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SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA, OBISPO Y DOCTOR


9 de  febrero San Cirilo  de Alejandría. Obispo y Doctor de la Iglesia. S.IV.

Foto de «Sicut Oves» blog.

“Nosotros por la fe de Cristo estamos dispuestos a padecerlo todo: Las cadenas, la cárcel, todas las incomodidades de la vida y la misma muerte”.

Su autoridad sirvió santamente los designios de Dios. San Cirilo es famoso por su defensa de la ortodoxia contra la herejía, particularmente contra el nestorianismo.

Arzobispo de Alejandría (Egipto). Defensor de la doctrina que proclama a María la Theotokos: Madre de Dios. Esta doctrina fue proclamada como dogma en el Concilio de Efeso (431) que San Cirilo presidió bajo la autoridad el Papa Celestino. Su gran oponente era Nestóreo, patriarca de Constantinopla.image

Al ponerse en duda que María es madre de Dios se ponía en duda la identidad de Jesucristo quien es una persona divina. Por eso San Cirilo no solo aportó a la Mariología sino también a la Cristología.

El argumento de San Cirilo: María es la Theotokos, no porque ella existiese antes de Dios o hubiese creado a Dios. Dios es eterno y María Santísima es una criatura de Dios. Pero Dios quiso nacer de mujer. La persona que nace de María es divina por lo tanto ella es madre de Dios.

Su santa defensa de la verdad le ganó la cárcel y muchas luchas pero salió victorioso.

Testimonio de San Cirilo al final del Concilio de Efeso:

«Te saludamos Oh María, Madre de Dios, verdadero tesoro de todo el universo, antorcha que jamás se apagará, templo que nunca será destruido, sitio de refugio para todos los desamparados, por quien ha venido al mundo el que es bendito por los siglos. Por ti la Trinidad ha recibido más gloria en la tierra; por ti la cruz nos ha salvado; por ti los cielos se estremecen de alegría y los demonios son puestos en fuga; el enemigo del alma es lanzado al abismo y nosotros débiles criaturas somos elevados al puesto de honor».
Cirilo fue una figura de relieve por el desarrollo teológico de sus escritos, en especial por su defensa de la unión entre la divinidad y la humanidad de Jesús, frente a las tesis de Nestorio, que en el año 428 ascendió a la sede de Constantinopla. Cirilo aprovechó el error dogmático de Nestorio para deponerlo de su sede. Participó activamente en el Concilio de Éfeso (431), convocado por el emperador Teodosio II, y logró que se proclamara a María la Theotokos: [1] Madre de Dios. Cirilo presidió el Concilio bajo la autoridad el Papa Celestino I.

De sus obras:
Cristo entregó su cuerpo para la vida de todos
Efusión del Espíritu Santo sobre toda carne Comentario de Juan
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos Comentario de Juan
A todos alcanzó la misericordia divina Comentario a Romanos 15,

Dios nos ha reconciliado por medio de Cristo y nos ha confiado el ministerio de esta reconciliación. Comentario a 2 Corintios
Defensor de la maternidad divina de la Virgen María
Alabanzas de la Madre de Dios -Homilía pronunciada en el Concilio de Éfeso en espíritu y en verdad.
Polémicas:
Contra las blasfemias de Nestorio;
Tesoro de la santa y consustancial Trinidad: frente a los arrianos.

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San Cirilo de Alejandría, obispo, sobre la carta a los Romanos Cap 15,7

Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo y somos miembros los unos de los otros, y es Cristo quien nos une mediante los vínculos de la caridad, tal como está escrito: Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la ley con sus mandamientos y reglas. Conviene, pues, que tengamos un mismo sentir: que, si un miembro sufre, los demás miembros sufran con él y que, si un miembro es honrado, se alegren todos los miembros.

 Acogeos mutuamente –dice el Apóstol–, como Cristo os acogió para gloria de Dios. Nos acogeremos unos a otros si nos esforzamos en tener un mismo sentir; llevando los unos las cargas de los otros, conservando la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Así es como nos acogió Dios a nosotros en Cristo. Pues no engaña el que dice: Tanto amó Dios al mundo, que le entregó su Hijo por nosotros. Fue entregado, en efecto, como rescate para la vida de todos nosotros, y así fuimos arrancados de la muerte, redimidos de la muerte y del pecado. Y el mismo Apóstol explica el objetivo de esta realización de los designios de Dios, cuando dice que Cristo consagró su ministerio al servicio de los judíos, por exigirlo la fidelidad de Dios. Pues, como Dios había prometido a los patriarcas que los bendeciría en su descendencia futura y que los multiplicaría como las estrellas del cielo, por esto apareció en la carne y se hizo hombre el que era Dios y la Palabra en persona, el que conserva toda cosa creada y da a todos la incolumidad, por su condición de Dios. Vino a este mundo en la carne, mas no para ser servido, sino, al contrario, para servir, como dice él mismo, y entregar su vida para la redención de todos. Él afirma haber venido de modo visible para cumplir las promesas hechas a Israel. Decía en efecto: Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel. Por esto, con verdad afirma Pablo que Cristo consagró su ministerio al servicio de los judíos, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los padres y para que los paganos alcanzasen misericordia, y así ellos también le diesen gloria como a creador y hacedor, salvador y redentor de todos. De este modo alcanzó a todos la misericordia divina, sin excluir a los paganos, de manera que el designios de la sabiduría de Dios en Cristo obtuvo su finalidad; por la misericordia de Dios, en efecto, fue salvado todo el mundo, en lugar de los que se habían perdido.

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Oración de agradecimiento a la Virgen María
San Cirilo de Alejandría

O Santísima Señora, Theotokos, luz de mi pobre alma, mi esperanza, mi protección, mi refugio, mi consuelo, y mi alegría! Te agradezco por haberme permitido participar del purísimo cuerpo y de la purísima sangre de tu Hijo.

Ilumina los ojos de mi corazón, O Bendita Virgen que llevaste la fuente de la inmortalidad. O tiernísima y amorosa Madre del Dios misericordioso; ten misericordia de mi y concédeme un corazón arrepentido y contrito con humildad de mente.

Guarda mis pensamientos de que se pierdan en toda clase de distracciones, y hazme siempre digno, hasta mi último aliento, de recibir los purísimos misterios de Cristo para la sanación de mi alma y cuerpo.

Dame lágrimas de arrepentimiento y de agradecimiento para que Yo pueda cantarte y alabarte todos los días de mi vida, porque tu eres siempre bendita y alabada. Amén.

Fue declarado doctor de la Iglesia por el papa León XIII quien extendió su Oicio y Misa a toda la Iglesia

Textos de Corazones.org y de otros sitios de internet.

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