BERGOGLIO ENREDADO EN OTRO ENCUBRIMIENTO

El artículo de Tossati fue eliminado de su sitio web poco después de su publicación …
El 26 de mayo de 2018, el periodista Marco Tosatti de La Stampa en Turín, Italia, publicó un artículo en su página web Stilum Curiae informando de la participación del Papa Francisco en el encubrimiento de un sacerdote pedófilo en Buenos Aires cuando era arzobispo de esa ciudad . El artículo actualizó algunos datos antiguos poco conocidos publicados por el blog español Publico . Poco después, sin embargo, el artículo de Tossatti fue eliminado de ese sitio , probablemente debido a la presión del Vaticano. No obstante, el artículo completo había sido transcrito por otro sitio web italiano: Acta Apostolicae Sedis . El lector puede encontrar una instantánea aquí; la segunda parte de la publicación es el artículo de Tossati. El blog brasileño Fratres in Unum tradujo el texto al portugués, que fue donde lo encontré, con diversos enlaces al texto español e italiano. Agradezco al blog por este importante servicio público. Transfiero los datos al inglés [español] y paso la información a mis lectores.
La historia del caso y el encubrimiento
En mayo de 2013, el Tribunal de Apelaciones de Quilmes, Buenos Aires, Argentina, confirmó una sentencia del Tribunal Municipal condenando a la Diócesis a pagar US $ 27,000 a la víctima de pedofilia para compensar sus daños psicológicos, tratamiento y el daño moral sufrido.
Poco después, en ese mismo mes de mayo de 2013, el blog español Publico destacó el caso de un argentino de 15 años, Gabriel Ferrini, que había sido abusado por el P. Rubén Pardo en 2002. Inmediatamente después de haber sido violado sexualmente, el joven denunció el crimen a su madre, Beatriz, la cual acudió al obispo de Quilmes, Luis Teodorico Stöckler.
La Diócesis de Quilmes está subordinada a la Provincia de Buenos Aires, cuyo Arzobispo en ese momento no era otro que Jorge Bergoglio. El obispo Stöckler llamó al sacerdote para confrontarlo con la acusación. Pardo reconoció el abuso ante el Obispo 96 horas después de que el abuso tuviese lugar.
A la izquierda , p. Rubén Pardo; a la derecha , Gabriel Ferrini
Como el obispo se demorase en castigar al sacerdote, Beatriz Varela trató de hablar con el arzobispo Jorge Bergoglio. Sin embargo, éste se negó a recibirla y ordenó a sus guardaespaldas que impidieran que ella entrara en su residencia. Sintomáticamente, al mismo tiempo, el Arzobispo de Buenos Aires invitó al sacerdote pedófilo a vivir en una cómoda residencia bajo su jurisdicción.
El abuso tuvo lugar el 15 de agosto de 2002. Beatriz Varela era trabajadora en una escuela diocesana de Quilmes. Entonces fue cuando había pedido al vicario de la parroquia local, el P. Rubén Pardo, que instruyese a sus dos hijos en las verdades de la Iglesia Católica. El sacerdote fue a su casa y, después de dar algunas clases, le dijo a Beatriz que continuaría las instrucciones en la iglesia con tal de que Gabriel pasara la noche allí. También le dijo a la madre que de esta manera el joven podría ayudar a la misa de la mañana temprano.

Hipocresía: El Arzobispo Bergoglio no recibió a la víctima de la madre y envió a sus guardaespaldas contra el
Con el consentimiento de su madre, el joven fue a la rectoría a tomar su clase. Esa noche, Pardo invitó a Gabriel a dormir con él en su cama. El joven primero interpretó el gesto como una invitación paterna, hasta el momento en que el sacerdote lo violó sexualmente. Gabriel informó más tarde: «Sabía que me estaba violando pero no podía pensar en cómo evitarlo, porque estaba en estado de shock y tenía mucho miedo».
Cuando el sacerdote consumó el acto y se quedó dormido, Gabriel salió y corrió hacia su casa e informó lo que le había sucedido a su madre. Beatriz fue directamente al Obispo Luis Stöcker. Ella declaró: «Inicialmente, mostró consternación, pero, pasaba el tiempo, sin tomar ninguna medida». En cambio, continuó, el Obispo «trató de minimizar el caso, diciendo que tenía que ser misericordioso con las personas que eligieron el celibato como una vocación porque tienen momentos de debilidad. »
Beatriz le dijo al Obispo que ella quería» la verdad, la justicia y la garantía de que algo así no le pasaría a nadie más «. El Obispo entonces la amenazó echarla de su empleo. «Trabajaba para la escuela en la Diócesis», dijo, explicando su difícil situación.
Despuės Beatriz recurrió al Tribunal de la Iglesia, cuyo presidente «se negó a aceptar la denuncia». Quince días después, fue entrevistada por cuatro sacerdotes «que me sometieron a un interrogatorio humillante con preguntas lascivas y tendenciosas, como si sólo yo hubiera sido quien había inducido al abuso [de su hijo] , cuando sabían con seguridad que el abusador había admitido el hecho 96 horas después del episodio ante el Obispo, quien lo había reprendido».
La madre de la víctima también fue a la Arquidiócesis, a la residencia del Arzobispo Jorge Bergoglio. Él se negó a recibirla y envió a sus guardias de seguridad para expulsarla de la propiedad. Poco después, ella supo que el P. Rubén Pardo fue invitado a vivir en la Casa del Vicario en el barrio de Flores, dependiente directamente del Arzobispo de Buenos Aires. Ella observó: «Bergoglio estaba al tanto de esta situación porque nadie puede ser instalado en la Casa del Vicario sin la autorización del Arzobispo».

Arriba , Beatriz Varela; abajo, 0su hijo Gabriel Ferrini
Sacando valor acusa al Papa Francisco:
«Este es el compromiso de Bergoglio: habla en contra de los casos de pedofilia en la Iglesia, pero usa la hipocresía, la mentira y la complicidad para cubrirlos. A él no le importan Dios y la sociedad «.
Incluso hizo una censura más general:
» En la Iglesia todos saben y todos callan; por lo tanto, todos son cómplices «.
También mencionó otros casos que conocía:» Hubo sacerdotes que fueron transferidos a la Arquidiócesis de Córdoba después de que yo hiciese la denuncia. El viernes pasado una madre desolada me llamó porque su hija de 4 años había sido violada por esos dos sacerdotes, que todavía trabajan en la escuela. … Otros niños todavía hoy están en riesgo «. La madre de la niña maltratada no quería ir a la imprenta, pero sí inició una demanda contra los sacerdotes.
Con respecto al veredicto final del Tribunal de Apelaciones y el Tribunal de Quilmes, ella también tenía recuerdos amargos: «Cuando el sacerdote que abusó de mi hijo murió [de SIDA en 2005], el proceso desapareció durante dos años. Cuando la demanda cayó en riesgo de expirar [por el estatuto de limitaciones], mi hijo intentó suicidarse. Tuvo que ser internado durante un mes y medio en una clínica psiquiátrica. Ninguna cantidad de dinero puede compensar lo que hemos sufrido «.
El hijo, Gabriel Ferrini, también tenía su opinión sobre la sentencia:» El veredicto estableció un precedente judicial y puede ayudar a otras víctimas para que no les resulte tan difícil hallar una solución.
«Es necesario actuar porque mucha gente teme o se avergüenza de denunciar y discutir con alguien vestido de clérigo«.
Este es el caso que salió a la luz a fines de mayo, cuando Marco Tossati destacó la sentencia del Tribunal de Apelaciones de Quilmes declarando que la Diócesis de Quilmes [cuyo Arzobispo era Bergoglio] era culpable de abuso de pedófilos.
Este caso resurgió en el momento en que el Papa Bergoglio estaba siendo asediado por la indignación pública por su nominación y encubrimiento del Obispo Barros en la Diócesis de Osorno, Chile. Entonces, siguiendo su viejo patrón de acción, Bergoglio innegablemente, envió a sus «guardias de seguridad» para amenazar al periodista italiano que intentaba hacer públicos estos datos.
Hace años en Buenos Aires usó el mismo sistema de brazo fuerte contra Beatriz Varela; ahora en Roma, parece estar usando un procedimiento idéntico con Marco Tossati. Permítanme ayudar a exponer este argumento. No me gustan los «guardias de seguridad» utilizados para este propósito. Me recuerdan los métodos de Al Capone. Además, creo que es hora de que los católicos tomemos conciencia de lo que realmente son los procedimientos «honestos, puros, misericordiosos y humildes» de nuestro Santo Padre.
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