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SANTA PRÁXEDES, VIRGEN Y MÁRTIR


Bellísima composición dedicada a Santa Práxedes pintada por el artista italiano Scipio Pulzone «El gaetano» en 1590.

Bellísima composición dedicada a Santa Práxedes pintada por el artista italiano Scipio Pulzone «El gaetano» en 1590. ( Museo de Castrojeriz, España)

21 de julio, Santa Práxedes, virgen romana, S.II

SantaPráxedes es una santa cristiana de la que poco se conoce. Fue una virgen romana, hija de Pudencio (a quién bautizó según parece san Pedro), «amiga de los Apóstoles» y hermana de Pudenciana. Después de muchos años de enterrar a cristianos mutilados, visitar a los encarcelados y viendo sufrir a aquellos a los que amaba, Práxedes murió el 21 de julio probablemente del año 159.

Representante de la dedicación de los cristianos a la caridad hacia los demás

En el Esquilino, una de las siete colinas sobre las que se asienta la ciudad de Roma, vivió en el siglo II una matrona rica y de gran ascendiente por su vida piadosa y sus obras de caridad. Su nombre era Práxedes.

Imitando el ejemplo de tantas otras, convirtió su casa en lugar de culto y sus posesiones en verdadero complejo benéfico-social con servicios de enseñanza, asilo y hospital. Era costumbre de los primeros siglos que la casa donada para templo se llamara Título y recibiera el nombre del fundador o fundadora. Así se crearon las primeras parroquias de Roma que luego dieron origen a los Títulos Cardenalicios. Así, la casa de Santa Práxedes se convirtió a su muerte en el Título o parroquia de Santa Práxedes. De este hecho dan fe dos documentos de indiscutible autoridad: una inscripción del a. 489 en las Catacumbas de San Hipólito, en la Via Tiburtina de Roma, y las Actas del Sínodo Romano, que tuvo lugar el año 499.

Parece que Santa Práxedes murió hacia el año 159. Por entonces regía la «praxis» eclesiástica de que, a la muerte del fundador o fundadora de un Título, comprobada su vida ejemplar, el pueblo empezara a llamarle santo o santa, y a darle culto público. Tal fue el caso de Práxedes. Al morir, el pueblo cristiano bajo la moción del Espíritu Santo comenzó a invocarla como santa y a darle culto públicamente. La Jerarquía de la Iglesia no reservaba para estas circunstancias una canonización solemne, sino que empezaba por tolerar el nombre de santa y su culto, y luego los sancionaba con su aprobación que, canónicamente, recibe el nombre de «canonización equivalente».

El Martirologio  romano señala la fiesta de Santa Práxedes el 21 de julio, día de su muerte y, siguiendo a S. Beda, los Martirologios del s. IX y el Jeronimiano la inscriben como santa y virgen. Coinciden varios documentos en asegurar que el cuerpo de Práxedes fue depositado en el Cementerio de Santa Priscila, en la Vía Salaria de Roma. Al descubrirse estas Catacumbas, fueron trasladados los restos a la Basílica de su nombre, donde actualmente se veneran sus huesos en preciosa arqueta en el altar de la Confesión.

El Título que fundó Práxedes lo restauró el papa Adriano I (772-95). Posteriormente, el papa Pascual I (817-24) lo rehizo nuevamente trasladándolo a un lugar próximo en el mismo monte Esquilino. Más adelante sufrió nuevas reformas, pero conservando el mismo emplazamiento. Es exactamente el lugar que ocupa hoy, muy próximo a Santa María la Mayor, con dos puertas de acceso: la principal, en la Vía S. Margino al Monti, y la secundaria, en Vía di S. Prassede.

Santa Peaxedes y Danta Pudenciana. (Basílica de Santa Práxedes en Roma)

Santa Peaxedes y Danta Pudenciana. (Basílica de Santa Práxedes en Roma)

Diversas leyendas, aparte de los datos históricos, se han forjado acerca de Santa Práxedes. Según una de ellas, una Passio del siglo V, Práxedes sería hermana de sangre de Santa Pudenciana. La leyenda surgió por un cúmulo de coincidencias. Las dos fueron contemporáneas, nobles matronas romanas, fundadoras de los Títulos que llevan sus nombres, contiguo el uno al otro como lo están el Esquilino y el Viminal, lugares de su residencia. Las Catacumbas de San Hipólito dependían de estos dos Títulos, y en dichas Catacumbas aparecieron inscripciones alusivas a una y otra. Por todo ello, el pueblo fue asociando los dos Títulos, el Esquilino y el Viminal, las vidas de las dos santas tan idénticas, hasta llamarlas hermanas. Tanto más, cuanto que entre los primeros cristianos el apelativo de hermanos era general. De ahí a hacerlas hermanas de sangre había un paso y la fantasía se encargó de darlo y forjó la leyenda.

También a la fantasía se debe hacerla hija de San Pudente, al que cita San Pablo, en 2 Tim. 4,21. Algunos documentos aseguran que en el cementerio de Santa Priscila está enterrado Pudente junto al sepulcro de Práxedes. Dada las diferencias de cronología, el hecho no parece aceptable. De Pudente no encontramos noticia alguna ni en el Martirologio Jeronimiano, ni en los Sacramentarios; solamente en el Martirologio de Adón, de donde lo tomó el Martirologio Romano. Santa Práxedes tiene suficiente personalidad histórica por sí misma, como representante de la dedicación de los cristianos a la caridad hacia los demás; y sobran las fantasías y las leyendas en torno a hechos de su vida no comprobados documentalmente.

Basílica de Santa Práxedes. Roma.  Fresco con las dos hermanas, Santa Práxedes y Santa Pudenciana

Basílica de Santa Práxedes. Roma. Fresco con las dos hermanas, Santa Práxedes y Santa Pudenciana

La Basílica de Santa Prassede es una de las muchas basílicas que se encuentran repartidas por toda la ciudad de Roma

La Basílica de Santa Prassede es una de las muchas basílicas que se encuentran repartidas por toda la ciudad de Roma

La Basílica de Santa Práxedes (en italiano, Santa Prassede) es una basílica en Roma, ubicada cerca de la más grande basílica de Santa María la Mayor. El altar mayor es un lienzo de Santa Práxedes reuniendo la sangre de los mártires (alrededor de 1730-35) por Domenico Muratori.
[editar] Mosaicos

El elemento más impresionante de la iglesia es, claramente, el programa decorativo musivo. Pascual contrató a un equipo de mosaístas profesionales para acabar la obra del ábside, el arco del ábside y el triunfal. En el ábside, Jesús está en el centro, flanqueado por los santos Pedro y Pablo que presentan a Práxedes y Pudenciana a Dios. En el extremo de la izquierda está Pascual, con el halo cuadrado de los vivos, presentando una maqueta de la iglesia como ofrenda a Jesús. Por debajo corre una inscripción de Pascual, esperando que su ofrenda bastará para asegurarle un lugar en el cielo.

En el arco del ábside hay doce hombres a cada lado, sosteniendo coronas de victoria, dando la bienvenida a las almas al cielo. Sobre ellos están los símbolos de los cuatro evangelistas: Marcos, el león; Mateo, el hombre; Lucas, el toro; y Juan, el águila, rodeando a un cordero sobre un trono, un símbolo del eventual regreso de Cristo a la Tierra. Los aspectos más conocidos de esta iglesia son estos mosaicos y los de la capilla de San Zenón, una capilla funeraria que Pascual construyó para su madre, Teodora. Un aspecto intrigante y relativamente oculto de esta iglesia son los frescos antiguos. Ascendiendo por una escalera de caracol, se entra en una pequeña sala, cubierta por andamiaje. Sobre la pared hay un ciclo de frescos que se remontan casi con toda probabilidad al siglo VIII. Los frescos representan supuestamente el ciclo de la vida de la santa titular de la iglesia, Práxedes.
[editar] Pilar de la flagelación de Jesús

Santa Práxedes también conserva un segmento del supuesto pilar sobre el que Jesús de Nazaret fue flagelado y torturado antes de su crucifixión en Jerusalén. La reliquia se dice que se encontró a principios del siglo IV por Santa Elena, la madre de Constantino I, quien a los 80 años de edad emprendió una peregrinación al Gólgota en Tierra Santa para fundar iglesias para el culto cristiano y recoger reliquias asociadas con la crucifixión de Jesús en el Calvario. Entre estas legendarias reliquias conseguidas por Elena, que incluyen piezas de la Vera Cruz (hoy conservadas en la iglesia de Santa Cruz de Jerusalén, también en Roma) y madera de la cuna de Jesús, una de ellas fue el segmento del pilar hoy alojado en Santa Práxedes. La autenticidad de estas reliquias, incluyendo el pilar, es discutida por los historiadores y algunos cristianos, debido a la falta de evidencias científicas y a la proliferación masiva de reliquias falsas durante la Edad Media.

 

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