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NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE


19 de septiembre Nuestra Señora de La Salette 

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Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El 19 de septiembre de 1846, Nuestra Señora se apareció a dos pequeños pastores, Maximin Giraud y Melanie Calvat. La bella dama, como la llamaban los niños, apareció en una actitud de profunda tristeza pidiendo oraciones y penitencia para ayudarla a evitar que el brazo de su Hijo cayera sobre la humanidad por sus pecados. Nuestra Señora también reveló a los pastorcitos un secreto. Desde que esta aparición tuvo lugar en la montaña llamada La Salette en la Diócesis de Grenoble, Francia, una nueva invocación de Nuestra Señora pronto se extendió por todo el mundo – Nuestra Señora de La Salette.

Hubo tres grandes apariciones de Nuestra Señora en los últimos 150 años: La Salette, Lourdes y Fátima. En todas elloss, la Iglesia aceptó la autenticidad de las apariciones y las promocionó con fiestas especiales para conmemorarlas. En cada una de esas tres apariciones, Nuestra Señora dejó un Secreto.

En todos ellas, Nuestra Señora se manifestó profundamente triste por el estado de la humanidad, y predijo un castigo enorme que vendría en un momento elegido. Por lo tanto, en los últimos 150 años, Nuestra Señora ha adoptado una posición muy similar a la de los contrarrevolucionarios.

Todos ustedes conocen a miembros del clero alto y bajo, así como a laicos católicos que están muy contentos, que piensan que todo va muy bien. Si le dices a estas personas que se está preparando un castigo para la humanidad, responden que es absurdo. Afirman que la religión está experimentando un progreso extraordinario.

Ante esas personas, nos vemos tristes y descorazonados . Mostramos el papel de los hipocondríacos pesimistas que no encajan en la atmósfera gozosa y despreocupada de nuestros días, instalada en una opinión optimista y positiva sobre todo.

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Los pastorcitos Maximin y Melanie

Nuestro papel es difícil, porque siempre es difícil prever y anunciar castigos a una humanidad que sólo piensa en disfrutar de la vida. No es sorprendente que muy pocas personas estén dispuestas a creer y seguir nuestras perspectivas políticas y religiosas sobre los acontecimientos, lo que demuestra la victoria cada vez mayor de la Revolución. No quieren escuchar nada sobre el gran castigo que Dios está preparando. Igual que Nuestra Señora misma trajo tres mensajes principales que no fueron aceptados, no es sorprendente que nuestro apostolado tampoco sea bien recibido.

Esto es característico de todas las épocas que toman un camino equivocado. Cuando la gente escucha a alguien hablar de que se han extraviado, no escuchan. Por esta razón, vienen los grandes castigos. Si la gente escuchara, se convertirían y se evitaría el castigo. Precisamente porque sus almas no son receptivas al mensaje, la catástrofe se vuelve inevitable. El hecho de que no crean en los mensajes de Nuestra Señora es la prueba de que esos mensajes se cumplirán.

Alguien podría objetar: ciento cincuenta años ya han pasado y nada ha sucedido. ¿Cuando van a cumplirse estos mensajes?

Sostengo que  in ovo (en el huevo, en su semilla) ya han comenzado los grandes castigos. Nuestra Señora apareció en La Salette en 1846; en 1870, comenzó la guerra franco-prusiana a resultas de la rivalidad entre Francia y Alemania. Esta rivalidad alcanzaría su apogeo en 1914 y sería la causa más profunda de la Primera Guerra Mundial, como también de la Segunda Guerra Mundial. Las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial aún no se han resuelto por completo y en el horizonte existe la perspectiva de una Tercera Guerra Mundial. La posible Guerra Mundial con su apocalipsis nuclear bien podría ser el comienzo del gran castigo predicho en La Salette y Fátima.

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Comp en el Diluvio, las nubes amenazan mientras el pueblo prosigue inconsciente en sus diversiones decadentes.

Los grandes castigos de Dios prueban la paciencia de los pocos fieles. El ejemplo más característico fue el Diluvio, donde todos se reían  de Noé, cuando estaba construyendo su arca a la espera de un gran castigo. Le tomó 100 años completar su trabajo, y luego llegó el Diluvio. A veces, Noé pudo haber tenido la tentación de pensar que estaba equivocado y que la gente que se reía de él tenía razón. Pero él no cejó. Permaneció fiel al mensaje que recibió de Dios y continuó preparándose para el castigo. El hecho de que tardara mucho tiempo en llegar no significaba que no llegaría; más bien, significaba que sería un castigo enorme.

Nuestro Señor predijo que el Templo de Jerusalén sería destruido. Cuando murió, un terremoto sacudió sus planos y el velo del Templo se rasgó por el medio. Algunas paredes fueron dañadas pero el Templo permaneció en pie. Pasaron décadas y la profecía no se cumplía. En algunas ocasiones los fieles de Jerusalén pensaron que las señales ya se estaban cumpliendo para el castigo y huyeron a las montañas, como Nuestro Señor les había aconsejado que hicieran. Sin embargo, no pasó nada y volvieron a sus vidas normales, tal vez un poco decepcionados.

Luego, 40 años después de la muerte de Nuestro Señor, y aparentemente por casualidad, un soldado del ejército de Tito arrojó una antorcha dentro de una de las ventanas laterales del Templo. Comenzó un pavoroso incendio que se extendió rápidamente, envolviendo todos los edificios. Entonces, en verdad, ninguna piedra permaneció sobre otra piedra tal como Nuestro Señor había predicho. El Templo nunca fue reconstruido.

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Nuestra Señora llora por los pecados de la humanidad y predice un castigo.

Tendríamos que estar convencidos de que fuimos elegidos para estar entre los pocos que escuchan la voz de Nuestra Señora y esperan el castigo que ella predijo. Como predilectos de Dios,  deberíamos  dar pruebas de amor por Él. Deberíamos dar prueba de nuestra fidelidad antes del cumplimiento de la palabra de Dios. Esta es la situación en la que nos encontramos. No sé cuántos años debemos esperar para que se cumplan las promesas de La Salette y Fátima. A veces pensamos: «Ahora tiene que llegar, porque es imposible que la situación llegue a ser peor». Pero entonces, no llega. El cielo tormentoso deja caer solo unas gotas de lluvia y las nubes se disipan. Nuevamente el cielo se torna tormentoso … La gente se ríe de nosotros. Deberíamos recordar a Noé,  cuando la lluvia finalmente cayó, entonces comenzó el Diluvio.

Confiar en contra de todas las apariencias y creer después de todas las demoras es lo que Dios pide a aquéllos a quienes Él ha seleccionado para hacer su alianza con ellos. Esta es la gran enseñanza de La Salette. Este es el espíritu que debemos tener en la fiesta de Nuestra Señora de La Salette: tener una confianza ciega en su promesa y estar seguros de que su cumplimiento,  un día tendrá lugar..

De Tradition in Action

2 respuestas »

  1. las profecias se cumplen, pero normalmente de un modo diferente a como pensamos, pero no por ello son falsas.

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  2. Y si no le quitan palabras, también, como ocurrió, con la Oración de Exorcismo, recibida por S.S san León XIII, en el año :1884. Los tiempos que preparaban, su nuevo mundo. Y más avisos, llegando al punto de informar en los tiempos de Juan Pablo II, que el tercer secreto de Fátima, decia, que la Virgen María, había pedido la unidad de las religiones, como único medio para lograr la Paz, que coincide con todo lo que fue posible conocer del plan secreto de los iluminati, dónde la simiente, de todos los que son parte, de la conspiración luciferina, son siempre mencionados en la cuspide, y la leviatán financiera. Y ese no es el tercer secreto, sólo satana o sus voceros, pueden decir que el plan de Dios, es una relgión mundial. Todas las guerras del plan, ilumnati, como están detalladas, y cumplen, tienen como único fin, que la humanidad, adore a su ángel caído lucifer, y para ellos es su dios, y su número.Como está escrito en Apocalipsis según san Juan. Capítulo XIII.

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