[Una falsa devoción condenada por Pío XII y por el Santo Oficio presidido por el Cardenal Ottaviani bajo Roncalli/Juan XXIII, fue rehabilitada por el antipapa Wojtyla/Juan Pablo II, quizás porque provenía de una compatriota y sobretodo porque su divina misericordia encajaba muy bien con su mentalidad latitudinaria en cuanto a la Salvación : Había que confiar en la Divina Misericordia sin más prerequisitos, al fin y al cabo Cristo se unió con cada hombre PARA SIEMPRE. De ahí el ecumenismo desbocado y su célebre consigna ¡NO TENGÁIS MIEDO¡ se entiende al infierno. Comenzaba la religión de la salvación universal, la libertad religiosa siguiendo el capricho humano, el perverso ecumenismo, el destierro del temor de Dios.  Justo lo que vemos a todas horas en la predicación opportune e inopportune del antipapa Francisco, con sus obsesivos reclamos de la MISERICORDIA de Dios. Pero San Alfonso encabeza una de sus meditaciones diciendo gráficamente que más almas lleva al infierno la Misericordia de Dios que la Justicia de Dios, queriendo señalar que muchas almas se condenan por su confianza ciega en la Misericordia de Dios sin preocupación por convertirse del mal que practican. Justo el resumen de la predicación del anticristo Francisco.]

DIARIO DE SOR FAUSTINA SOBRE LA DIVINA  MISERICORDIA