[Comentario de Penthos]

La oración oculta (y no tan oculta) de San Jorge Bergoglio

Señor aquí nos tienes. Somos los que practicamos el catolicismo auténtico, el impoluto, el primitivo.
Nosotros no somos como estos católicos miopes, cerrados, inquisitoriales y supersticiosos que nos rodean
Nosotros sabemos del Cristo cósmico, en que juntamente nos mezclamos todos los hombres, sea cual sea su fe y su ideología.
Nosotros Señor, evitamos los excesos de la inflación mariana
Y nos apena tanto fetichismo de medallas y rosarios, exvotos e imágenes.
Nosotros queremos, acaso, los templos de paredes lisas, los crucifijos de hierro, ininteligibles y retorcidos.
Imágenes simbólicas que no estorben nuestra exclusiva y cristocéntrica oración salmódica inexistente.
Nosotros Señor, tenemos compasión de las viejas beatas y sus monsergas. Definimos como beaterías insoportables y monólogos sosos la acción de gracias de la comunión, la charlatana monotonía de las novenas y de toda clase de cantinelas ridículas.
Que bien entendemos, Señor, las exigencias de nuestro cristianismo.
Aborrecemos todo triunfalismo. La pura y aérea, invisible y espiritual Iglesia, debe huir de todo triunfalismo, juridicismo y escolasticismo. Tu Iglesia debe ser totalmente espiritual, sin moralismos y asistemática a toda norma y ascética
Hay que borrar los estigmas de la funesta “era constantiniana” y del fatídico Concilio
de Trento.
El ideal es el Estado laico y socialista, la escuela sin religión, el cura sin sotana, la iglesia sin campanas, la evangelización sin conversiones, el bautismo en edad adulta, la misa dominical facultativa, la ecuménica fraternidad con los masones y otros queridos hermanos separados.
Lo que no podemos tolerar, Señor, son los integristas que tanto daño hacen a la Iglesia con su cerrazón contrarreformista, todavia en las tinieblas del Syllabus.
Dadnos Señor, católicos con la mentalidad nueva. Católicos que no den importancia al sexto mandamiento y solamente se inflamen por la misericordia o sea callando los dogmas estancados con las caducas fórmulas escolásticas para navegar en un continuo devenir evolutivo.
Dadnos católicos con mentalidad abierta, de moral cambiante, de testimonio sin palabras, sin eficacia y sin resultado.
Libranos, Señor, de los católicos todavía con espíritu de cruzada. Ahora, Señor, lo único que se puede desear, como signo de la pobreza más eficiente, es el despojo de los templos, que nuestros obispos sean elegidos por el pueblo laical con los votos de los militantes de la nueva ola misericordiosa.
Que pronto, Señor, celebren nuestros sacerdotes la misa sin ornamentos o que no celebren si les place. Que se libren de los ornamentos, restos de formas arcaicas e incomprensibles para el católico de las comunidades aperturistas que forjamos nosotros, los únicos católicos sinceros que han existido en todos los siglos, empeñados en la purificación de la Iglesia de tantos lastres inútiles e inservibles, mientras entonamos a cada hora el «mea culpa» de la Iglesia manchada y pecadora, que tantos fallos ha tenido hasta que hemos llegado nosotros.
Permitid, Señor, que para que el testimonio cristiano sea más tangible, en este ardiente himeneo entre tu Iglesia y el mundo, se suprima ya sin hipocresía el celibato eclesiástico, se legalice el divorcio, se canonice el onanismo y a las puertas de las iglesias que se regalen gratuitamente las píldoras anticoncepcivas.
Esto será, Señor, la plena puesta al día de tu Iglesia, amancebada con el comunismo, coexistente con todas las confesiones, anulados los mandamientos, suprimida toda exterioridad, borrados los santos y eliminados los torpes católicos negativos, los de la moral del no y los anatemas.
Entonces, Señor, será el paraíso en la tierra, frenado y anulado el dogma cavernícola de la infalibilidad pontificia, en mala hora definida y con tu Iglesia pura, pura y ultrapura hasta desaparecer del todo.
Esta es la gracia que de corazón y con todas nuestras fuerzas deseamos los católicos aliados con los judíos y masones y todos los progresistas del orbe terráqueo. Amén.
Penthos 20-VIII-2016