
San Timoteo. Vitrina. Termas de Cluny. París. S. XII.
La víspera del día de acción de gracias por la milagrosa conversión del Apóstol de los Gentiles, se nos recuerda la festividad de San Timoteo, el más querido discípulo de aquél hombre sublime, infatigable compañero de Pablo, el amigo a quien el gran Apóstol escribió su postrera carta, pocos días antes de derramar su sangre por Jesucristo. En la víspera de la festividad de la conversión de San Pablo, es el heraldo de su maestro, próximas todavía las fiestas del Emmanuel manifestándose en su cuna. También hemos celebrado recientemente la festividad del Bien Amado Juan, con quién ha ejercido la solicitud por la Iglesia de Éfeso. Allí ofrece sus salutaciones y alabanzas, a Esteban y a los otros mártires que le han precedido y les ofrece la palma que él también ha conquistado. Finalmente diremos que allí en Éfeso ofrece a María el homenaje que también recibe de la cristiandad de aquél lugar, cristiandad que Ella santifica con su sola presencia y que comparte con Jerusalén la gloria de tener en su seno a Aquélla que no es solamente como los Apóstoles, testigo, sino también, por ser Madre de Dios, el inefable instrumento de salvación de los hombres.
24 de enero San Timoteo, obispo y mártir. Año 97.
Apuntes biográficos.
San Timoteo es el patrono de los malestares estomacales. Su nombre significa: «Tengo un gran respeto a Dios.» Nació en Listra, Licaonia (Asia Menor), de padre griego y madre judía. Se sabe de él gracias a las tres epístolas del apóstol San Pablo. Desde muy temprana edad fue instruido en las Sagradas Escrituras. Se cree que su madre Eunice, su abuela Lois y él mismo abrazaron el cristianismo y se hicieron bautizar durante la primera visita de San Pablo a Listra.

San Timoteo, de niño con su abuela Loíde. Rembrandt, S. XVII.
Que esa fe se conserve en ti, ya que desde tu más tierna edad te hicieron leer y meditar las Sagradas Escrituras» (1 Tim. 1:5; 4:14).
Cuando Pablo regresó a ese lugar, en su segundo viaje misionero, los cristianos de allí le dieron maravillosas recomendaciones acerca de Timoteo. Entonces Pablo le impuso las manos y le confió el ministerio de la predicación. [ Notemos cómo el oficio de la predicación requería en la primitiva cristiandad la ordenación que les confería jurisdicción para tan sublime cargo]

Ordenación de San Timoteo. Legenda áurea. BXVI. De Vorágine. S. XV .
Así, el apóstol lo escogió como colaborador, gran amigo y compañero de misiones –que fueron muchas veces difíciles y confidenciales, y, en adelante lo consideró siempre como un hijo suyo. En la segunda carta a los Corintios, el apóstol se refiere a él como: «Timoteo, mi hijo amado» (1 Corintios); y lo llama de la misma manera en las dos cartas que le escribió a él.
En efecto, los encontramos a ambos juntos en la primavera del año 50 al otoño del año 52: en Éfeso, Jerusalén, Roma, Frigia, Galacia, Macedonia, Tesalónica y Corinto. Más tarde, San Pablo le escribirá recordándole lo buena que fue su familia: «… Que esa fe se conserve en ti, ya que desde tu más tierna edad te hicieron leer y meditar las Sagradas Escrituras» (1 Tim. 1:5; 4:14).
Ciertamente, la familia de Timoteo experimentó abundantes gracias de conversión y crecimiento espiritual durante la estadía de Pablo y Bernabé en su casa. Allí les ocurrió a los dos predicadores que tras la curación de un hombre tullido, realizada por medio de Pablo, la gente de aquella región los confundió con dioses disfrazados de hombres. Entonces quisieron adorarlos y ofrecerles sacrificios.

San Pablo y San Timoteo, compañeros infatigables en el Apostolado, Biblia historiada. Guiard des Moulins. Abbaye de Saint-Omer. S.XIV.
Por su parte, Pablo, al darse cuenta, les aclaró que eran tan sólo criaturas igual que ellos. Entonces los judíos incitaron al pueblo contra Pablo y Bernabé. Apedreándolos, los dejaron casi muertos, pero los cristianos los condujeron a la casa de Timoteo, en donde fueron atendidos.
Para el año 53, Pablo envía a Timoteo a las Iglesias de Macedonia y de Corinto. Trabajaron juntos nuevamente los años siguientes en Macedonia, en el Peloponeso y en la Tróada. Y cuando Pablo les escribe a los romanos, desde su prisión, les menciona que lo acompaña Timoteo, su fiel discípulo.

San Pablo y San Timoteo. Biblia historiada. Guiard des Moulins. S. XV .
La primera carta que le escribió S. Pablo a Timoteo fue en el año 65, desde Macedonia; y la segunda, desde Roma, mientras se encontraba preso, aguardando su ejecución.

San Timoteo recibe de San Pablo la primera espía rola. Biblia historiada a. Guiard des Moulins. París. S. XIV.

San Pablo envía su primera Carta a San Timoteo. Biblia historiada. Guiard des Moulins. S. XV .
En una de las cartas del apóstol a Timoteo, le dice: «Que nadie te desprecie por tu juventud. Muéstrate en todo como un modelo para los creyentes, por la palabra, la conducta, la caridad, la pureza y la fe» (2 Tim. 2).
En otro pasaje, el apóstol desciende a detalles prácticos como la recomendación de que no tome sólo agua sino también un poco de vino, debido a los continuos malestares estomacales de Timoteo (Cf. 1 Tim. 5:23).

San Pablo escribió a Timoteo 2 cartas.
En su segunda Carta a San Timoteo le predice cosas de perenne actualidad, particularmente en nuestros tiempos:
Codex Barberinianus latinus. Biblioteca Vaticana.. S. VII.
Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, inhumanos, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios. Tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza.
A esos apártalos de ti. Porque de ellos son los que se infiltran en las casas y se ganan mujerzuelas cargadas de pecados, juguetes de las más diversas pasiones, que siempre están aprendiendo y nunca serán capaces de llegar al conocimiento de la verdad. Así como Jannes y Jambres resistieron a Moisés, de igual modo resisten éstos a la verdad; hombres de entendimiento corrompido, réprobos en la fe. Pero no adelantarán nada, porque su insensatez se hará notoria a todos como se hizo la de aquéllos.
Ordenación y martirio por lapidación de San Timoteo. V. De Beauvais. S. XV.
Segunda Carta a Timoteo III,1-9.
El historiador Eusebio cuenta que S. Pablo nombró a Timoteo primer obispo de la Iglesia de Éfeso. Allí, Timoteo fue apaleado y apedreado por orden del emperador Diocleciano, ya que se oponía a un festival pagano en honor de Diana. Así pues, recibió la corona del martirio en el año 97.
Los restos de S. Timoteo se encuentran en la Iglesia de los Apóstoles en Constantinopla; y, según la tradición, los fieles reciben grandes favores cuando rezan a sus pies.

San Timoteo. Biblia greca. S. XI.

Breviario de Martín de Aragón. España. S. XV.
Fotos parcialmente extraídas de Hodiemecum
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Una puntualización: Las reliquias de san Timoteo están conservadas al lado de las de su maestro san Pablo, en la Basílica Patriarcal de San Pablo en Roma, debajo de su altar mayor, custodiados por los monjes benedictinos desde luengos siglos.
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