jesucristo. Renacimiento espiritual. ¿Qué significa esto? Nacer del Espíritu. Símbolos del bautismo.

    http://www.holytrinitymission.org/books/spanish/bautismo_padres_griegos.htm#_Toc44026750

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  10. Parece ser que el don de ciencia nos permite ver con claridad la maldad del pecado, se habla de un momento de iluminación de consciencias en el gran Aviso, donde algunos reaccionarán bien y otros por estar tan tomados por el pecado y el error se pondrán peor..¿será este el don que le darán a las personas en ese momento?
    Por lo pronto podemos invocar al Santo Rostro:
    muéstrales, Señor, tu Santo Rostro a los agonizantes, que vean sus pecados y los lloren con dolor.

    Y una oración sacada de un áncora de salvación:
    Oh misericordiosísimo Jesús, abrasado en ardiente amor de las almas, suplico por las agonías de Vuestro Sacratísimo Corazón y los dolores de Vuestra Inmaculada madre que laveis con Vuestra Sangre a todos los pecadores de la tierra que están ahora en la agonía y hoy tienen que morir,
    Corazón agonizante de Jesús tened misericordia de los moribundos (especialmente por … se puede pedir por alguien en particular) y concédeles un acto de perfecta contricción o una confesión bien hecha.

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