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SAN PEDRO SIGUE VIVIENDO Y PRESIDIENDO LA SEDE


[Vuelvo a publicar este interesante post. El autor disipa la dualidad del conclavismo y el privacionismo [La sede estará meramente privada de jurisdición y “materialmente” ocupada por herejes , es decir “no católicos”] . Entre este aparente dilema habrá que aceptar una vacancia prolongada que parece contradecir las palabras del Divino Fundador de la Iglesia.Tu es Petrus…en portae  inferni etc… San Pedro Crisólogo nos da una respuesta: Pedro sigue viviendo y presidiendo Ia Sede.

Ha habido en la historia hechos portentosos que lo demuestran. En las actuales circunstancias, algunos nos adherimos al Sedevacantismo “petrista” y estamos seguros que San Pedro vigila a su Iglesia e intervendrá en algún momento aunque sea por medios sobrenaturales. La jurisdicción inexistente en las actuales circunstancias en el Cuerpo de la Iglesia, existe en el trono petrino y algunas veces no se niega, por ejemplo en los confesores que reciben canónicamente la jurisdicción “ad casum “. Por supuesto rechazamos esa jurisdicción de que algunos alardean “en un estado de necesidad” con que algunos mangonean a placer la parte de la “Iglesia”  sobre la que ellos reclaman mando a pesar de Reconocer a aquél a quien resisten.]

[Es republicación de un post del año pasado con muy interesantes comentarios. La oportunidad de su publicación viene dada porque  rntonces fue hecha después de celebrar la festividad de San Pedro Crisólogo, cuya elección al pontificado se hizo  mediante la activa intervención del mismo San Pedro. Hoy un año después también hemos celebrado la festividad del gran doctor San Pedro Crisólogo]

[Comentario de James Stuart al post «San Pedro Crisólogo, Doctor de la Iglesia»]

SAN PEDRO SIGUE VIVIENDO Y PRESIDIENDO LA SEDE (s.Pedro Crisólogo)

Muy interesante la figura de san Pedro Crisólogo, entre muchas razones, por las dos siguientes:

– Primero, por la manera en que fue elegido. Porque los ravenenses ya habían elegido su propio candidato, y se dirigieron al Papa para que confirmara la elección. Pero he aquí que se le aparecieron san Apolinar, primer obispo de Rávena, y sobre todo, san Pedro Apóstol, y le desaconsejaron que confirmara el nombre de esa persona para el cargo, y en cambio, escogiera a Pedro, aún diácono, que había venido a Roma junto a los demás miembros de la delegación.

Aquí podemos ver cómo san Pedro sigue viviendo, gobernando y proveyendo no sólo para su Sede, sino también para las demás. Y sobre todo, es un precedente de lo que está anunciado por varias profecías atendibles, a saber, que llegará el día en que él mismo personalmente, haciendo uso de sus derechos primaciales, que nunca han caducado, elegirá un Papa, puesto que los electores designados, es decir, los cardenales de la Santa Iglesia Romana, no pueden encargarse de ello, puesto que ninguno ha sido legítimamente creado desde hace más de 50 años.

– Y aquí es donde viene la segunda razón: Nuestros antepasados tenían una conciencia mucho más viva, precisa y práctica que la nuestra, de que el Apóstol San Pedro no sólo había gozado de los derechos de Soberano Pontífice durante su vida terrena, hasta el momento de su muerte martirial, sino que esos derechos seguían siendo suyos incluso después de muerto y gozando ya de la Gloria del Cielo.

Y sabían que aunque ordinariamente, él ejercía esos derechos a través de sus sucesores, desde San Lino y San Cleto en adelante, nada impedía que alguna vez, si lo pedía la necesidad, pudiera ejercerlos directamente y sin intermediarios. Por esa razón, los Papas eran designados con el apelativo Vicarius Petri, no contradictorio con el de Vicarius Christi, pero significativo de que según inspirada palabra de San León Magno, Pedro sigue viviendo, enseñando y gobernando, bien a través de sus sucesores, bien directamente y por sí mismo.

No es por nada que al Papa mismo se le cantaba “Tu es Petrus” en el día de su Coronación.

Esa misma doctrina es la que vemos enseñada por San Pedro Crisólogo en su carta a Eutiques citada más arriba: “…San Pedro, que sigue viviendo y presidiendo en su propia Sede…”.

Y si tanto uno como otro insisten en que Pedro sigue viviendo, es entre otras causas por una razón jurídica extremadamente importante: Porque es de siempre sabido en derecho, tanto civil como canónico, que el detentador de cualquier carga u oficio, incluido el Sumo Pontificado, cesa absolutamente en sus derechos con su muerte, lo mismo que el matrimonio canónico se disuelve con la muerte de uno de los cónyuges.

Esto es lo que ocurrió con los demás Apóstoles, que aún guardando el patronato espiritual desde el Cielo donde reinan, ya no tienen derechos de gobierno sobre las Iglesias que ellos fundaron, sino que esos derechos pasaron a los obispos sucesores suyos, legítimamente aceptados por la Sede Apostólica.

Alguno podrá pues pensar que lo mismo ocurrió con el Apóstol San Pedro en relación con su Iglesia de Roma, y eso sería comprensible.

Precisamente para deshacer esa prevención, insisten los santos León Magno y Pedro Crisólogo, en que por privilegio del mismo JesuCristo que lo eligió y lo confirmó como su Vicario, San Pedro sigue viviendo y gobernando la Iglesia de Roma, y a través de ella, la Iglesia Universal.

Para mejor asiento de esta verdad, compárese la relación de las dos Iglesias de las que San Pedro fue Obispo: La de Antioquía y la de Roma.

De la primera, San Pedro fue Obispo, hasta que se trasladó a Roma, y dejó como sucesor suyo a san Evodio, y luego, al muy famoso san Ignacio de Antioquía, que murió en Roma bajo el diente de los leones. Una vez dejó Antioquía, dejó de ser su Obispo.

Sin embargo, de Roma, jamás dejó de serlo, nombró a sus dos primeros sucesores san Lino y san Cleto mientras aún estaba vivo, y sigue conservando hasta hoy el derecho soberano de nombrar un Vicario suyo, sin que nadie en absoluto pueda oponerse a ese nombramiento por cualesquiera razones o argumentos que se puedan excogitar.

Como habrán intuído los inteligentes lectores, me he detenido un tanto en esta verdad, porque no existiendo hoy día cardenales, que son las personas designadas por el derecho para elegir un Papa, los católicos conscientes de la situación de vacancia de la Sede Apostólica están divididos sobre el modo concreto en que se debe poner fin a esa situación de orfandad, a saber, ¿Cómo volveremos a tener un Papa indudable?

– Unos, proponen que deben elegirlo los miembros remanentes de la Iglesia Católica. Con el principal problema de que estarían usurpando un derecho que no tienen, puesto que para recibir la aceptación de cualquier electo, es necesario gozar de jurisdicción pura ordinaria y en acto, cosa que ninguno de ellos, siquiera los obispos, tienen actualmente.

– Otros, sugieren que tal vez los falsos “papas” y “cardenales” de la iglesia conciliar, a pesar de hallarse fuera de la Iglesia por cisma, herejía y apostasía, siguen gozando de una misteriosa y mágicamente suplida jurisdicción que les daría un cierto derecho de nombrar legítimamente, e incluso de admitir válidamente esas elecciones. Cosa nunca oída en la Iglesia y rechazada por todos los Padres y Doctores de la Iglesia, no menos que por los canonistas, y específicamente rechazada por los papas Paulo IV y san Pio V.

Dada esta situación, no queda otro remedio que remontar a la fuente de toda jurisdicción y poder en la Iglesia, que no es otra que su Fundador, Nuestro Señor JesuCristo.

Pero constándonos que Él mismo ha determinado, hasta el fin del mundo gobernar su Iglesia a través de Pedro, es a él a quién debemos dirigirnos, como depositario y detentador perpetuo de los derechos de la Sede Romana y de su Primacía.

Ya se ha apuntado varias veces en este blog que existen profecías muy atendibles que pronostican esa intervención directa de San Pedro en ejercicio de sus imprescriptibles derechos.

Pero incluso si esas predicciones no existieran, o fueran sólo el fruto de unas imaginaciones demasiado fértiles, aún así creería yo en la próxima intervención apostólica que nos devolverá por fin un Papa de verdad, con el que empezará una nueva época de la historia de la iglesia y del mundo.

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13 respuestas »

  1. Estimado James Stuart:

    ¿Dónde dice San León Magno eso: que «Pedro sigue viviendo, enseñando y gobernando, bien a través de sus sucesores, bien directamente y por sí mismo»?

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  2. Muy interesante visión que ayuda a disipar la duda que a muchos impide tomar el buen camino y aceptar la vacancia de la Sede:

    Jesús prometió asistencia eterna a su Iglesia. Entonces – se razona – no puede faltar el papa por más de 50 años y menos aún puede desaparecer la posibilidad de elegir un sucesor de Pedro por apostasía de toda la jerarquía eclesiástica. Eso ocurriría únicamente si Jesús hubiera «mentido»: un imposible de imposibilidad absoluta. Entonces – se razona – estos «papas» serán desastrosos pero son papas al fin. Lo mismo para los «cardenales» que algún día elegirán (contra su voluntad) un papa católico. Otra solución no hay; Pedro fue elegido una vez y para siempre por NSJC. No va a volver para elegir otro Pedro. Entonces, los fieles temerosos se quedan a sufrir el martirio de los neosacerdotes, los neoobispos de la neoiglesia «excatólica apóstata romana». Y se van acostumbrando como se acostumbra la rana en la olla puesta al fuego.

    Primero: Se puede llegar a comprender fácilmente que puede faltar la persona física de un papa, pero lo que es permanente y omnipresente es el Papado. Las enseñanzas de 2000 años de papado están ahí para todos los que quieran buscarlas. La falta durante 50 años o más de una persona que detente el papado no pone en peligro el depósito de la Fe.

    Segundo: ¿Cómo se sale de ésto? Es ésta la pregunta difícil. Muchos llegan hasta acá y retroceden asustados ante los locos que quieren hacer cónclaves donde sea y como sea y con quién sea.

    Es muy interesante esta clarificación acerca de la permanencia de Pedro – san Pedro – como jefe permanente y siempre actual de la Iglesia. Entender ésto, que se apoya en la Revelación, ayuda a ganar tranquilidad espiritual.

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  3. Nuestra señora de La Salette predijo, cito: «Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, por su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad al celebrar los santos misterios; por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza… Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo…la Iglesia será eclipsada»

    Esta Profecía ya se ha cumplido con la realización del conciliábulo Vaticano II, concilio de apostasía y falso ecumenismo, en el que a partir de Ángelo Roncalli, mal nombrado Juan XXIII, TODOS los reclamantes al Papado han sido herejes manifiestos, hombres de infinita maldad cuyo propósito es socavar la fe católica tradicional (es conveniente que se investigue su adhesión al judaísmo y a la masonería), mediante la infiltración de ateos, masones y judíos al Papado, al Cardenalato y al Obispado.

    Otro aspecto importante de destacar es que en Apocalipsis XIII se hace mención de la herida de una de las Bestias, que se recuperó y el mundo se maravilló de eso, esta descripción concuerda perfectamente con el «atentado» a Juan Pablo II en 1981.
    También dice Apocalipsis XIII que la Bestia que sale de la Tierra hace que los moradores de la tierra adoren a la Bestia que fue herida y se recuperó, esta segunda Bestia o Falso profeta, coincide con Benedicto XVI, ya que él fue el superior de la Congregación para la Doctrina en la Fe mientras JPII fue «papa». A él le correspondió promover su «beatificación», o sea su adoración por parte de los hombres.

    También se dice en Apocalipsis XVII:9,10, cito: «9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo», en estos versos se define perfectamente quién es la Ramera, la Prostituta de Babilonia: Roma, así como también se hace alusión al breve reinado de BXVI.

    Estas dos Bestias son el Anticristo Juan Pablo II y la Bestia que sale de la Tierra BXVI; por increíble que parezca las cosas de Dios son así, no como las pensamos los hombres.
    También en Apocalipsis XVIII:1-8, se nos dice que Babilonia (Roma) caerá, (esto se verifica con la renuncia de BXVI) y que será destruida con fuego, pues sus pecados han clamado al cielo y es el mismo Dios quien la juzga.

    La cumbre de la apostasía en Roma la constituye sin duda Jorge Mario Bergoglio, mal llamado «papa francisco», ya que él representa el castigo que Dios decreta para todos los hombres que siguieron a la Ramera de babilonia (50 años) y obedecieron y aceptaron sus falsas enseñanzas.
    Francisco no es ni siquiera sacerdote, él fue ordenado según el rito protestantizado de Pablo VI el 13 de diciembre de 1969, por lo tanto no tiene las Órdenes Sagradas, es un simple laico que dirige una «iglesia» de laicos.

    Es necesario prestar atención a lo que dice NSJC en Apocalipsis XIV:9-12, cito: «9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.»

    Por lo tanto hay que salirse de esa abominación de la desolación, de esa secta diabólica, de esa ramera, cito: Ap. XVIII: 4,5. «4 Y oí otra voz del cielo, que decía: SALID DE ELLA, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; 5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.»

    Finalmente, les comparto un video sobre las Profecías de San Malaquías, que describe a través de lemas, los nombres de los reclamantes al papado hasta la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo, en ellas se describe a Petrus Romanus como el último reclamante al papado de la historia, la descripción que él hace coincide perfectamente con Francisco… es un hecho que estamos en los últimos días del mundo.

    ¡Alabado sea Jesucristo!

    Arturo

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  4. El Papa no es el vicario de s. ap. Pedro; si así se dice, entonces solo impropiamente se dice, pues se refiere a la sucesión solo. Con lo cual, asociar entre eso y aquella dicha revelación particular es un tremendo error.

    Pruebas, por ejemplo: Bibliotheca Maxima Pontificia, Romae, MDCXCVIII, tom. 3, p. 3; pp. 402-403; tom. 9, p. 516; p. 605; tom. 15, p. 180.

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  5. Si es solamente un sucesor explique por qué las prerrogativas dadas personalmente a San Pedro se aplican al papa. El hecho de que sea un mero sucesor en la Sede no da derecho a que se revista de las prerrogativas dadas personalmente a San Pedro: tu eres Pedro etc.. ¿No será porque hace las veces de San Pedro? Hacer las veces del Rey = Vice- Rey o sea Virrey. Hacer las veces de Pedro=VIcario de San Pedro. Su concepción lleva a despojar a los papas de las prerrogativas papales.
    Antes de de decir cualquier cosa explique por qué un mero sucesor pueda ostentar las prerrogativas personales de Pedro (A él se le dieron por N.S. personalmente por haber hecho la confesión petrina. Nada se dijo de que los que ocuparen su último puesto tuvieran las mismas gracias y prerrogativas)

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  6. Como decía el P. Guérard des Lauriers, «La teología consiste, al menos a veces, en reflexionar, además de apilar una cita sobre la otra»

    Estimado G, me sorprende que no haya advertido que el sentido del que hablan los autores citados, es aquél pervertido por algunos adversarios del Pontificado Romano, pretendiendo que los Papas tendrían un poder menor que el de San Pedro, que les sería pues superior, y que podría, llegado el caso, hasta castigarlos y deponerlos.

    No es desde luego en ese sentido que lo utilizan los Padres y toda la Tradición, y con toda evidencia, tampoco es en este sentido en que lo he tomado yo. Llamar tremendo error, simpliciter, a lo que creyó toda la Tradición, bien puede ser calificado de hiperreacción, y esto, en Teología más aún que en el resto de la vida, es una actitud muy poco recomendable y constructiva.

    ¿Dónde ve ud. que en lo que he dicho, haya pretendido que un Papa sea jurídicamente inferior al Apóstol San Pedro? Cuando precisamente de lo que estoy hablando es de una situación en que NO HAY PAPA?

    Los autores citados no se refieren a la permanencia de los poderes pontificales en Pedro, que ejerce ordinariamente a través de sus sucesores, pero estos autores nunca excluyen pueda ejercer también por sí mismo, si necesidad hubiere, como es el caso en nuestros días.

    Se trata aquí del ejercicio de derechos soberanos. El soberano ordinariamente jamás imparte justicia personalmente por sí mismo. Pero si es digno de ese nombre, se entiende que tiene el poder de proveer personalmente si la necesidad lo requiere, es decir, por ejemplo, si las instancias ordinarias llegan a desaparecer.

    San Pedro nunca intervendría si hubiera Papa, o electores designados capaces de proveer.

    Pero no existiendo en nuestros días, tiene todos los derechos soberanos necesarios para proveer su Sede de un titular.

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  7. Mat. 16,18 Et ego dico tibi, quia tu es Petrus, et super hanc petram ædificabo Ecclesiam meam, et portæ inferi non prævalebunt adversus eam.
    La Biblia de Jerusalén traduce : Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.
    Esta traducción es falsa, porque no es cuestión de la muerte en la declaración solemne del Cristo sino de las » puertas del infierno » y estas puertas que precipitan en infierno son las herejías. En estas condiciones, si una persona proclama herejías presentándose como sucesor de Pedro, no puede ser reconocido de ningún modo como tal. Pretender lo contrario, es hacer el Cristo a un mentiroso, ya que un hereje sería el Vicario de la Verdad.

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  8. En la edición papel de la Biblia de Jerusalén que poseo, publicada por Desclee de Brouwer, Bilbao 1976, la traducción es la siguiente:
    Mat. 16, 18 : Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
    Esta traducción está conforme con el texto latino, “hades » siendo un sinónimo de infierno. La palabra es empleada en el texto griego. Pero san Jerónimo ha preferido muy justamente el término latino para no referirse a toda la mitología sórdida pagana.

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  9. Así como la Sagrada Humanidad del Verbo Encarnado es el instrumento unido a la Divinidad para obrar la Redención -aunque este no haya sido el fin principal de la Encarnación- así San Pedro es «instrumento» elegido y unido a Jesucristo para aplicar a las almas a través de la Iglesia, los infinitos méritos del Verbo Encarnado, en orden a la salvación.
    Propiamente hablando sólo San Pedro es Vicario de Cristo, los Sucesores de San Pedro son indirectamente Vicarios de Cristo, pero son propiamente Vicarios de Pedro, a través de los cuales San Pedro sigue rigiendo la Iglesia fundamentada en su Fe, por lo cual no es extraño que el mismo Apóstol pueda elegir -.extraordinariamente- un sucesor suyo en el cargo, máxime careciendo la Iglesia de las vías ordinarias para una elección: cuerpo de cardenales, jurisdicción ordinaria, etc. Pero lo que parece ilógico es que pudiera elegirlo sin estar reunidos en Cuerpo Jerárquico los Obispos Católicos. Cuesta imaginar -por inverosímil- que se aparezca el Apóstol San Pedro y él solo elija a alguien y diga que es el Papa.
    Pareciera más conveniente que los Obispos que quedan se reúnan en Cuerpo Jerárquico -por más loco que parezca- y deliberen cómo harán la elección. Si creemos que la Iglesia es institución divina, si creemos que San Pedro vela por el Papado, si, como creemos, que estamos bien inmersos en la Gran Apostasía precursora del Anticristo, es imposible que si ponemos los medios, Dios no nos conceda el fin, con las «herramientas» que El considere más oportunas, como por ejemplo la aparición del Apóstol San Pedro señalando su último Sucesor antes de la Parusía. El Espíritu Santo sigue siendo el Alma de la Iglesia: «Todos los discípulos CON UN MISMO CORAZON estaban en el MISMO LUGAR; y entonces vino del cielo repentinamente un sonido, como de un viento poderoso acercándose, y llenó la casa donde estaban CONGREGADOS…». Esas son las condiciones: estar en un mismo lugar, con un mismo corazón y congregados.
    A esto deben estar dirigidas nuestras oraciones y nuestras acciones: a lograr la reunión de los Obispos.

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  10. Nuestra señora de La Salette: no dijo lo que a menudo se repite si se refiere puntualmente a ese inicuo, llamado hijo del diablo de perdición hombre sin ley o falso mesias-falso cristo. II Tesal. II

    El lugar es donde nuestro Señor fue crucificado. Ahora si el vaticano se traslada a ese lugar, ahi si puede ser roma con su anti-Pedro, en otro lugar.

    Y puede ser el objetivo final del culto ecuménico anticristico.con la contra-iglesia que nace en el año 1958 con el concialia-bulo2. El pacto fue en el año 1952 a espaldas de Pio XII. Hay que ver quienes eran los otros que estaban por ahi y los confesores de papas y cuidadores.no tan fieles pero si con objetivos.del culto mundial o satanico.

    El atentado a ese papa que vaticano catolico dice que es la bestia no es lo que muere y resucita porque hay otras versiones que afirman que pudo haber muerto y colocaron a otro por obra de la ciencia. Los protestantes dicen que el sr. francisco con sus poderes¡? (magicos) un día lo hace resucitar, y ese punto es el más dificil de resolver tanto como el milenismo. Marca, nombre numero imagen que no se debe ni aceptar ni tomar. ni en frente ni en manos, nos dice nuestro Señor. Aceptar esa marca es Muerte eterna.

    San Juan Bautista el mayor profeta y el mayor de todos y quien determina claramente quien era y es el Mesias y salvador, san Pedro el príncipe de la los apóstoles porque asi lo decidió el Señor, con san Santiago el pontifice de la Iglesia de Jerusalen y patrono de España, san Juan el más amado por el Señor y teólogo, los tres elegidos en su transfiguración y los tres pilares de la Iglesia pura y santa.

    Y Pentecostés la segunda celebración de la alianza nueva y eterna donde se encontraban todos juntos con su santa Madre María santísima que dejo al cuidado de san Juan y de la iglesia naciente. que tiene a la fecha 1982 años de historia, por eso es pura y es santa, y es mi deseo el mismo que el suyo Simón del Temple.

    Por eso la Oración de su santidad, san León XIII que fue dada por el Señor no se puede adulterar y firma como hacen los verdaderos sucesores de san Pedro con su bendición, dado en Roma, y al lado de san Pedro. Humildad, autoridad clara , poder de atar y desatar, amor al Señor y a la Iglesia pura, tan diferente a lo que leemos y vemos, como los jefes o anti-papas desde el año 1958. a la fecha. Ahí si se presentan claramente los dos Espíritus el santo, que es verdad, y el otro que es «del otro».
    Ay de los pastores que no cuiden su rebaño o lo abandonen, dice el Señor. Gracias.

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  11. Hay un problema aquí, y es el siguiente:

    Primariamente, no habría una obligación extrema de designar Pontífice en época de apostasía sin precedentes? No debería ser la misma suplida de forma «imperfecta»?

    Reconozcamos que la acción diabólica fue de tal fortaleza, tan compacta, por permisión del propio Dios, que estropeó los intentos de designar Pontífice, quedando en situaciones aisladas, en personas que luego renunciaron, en aberraciones doctrinales, cuando no en «rumores» sobre tal o cual designación por una visión o aparición presuntas.

    Desde ya que la convocatoria a un concilio imperfecto de la Iglesia Católica Apostólica «in Desertum» habrá de ser puesta, si Dios quiere, bajo la admonición de San Pedro.

    La pregunta es: hay que esperar un Milagro, o el Milagro acontece a continuación de la iniciativa de la Iglesia?

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  12. En realidad, uno de los ejemplos por los cuales, creo que la asistencia que prometió el divino arquitecto de la Iglesia, fue exactamente y es posiblemente los capítulos que dejó pendiente Vaticano I, aunque increíblemente antes de ser suspendido, dejaba materias ya examinadas. Que según las palabras de Pío IX, estaban a punto de ser promulgadas.

    «…Y ya, en verdad, en cuatro sesiones públicas y solemnes, Nos, con la aprobacion del santo Concilio , hemos establecido y promulgado cuatro (sic) Constituciones saludables y oportunas en materia de‘ Fe; y otras cosas de Fe y de Disciplina eclesiástica, estaban examinadas por los Padres y podian en breve ser sancionadas y promulgadas por la suprema autoridad de la Iglesia docente.» [Pio IX, Postquam Dei munere, 20 de Octubre de 1870]

    Estas cosas de fe, que indica Pío IX, son posiblemente los esquemas reformados, que el considera ya como materia examinada,
    II. CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA ACERCA DE LA FE CATÓLICA: (REFORMADO)
    Capítulo I: De la santísima Trinidad.
    Capítulo II: De la creación y naturaleza del hombre.
    Capítulo III: De la elevación y caída del hombre.
    Capítulo IV: Del misterio del Verbo encarnado.
    Capítulo V: De la gracia del Redentor.
    CANONES. (23)
    Anotaciones.
    II. CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA ACERCA DE LA IGLESIA DE CRISTO: (REFORMADO)
    Capítulo I: De la institución divina de la iglesia.
    Capítulo II: La iglesia instituida por Cristo es la unión de los fieles
    Capítulo III: En la Iglesia existe una potestad divinamente ordenada.
    Capítulo IV: De la jerarquía eclesiástica.
    Capítulo V: De los miembros de la iglesia.
    Capítulo VI: Una es la verdadera iglesia y fuera de ella no ha de esperarse la salvación.
    (Incluye dentro de sí, la formula de la definición dogmática de que fuera de la una iglesia de Cristo no debe esperarse alguna salvación)
    Capítulo VII: Del magisterio eclesiástico. (Incluye la definición de la infalibilidad de la iglesia)
    Capítulo VIII: De la jurisdicción eclesiástica. [Incluye una definición ex-cathedra]
    Capítulo IX: La iglesia es un verdadero, inmutable, y sempiterno reino.
    Capítulo X: La verdadera iglesia de Cristo no es otra sino la Romana.
    CANONES. (16)
    Anotaciones.
    DECRETO ACERCA DEL SACRAMENTO MATRIMONIO (SIN DISCUTIR Y SIN REFORMAR)
    Capítulo I: De la elevación del matrimonio a dignidad de sacramento.
    Capítulo II: De la potestad de la iglesia acerca del matrimonio.
    Capítulo III: De los bienes del matrimonio, los cuales se oponen a las uniones civiles.
    CANONES. (6)
    Sin embargo, dichas constituciones, como el nuevo catecismo universal, la sede episcopal vacante, aunque estaban examinadas nunca fueron promulgadas por la iglesia docente, puesto que Juan XXIII, apenas 3 meses de ser elegido como ‘papa’ de transición, decidía convocar un nuevo concilio que no sería la continuación del Vaticano I. Decía, el que fue por un carisma especial.
    Y así, ciertamente, los trabajos bien elaborados por los padres del Vaticano I, a punto de ser promulgados fueron puestos en el olvido. Y en su lugar, de estas dos constituciones vendrían la conocida Dei Verbum y obviamente el corazón principal del Vaticano II, la Lumen Gentium. Claramente, tales trabajos del Vaticano I contaron con la asistencia divina que siempre han poseido y poseerán los verdaderos concilios ecuménicos.
    Pero, claramente, que este atrevimiento debía ser declarado nulo e inválido, y es así, que antes de acabar la orden de suspensión el Papa Pío IX, establecía las sanciones contra aquellos que no quisieran o impedir la reanudación del Vaticano I.

    «Estas cosas establecemos, anunciamos, queremos y mandamos, no obstante cualquiera otra en contrario, declarando vano é irrito todo lo que se intente en contra, a sabiendas o por ignorancia, por cualquier autoridad que fuese. A ningún hombre, pues, sea lícito infringir estas páginas que contienen nuestra suspensión, anuncio, voluntad, mandato y decreto, o contradecirlas temerariamcnte. Y si alguno fuere osado a atentar contra ellas, sepa que incurre en la indignación de Dios Omnipotente y de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo.» [Ibíd]

    Y su voluntad, ciertamente fue, que la Sede Apostólica debería señalar la fecha de reanudación:

    «…después de haberlo deliberado maduramente, por voluntad propia y con apostólica autoridad, al tenor de las presentes, le suspendemos y le declaramos suspendido hasta otro tiempo más oportuno y cómodo, que señalará esta Sede apostólica, rogando a Dios, autor y vengador de su Iglesia, que aparte al fin todos los obstáculos y vuelva a su fidelísima esposa lo más pronto que sea posible, la libertad y la paz…» [Ibíd]

    Tal como en un tiempo, expresaron, Pío XI y Pío XII. Este último quería reanudarlo en la década de los 1950, sin embargo, recibió una respuesta negativa.

    «La idea de convocar un concilio ecuménico, o bien de reanudar y concluir el Vaticano I, la tuvo ya Pío XI, que en los años 1923-1924 consultó sobre esta cuestión al episcopado, y también Pío XII, que constituyó incluso unas comisiones preparatorias. Pero ambos pontífices terminaron por archivar sus proyectos y fue Juan XXIII quien, a los tres meses de su elección – el 25 de enero de 1959, fiesta de la conversión de San Pablo – hizo en la basílica romano dedicada al Apóstol de las gentes el anuncio de un ambicioso programa para su pontificado: (…) la reunión del concilio, que no sería una continuación del Vaticano I, sino un concilio nuevo, el Vaticano II.»

    https://books.google.com.pe/books?id=4R7ntrT0J-UC&pg=PA256#v=onepage&q&f=true
    Y, personalmente creo, que Pío XII iba a reanudar el Vaticano I en su 90 avo aniversario, logrando de este modo, la condenación de las herejías que amenazaban por destruir la Iglesia, y que dio paso a los del círculo progresista a tener en sus manos la definición de la eclesiología, cuando el Vaticano I lo dejaba examinado. Fátima, creo como una opinión personal, fue un aviso para que la Iglesia hubiera reanudado Vaticano I, puesto que este concilio fue consagrado a María, por ser ella la destructora de las herejías.  Ya Sea Pío XII, o bien su sucesor, que no reinó por muchó, el cardenal Siri, lo cierto es que ambos hubieran reanudado el Vaticano I.
    Solo hubiera bastado decir, «hay una apostasía que amenaza la Iglesia», para que el episcopado y la Iglesia hubieran señalado y solicitado reanudar el Vaticano I. Sin embargo, muchos obispos creyeron que la Iglesia se hallaba en una situación adecuada, por cual, se pretendió el «aggiornamento», puesto que creyeron algunos que no había herejías que amenazaban a la Iglesia, cuando en realidad esas herejías existían desde los tiempos del Vaticano I, que obviamente, no fueron condenadas. Claramente, estas herejías tendrían diferentes formas, por el pasar de los años, pero evidentemente conservarían una raíz principal.
    Estas herejías, hoy han generado la división que existe entre los propios tradicionalistas, e incluso explica porque los protestantes y demás iglesias separadas, no se unen con la Iglesia católica.
    Puede decirse que dicha constitución da muerte a la Reforma y a todas las herejías que el enemigo del género humano ha suscitado en la misma Iglesia.
    Y asimismo, la vasta reforma en la disciplina eclesiástica, como el ayuno, la santificación de las fiestas, la comunión con los no-católicos, los matrimonios mixtos, los concordatos, las obras de caridad, el ritual romano, se hubieran examinados y luego promulgados.
    En conclusión, el Vaticano I ha quedado suspendido y es necesario que en algún tiempo se reanudé, como fue la voluntad de Pío IX. Y si bien, ello no es posible, podrán decir algunos, lo cierto es que deja, según palabras de Pío IX, materias examinadas referentes a la faltante eclesiología que complementaba a la Pastor Aeternus y que estaban por ser promulgadas y sancionadas por la iglesia docente.

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