[Traslado el mensaje recibido que se publica a continuación, con el texto cuya publicación se solicita. El texto, cuyo título figura como cabecera de esta entrada, fue escrito por la autora de los vídeos que he publicado en la entrada “Tuquistas, Guerardistas y otras hierbas”. La publicación, a la que accedo , no significa de ninguna manera que yo esté de acuerdo con algunas de las cosas y conclusiones que constan en el texto. Sin embargo, sí considero que es sumamente ilustrativo respecto de las consagraciones hechas por Mons. Thuch y sobretodo la de Mons. Guerard des Lauriers y sus subsiguientes consagraciones episcopales, así como de los intríngulis que rodean la existencia de las dos ramas tradicionalistas : la de Mons.Thuch y la de Mons. Lefebvre. También constato que es un texto apologista de la rama lefebvrista. En mi descargo me veo obligado a decir, sin que esta declaración, pienso, que deba decepcionar o molestar a nadie, que no me adscribo a ninguna rama tradicionalista y en particular a ninguna de las dos dichas. Más bien, y lo digo para desenradecer el ambiente que ya empieza a cargarse en algún comentarío de algún seguidor de una de las ramas, soy un freelance pero “a lo divino”. Lo que no sigo es a los “traidores” Salza y Siscoe que han abandonado la capilla de la Frater y se han pasado al Novus Ordo y a su misa. . Mis condolencias al portal “Adelante la Fe”.
Un ejemplo de las profanidades “ vueltas a lo divino” son las bellas canciones profanas pero que cantaban “a lo divino” las carmelitas de Santa Teresa. Una de las cuales la traigo para descargar el ambiente, oída cantar a una novicia de hermosa voz hizo que Santa Teresa cayera arrobada . Es la siguiente :
El texto fue enviado en formato Word. Como el editor a veces no publica bien (respetando tipografía etc,,) esta clase de textos puede descargarse AQUÍ para su más cómoda lectura ]
Buenas noches estimado Moimunan.
La autora de los vídeos que usted publicó el pasado domingo 11 de octubre le agradece el haberlos posteado en su Blog AMOR DE LA VERDAD.
A petición de ella le remito un documento adjunto que contiene un artículo traducido en español que resume lo expuesto en esos vídeos, solicitando al mismo tiempo y muy respetuosamente su publicación en su Blog.]Gracias de antemano y un saludo en Cristo Rey.
Paz y Bien
Bene
¡¡¡¡SCOOP!!!! Monseñor Guerard de Lauriers y Monseñor McKenna no eran SEDEVACANTISTAS
En los círculos de la Tradición Católica es muy famoso el estudio teológico del Reverendo Anthony Cekada sobre las consagraciones de Monseñor Ngô Đình Thục (The Validity of the Thuc Consecrations, Rev. Anthony Cekada, Sacerdotium 3, Spring 1992).
Se trata de un texto escrito en 1992, que defiende la validez del linaje episcopal del Padre francés Guerard de Lauriers y de los Padres mexicanos Adolfo Zamora y Hernández y Moisés Carmona y Rivera.
Puesto que (casi) toda la genealogía de los obispos católicos sedevacantistas que operan actualmente en Estados Unidos y Europa pertenece a sus tres líneas episcopales, la tesis de Cekada es fundamental para defender su supuesta “catolicidad”.
El reverendo Anthony Cekada es un teólogo importante: estudió en el Colegio del Seminario Católico de San Francisco en Milwaukee, donde se graduó en teología en 1973. En 1975 ingresó en el seminario internacional de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en Suiza, y fue ordenado sacerdote católico romano por Monseñor Marcel Lefebvre.
Después de su ordenación, el Padre Cekada enseñó a los seminaristas en el St. Joseph’s House of Studies in Michigan y en el St. Thomas Aquinas Seminary in Connecticut. Durante 10 años, de 1979 a 1989, fue editor de la revista The Roman Catholic. En 1983, junto con otros ocho sacerdotes, dejó la Fraternidad de Monseñor Lefebvre para fundar, unos años más tarde, la Fraternidad San Pío V, dirigida por el Padre Clarence Kelly.
En 1989, el Padre Cekada se separó también de la San Pío V, y desde entonces dedicó la mayor parte de su tiempo a la investigación y a la escritura: su extensa bibliografía incluye estudios sobre la validez de los nuevos ritos sacramentales y sobre los errores del Vaticano II y de los papas post-conciliares, tratados de derecho canónico, rúbricas litúrgicas, formación de seminaristas, cuestiones de teología moral y pastoral, controversias en los círculos tradicionalistas, etc.; su libro The Problems with the Prayers of the Modern Mass (Tan Books & Pub, June 1991) vendió 15.000 copias y se tradujo al francés, italiano, alemán y holandés.
Si muchos católicos tradicionalistas conocen el estudio del Padre Cekada de 1992 sobre las consagraciones de Monseñor Thuc, solo unos pocos han leído en su totalidad el artículo Two Bishops in Every Garage (“Dos obispos por cada garaje”), que Cekada había publicado sobre el mismo tema en enero de 1983, unos meses antes de dejar la Fraternidad San Pío X.
Si consideramos fidedigno el estudio de Cekada de 1992, entonces debemos reconocer el mismo valor a lo que publicó en 1983, cuando era editor de la revista The Roman Catholic; lo sorprendente es que los dos textos, aunque escritos por el mismo autor y con unos pocos años de diferencia, defienden dos tesis diametralmente opuestas.
El texto del ‘83 comienza con una breve biografía del arzobispo vietnamita, de la que hacemos un resumen:
El obispo Ngô Đình Thục estaba en Roma para participar en el Concilio Vaticano II cuando estalló la revolución comunista en Saigón y su hermano Ngô Đình Diệm, entonces presidente de Vietnam, fue asesinado junto con el resto de la familia. Después del Concilio, Thuc quiso regresar a su Arzobispado en Hue (donde, entre otras cosas, poseía vastas propiedades agrícolas y forestales), pero el nuevo gobierno de Vietnam del Sur le negó el permiso.
Se quedó en Italia, y el Vaticano le concedió el título honorífico de arzobispo titular de Bulla Regia (en 1968), pero más bien lo trató como un paria. Le cortaron el acceso a las concesiones madereras y a las plantaciones de caucho que poseía en Vietnam, y su vida fue la de un exiliado próximo a la jubilación. A partir de aquí, el texto es de Cekada:
[Mons. Ngô Đình Thục] pasó cierto tiempo en la abadía cisterciense de Casamari cerca de Roma, y finalmente fue a trabajar como pastor asistente en el pequeño pueblo de Arpino, donde decía la misa, escuchaba confesiones y se ocupaba de catequesis.
Poco antes de la Navidad de 1975, un sacerdote apareció en Arpino, sin haberseanunciado. Mons. Ngo refiere sus palabras:
“ – Su Excelencia [dijo el sacerdote], la Sagrada Virgen me envió para llevarlo a Ud. de inmediato a España, para hacerle a Ella un servicio. Mi auto lo espera en la puerta de la rectoría, y partiremos en seguida para estar allí en Navidad». Pasmado por esta invitación, le dije: – Si es un servicio pedido por la Santísima Virgen, estoy dispuesto a seguirlo a Ud. hasta el fin del mundo…- ” (“Autobiographie de Mgr. Pierre Martin Ngo-dinh–Thuc”, Einsicht, French ed., Aug. 1982, p. 85)
EL FIASCO DEL PALMAR
El viaje de 3 días en auto llevó a Mons. Thuc al Palmar de Troya, un pueblo español a 25 millas al sur de Sevilla. En 1968, comenzaron a circular allí relatos sobre apariciones. Entre los primeros entusiastas estaba un joven llamado Clemente Domínguez Gómez, quien organizó grupos de oraciones y estableció una capilla en el pequeño pueblo.
Pronto declaró que había recibido los estigmas, no de Dios, sino del Padre Pío. Empezó a difundir los “mensajes” que recibía de las apariciones que eran a razón de dos o tres por semana. Los creyentes recibían boletines celestiales sobre todas las cosas, desde la situación de Pablo VI (un “prisionero del Vaticano que había sido reemplazado por un doble”) hasta el color de medias que los adherentes debían usar. Clemente Domínguez incluso recibía mensajes tales como cuándo debía afeitarse la barba.
Cuando Mons. Ngo apareció en el Palmar, Clemente Domínguez le pidió al prelado que lo ordenase sacerdote a él y a varios otros laicos, y luego que lo consagrara obispo a él y a otros pocos. Si Mons. Ngo tenía algunas dudas, desaparecieron después que Domínguez le dió la noticia de que Pablo VI se le había aparecido por medio de una “bilocación” para darle su aprobación al proyecto.
Detengámonos un momento para considerar lo que el Sr. Domínguez estaba diciendo: La Santísima Virgen y Pablo VI (por “bilocación”) le decían ambos a un obispo católico que debía ordenar a unos laicos al sacerdocio (a quienes recién acababa de conocer y que no habían hecho estudios eclesiásticos) y luego consagrarlos obispos, todo en un lapso de tres semanas. Donde cualquier otro se hubiera reído a carcajadas rechazando esa propuesta como un absurdo, Mons. Ngo mostró una verdaderamente colosal falta de sentido común y aceptó.
En la noche del 31 de diciembre al 1 de enero, el prelado de 78 años ordenó al sacerdocio a cinco laicos: Clemente Domínguez, Manuel Alonso, Louis Moulins, Francis Fox y Paul Fox. El 11 de enero de 1976, el obispo Ngô consagró obispos a Domínguez y Alonso y ordenó a tres sacerdotes más. Se dice que la ceremonia se llevó a cabo de manera muy irregular – entre otras cosas la consagración se realizó sin misa, en violación de las rúbricas del Pontifical Romano.
“Einsicht”, una revista alemana que apoya a Mons. Ngô, declaró recientemente:
“El arzobispo Thuc consagró los primeros cinco obispos (del Palmar) después de una cuidadosa evaluación, para asegurar la continuidad de la Iglesia Católica. Ya entonces, como también hoy, el arzobispo Thuc lo afirmó explícitamente. La revista “Einsicht” ya había acogido calurosamente [sic] estas consagraciones. La actitud del obispo Thuc no solo no es reprobable, sino que también es muy encomiable. De ninguna manera se le puede reprochar las consagraciones del Palmar”.
(Dr. Kurt Hiller. “The Case ‘Barbara’,” Einsicht, English ed., Aug., 1982, p. 26)
A la luz de los hechos, cualquier comentario sobre el texto es superfluo.
Dos semanas después de las consagraciones de Thuc, Clemente Domínguez (que en aquel entonces tenía 28 años…) consagró a tres obispos más. “Y esto es sólo el principio”, se jactó ante un periodista. “Seguiremos adelante ordenando sacerdotes y consagrando obispos para difundir la obra del Palmar por todas partes”.
Fue fiel a su palabra. Hay ahora cientos de “obispos” del Palmar. Domínguez incluso consagró a un joven de 16 años. Después de la muerte de Pablo VI (6 de agosto de 1978), Domínguez (que había perdido la vista en un accidente de tránsito el 29 de mayo de 1976) se declaró a sí mismo Papa.
El 13 de enero de 1976, el arzobispo Ngô hizo una declaración en defensa de sus acciones en la que afirma:
“Hemos vuelto a los tiempos apostólicos en que los primeros Apóstoles se dedicaban a predicar y ordenar sin remitirse al primer papa, San Pedro”.
(Citato in “Palmar de Troya. Light of the World.” pamphlet, n.d., p. 3)
Es posible que se haya olvidado de la milagrosa “bilocación” de Pablo VI.
Pero luego Mons. Ngô cambió de opinión. El 7 de septiembre de 1976 fue a Roma para hacer las paces con el Vaticano. L’Osservatore Romano informa el resultado de la audiencia:
“El prelado [es decir, el arzobispo Thuc], tan pronto como comprendió la gravedad de los hechos, lamentó y repudió lo que había hecho, e intentó impedir nuevos abusos. Luego humildemente se puso a disposición de la autoridad eclesiástica. Con este propósito se apresuró a pedir al Santo Padre la absolución de la excomunión en que había incurrido ya pedir perdón ‘por el grave escándalo dado a los fieles y por el inmenso daño causado a la Iglesia al poner en peligro su unidad’.
“Posteriormente escribió a Clemente Domínguez Gómez instándolo en nombre de Nuestro Señor a seguir su ejemplo en el camino de la penitencia para obtener la absolución, y al mismo tiempo advirtiéndole que no procediera a nuevas ordenaciones, ‘para no lacerar el Cuerpo Místico de Cristo’ ”.
(L’Osservatore Romano, English ed. Oct. 7, 1976, p. 5)
CONEXIONES «VETERO-CATÓLICAS»
Sin embargo, su replanteamiento no duró mucho. El obispo Ngô pronto se mudó a Toulon, Francia. Aquí en 1979 elevó al episcopado (por enésima vez) a Jean Laborie, jefe de una secta cismática de veterocatólicos (Viejos-católicos), la “Iglesia Latina de Toulouse”. También ordenó a otro viejo-católico de Marsella llamado García, y a un ex preso llamado Arbinet, que luego acabó siendo “obispo” del Palmar.
[ Hasta aquí el texto de Cekada; ahora abrimos un paréntesis para completar en detalle la lista de consagraciones veterocatólicas según lo que dice el Padre Clarence Kelly en su artículo: The Mental State of Archbishop Thuc (publicado en “The Bulletin”, Oyster Bay, N.Y., January 1994):
El 10 de julio de 1976, monseñor Thuc consagró a Comte de Labat d’Arnoux, un hereje y un apóstata, según el P. Barbara; el 8 de febrero de 1977 consagró a Jean Laborie, jefe de una secta veterocatólica que además según el P. Barbara es un conocido homosexual y que fue consagrado al menos tres veces y posiblemente hasta cinco veces;
El 19 de marzo de 1977 consagró a Claude Nanta; en el mismo período (en fecha no determinada) consagró a García, un viejo católico de Marsella, y también a un ex convicto de nombre Arbinet, que luego llegó a ser obispo del Palmar de Troya;
En 1981 consagró a Roger Kozik y a Michel Fernández (que ya habían sido consagrados antes por un obispo del Palmar en 1979, y ordenados sacerdotes ya tres veces: la primera por el obispo viejo católico Jean Laborie, la segunda por el obispo viejo católico André Enos, y la tercera vez por un obispo del Palmar antes de su primera consagración episcopal);
El 25 de septiembre de 1982 consagró a Christian Datessen, un viejo-católico “obispo-abad” de la “Unión de las Pequeñas Iglesias Católicas” (que ya había sido consagrado por el obispo viejo católico André Enos el 10 de septiembre de 1981).
En fecha no especificada, también consagró a los herejes Pierre Salle, Jean Olivieres de Mamistra, Patrick Broucke de Tralles, Philippe Miguet y Michel Main.
Con respecto a estas consagraciones de cismáticos y herejes viejo católicos de Toulouse y Marsella, el Padre Meramo comentó: “y además sin que nunca se haya sabido que mediara abjuración al respecto para colmo”. (P. Basilio Meramo, Hechos que dan mucho que pensar sobre la cordura de Mons. Ngo dinh Thuc, Bogotá, 11 de Marzo de 2018).
Cerremos el paréntesis y volvamos al artículo del Padre Cekada ] :
Pero las actividades del arzobispo Ngo no se limitaron a las consagraciones y ordenaciones de cismáticos. Un boletín francés que lo apoya afirma que el 15 de abril de 1981, Jueves Santo, concelebró la nueva misa con Mons. Barthe, obispo de Toulon. El autor explica:
“Dijo que fue porque ese día el obispo no podía celebrar solo … Pero luego explicó que fue una concelebración falsa porque no había recibido la comunión, y cuando un sacerdote no comulga no hay misa.”
(Rene Rouchette, “Mise au point au sujet du sacre de Mgr. Guérard des Lauriers”, Lettres non-conformistes, no. 28, Apr., 1982, p. 5)
La justificación de Mons. Thuc para este acto, sosteniendo que sólo simuló la celebración de la misa – la simulación de un sacramento, dicho sea de paso, es un pecado grave- no aumenta nuestra confianza en su comprensión de la teología sacramental.
[ Abrimos un segundo paréntesis para agregar el comentario del Padre Clarence Kelly al respecto:
“Simulación de un sacramento
“En 1981 el arzobispo Thuc concelebró la Nueva Misa con el obispo del Novus Ordo de Toulon, Francia. Tres semanas más tarde consagró al P. Guérard des Lauriers. Según el P.Cekada, el arzobispo Thuc se excusó por concelebrar la misa nueva diciendo, entre otras cosas, que él sólo aparentó decir misa; es decir, que él simuló decir misa. Simular un sacramento ‘consiste en realizar la acción sacramental sin la intención de conferir elsacramento, aunque otros piensen que se está administrando el sacramento’. (Rev. Heribert Jone, O. F. M. Cap., J. C. D., Moral Theology, Westminster, Maryland, The Newman Press, 1962, p. 318)
“Simular un sacramento es hacer los gestos sin poner la propia intención. La simulación invalida el sacramento. Es también un pecado mortal de sacrilegio. Es algo tan serio que no se puede simular un sacramento ni siquiera para salvar la propia vida. El P. Jone dice:
“ ‘La simulación de un sacramento nunca está permitida, ni siquiera para salvar la propia vida’. (Ibid.)
Simulación = Invalidez
“Si el arzobispo Thuc simuló decir misa, la misa habría sido inválida. Si simuló unaconsagración episcopal, como el P. Cekada lo acusa de simular decir misa, ésta habríasido una consagración inválida. No habría sido consagrado ningún obispo. Esto hubiera sido verdad incluso si él estaba en total posesión de sus facultades.”.
(Clarence Kelly, The Mental State of Archbishop Thuc, Op. cit.)
Cerremos el paréntesis y volvamos al artículo del Padre Cekada]:
EL PADRE GUERARD
Llegados a este punto aparece un dominico francés, el Padre M. L. Guérard des Lauriers, OP. El Padre Guérard jugó un papel importante en la redacción de la Intervención Ottaviani y goza de una buena reputación como teólogo y filósofo. También fue profesor invitado en el seminario del Arzobispo Lefebvre en Ecône, Suiza, donde impartió cursos de Mariología y Novísimos. Su último año académico fue 1976-77.
Después de su estancia en Ecône, el Padre Guérard realizó una serie de estudios (desconocidos en este país) sobre una cuestión teológica muy discutida en los círculos católicos tradicionales, a saber: si Juan Pablo II es un Papa legítimo que gobierna injustamente y a quién por lo tanto hay que resistir, o si es un Papa ilegítimo porque siendo un hereje manifiesto no puede ocupar el cargo. El Padre Guérard optó por la segunda opción – en cierto sentido.
Por lógica debería haber enumerado las declaraciones de Juan Pablo II para compararlas con las enseñanzas del Magisterio y argumentar que son heréticas, y así demostrar que según los canonistas un Papa hereje puede perder su oficio.
Sin embargo el Padre Guérard entró en una densa maleza de oscuras especulaciones filosóficas y, después de cientos de páginas, emergió con la conclusión de que Juan Pablo II sería Papa “materialmente, pero no formalmente”. Las limitaciónes de espacio nos impiden resumir los argumentos y explicar en detalle las conclusiones de su estudio: en resumen podemos decir que, según él, Juan Pablo II es Papa en cierto sentido, y que en otro sentido no lo es.
En cuanto a la Nueva Misa, el Padre Guérard la considera inválida; sin embargo, el 7 de mayo de 1981, sólo tres semanas después de haber concelebrado públicamente la Nueva Misa, Mons. Ngô consagró Obispo al Padre Guérard en la pequeña habitación de una casa en Toulon. Seis sacerdotes franceses, que habían sido fervientes partidarios de las teorías del Padre Guérard y estaban estrechamente involucrados en la publicación de su revista, se disociaron de él.
“FÁCILMENTE INFLUENCIABLE”
Las acciones de Mons. Thuc de 1975 en adelante no inspiran mucha confianza en su juicio y su prudencia: el asunto del Palmar, las promesas hechas y las promesas rotas al Vaticano, la implicación de ‘viejos católicos’, concelebrando la Nueva Misa mientras afirmaba que realmente no lo era, e inmediatamente después consagrando a alguien que cree que la nueva misa es inválida. Si bien todo el mundo tiene derecho a unos pocos errores, uno se ve obligado a decir que los hechos por Mons. Thuc eran muy graves objetivamente, eran inexcusables, especialmente para un obispo con gran experiencia pastoral y un brillante transfondo académico en teología, filosofía y derecho canónico.
¿Pero hay una explicación “subjetiva”? Un boletín que apoya Mons. Ngô, lo describe como un “asiático tímido que se dejaba influenciar fácilmente”, y continúa:
“Démonos cuenta de que Mons. Ngô, agotado física y psicológicamente, sólo busca un poco de paz y tranquilidad. Cabe destacar que este prelado ha madurado complejos, y que con su edad no es nada fácil”.
(Rouchette, op. cit.)
Recordemos que sus hermanos fueron asesinados, su país fue conquistado por los comunistas, su sede episcopal y sus vastas propiedades económicas le fueron arrebatadas, fue reducido a la pobreza y tratado como un paria por el Vaticano. Monseñor Lefebvre, que conocía a Monseñor Ngô, observó que nunca se había recuperado de la muerte de sus hermanos. Todo esto, combinado con la edad avanzada, quizás nos dé alguna explicación a su comportamiento; puede ser que después de años de rechazo, simplemente quisiera ser aceptado por alguien y terminar sus días en paz.
UNA CASA CON “EINSICHT”
En algún momento, junto con la consagración del Padre Guérard, Mons. Ngô se unió a (o cayó bajo la influencia de) otra organización que necesitaba su ministerio episcopal. Era un grupo de católicos de Munich, Alemania, llamado “The Circle of Friends of the Ave Maria, Group of Una Voce”, que patrocinó algunos centros de misa y publicaba una revista llamada “Einsicht” (intuición). Será más fácil referirse a esta organización por el nombre de su publicación.
A través de sus publicaciones, “Einsicht” promovió las abstrusas teorías del Padre Guérard en Alemania; tomó al arzobispo Ngô bajo sus alas y supuestamente le proporcionó apoyo material.
UNA CONEXIÓN MEXICANA
El 17 de octubre de 1981, el Arzobispo Ngô repitió la ceremonia de consagración episcopal, esta vez para dos sacerdotes mexicanos, el Padre Moisés Carmona Rivera y el Padre Adolfo Zamora Hernández. Los documentos actualmente disponibles no muestran la génesis de este episodio; sin embargo, en carta del 16 de mayo de 1982 dirigida a Álvaro Ramírez, el Padre Carmona escribe:
“Me ofrecieron el episcopado. Tuve que pensarlo para decidir, [sic] y si finalmente me decidí, fue solo porque quería cooperar en algo [sic] para el rescate y triunfo de la Iglesia”.
(“A Roman Catholic Bishop Speaks.” The Seraph, vol. ll, no. 7, n.d., inside front cover.)
Solo se puede especular sobre cómo se hizo esta “oferta”. ¿Fue el arzobispo Ngô o el grupo “Einsicht” quien “ofreció” la consagración episcopal a los Padres Carmona y Zamora? ¿Se hizo una “oferta” general a todos los sacerdotes tradicionales? ¿Existe alguna lista de correo que proporcione los nombres de los sacerdotes interesados en tales “ofertas”? ¿O no podría ser simplemente que los Padres Carmona y Zamora escribieron unas líneas a Mons. Ngô para preguntarle si estaba de acuerdo y luego se dirigieron a Toulon con dos mitras recién compradas?
Considerando los precedentes de Mons. Thuc, la última explicación parece la más probable. El prelado es bastante rápido para crear obispos (ver el caso del Palmar), y no es particularmente exigente. A la luz de esto, podemos asumir que cualquier sacerdote que se presente a la puerta de Mons Ngô podría consagrarse sin dificultad y con pocas preguntas. En la era del café instantáneo, ahora hay “obispos instantáneos”.
La ceremonia tuvo lugar en Toulon, Francia, y por las fotos parece ser que fue en la habitación de una casa particular; el Padre Carmona escribió que los únicos testigos habían sido “dos doctores ilustres”, pero no dijo si estos “doctores ilustres” conocían en detalle el complejo Ritual de Consagración Episcopal del Pontifical Romano y si podían testificar que Mons. Ngô no había alterado sustancialmente el rito.
La pregunta es inquietante: sería necesario determinar qué evidencia es suficiente, según teólogos y canonistas, para demostrar la validez de las consagraciones. En circunstancias extraordinarias como estas, no obstante, parece que la carga de la prueba corresponde alas personas directamente involucradas.
[Tercer paréntesis. Sobre la fiabilidad de los testigos seguimos citando al Padre Kelly, pero primero hacemos una premisa: el Padre Cekada escribió este artículo unos meses antes de dejar la Fraternidad San Pío X. Luego se produjo la ruptura, y junto con el Padre Kelly, el Padre Sanborn y otros cinco se fue. El problema para los sacerdotes que se separaron de la Fraternidad, tanto los del grupo americano que luego fundó la Sociedad San Pío V, como los del grupo italiano que fundó el Instituto Mater Boni Consilii, fue el de encontrarse sin Obispo: buscar uno era el problema principal.
Por eso, cuando se enteraron de la consagración del Padre Guérard de Lauriers, tres sacerdotes de la San Pío V (el Padre Sanborn, el Padre Kelly y el Padre Jenkins) volaron a Alemania para entrevistar al Dr. Kurt Hiller y al Dr. Eberhard Heller (ninguno de los dos “doctor” en medicina …), que habían sido los únicos testigos de las consagraciones del P. Guérard de Lauriers y de los Padres Zamora y Carmona. Clarence Kelly escribe:
“Cuando el P. Sanborn, el P. Jenkins y yo viajamos a Alemania a entrevistarlos, lespreguntamos sobre la consagración del P. Guérard des Lauriers. También estuvieronpresentes en las consagraciones de Zamora y de Carmona. Les preguntamos sobre la materia y la forma del sacramento. (La materia para una consagración episcopal es la imposición de ambas manos por el obispo consagrante. La forma es una fórmula de dieciséis palabras).
“Ninguno pudo testificar que el arzobispo Thuc impuso las manos sobre la cabeza del P. des Lauriers. A Hiller se le preguntó si Thuc puso una o dos manos sobre la cabeza de Guérard des Lauriers. No lo sabía. Heller, por el contrario, simplemente se negó a responder cualquiera de esas preguntas. Furioso, protestó que no podían esperar que él recordara tales detalles después de seis años.
“El P. Sanborn concluyó, en ese entonces, que no se podía probar la validez de lasconsagraciones en el fuero externo. Dijo que el testimonio de Hiller y Heller era inútil. Dijo que incluso si pudiéramos probar la validez, no podríamos tener nada que ver con los obispos thucistas porque eran muy ‘sórdidos’.” (Clarence Kelly, The Mental State of Archbishop Thuc, Op. cit.)
Sabemos que después tanto el Padre Sanborn como el Padre Cekada cambiaron de opinión. ¿Podemos suponer que este cambio se debió a que el Padre Donald Sanborn, el 19 de junio de 2002, fue “consagrado” Obispo por “Monseñor” Robert McKenna, quién fue “consagrado” a su vez por “Monseñor” Guérard de Lauriers el 22 de agosto de 1986? ¿Y que desde entonces “Monseñor” Sanborn se ha convertido en el obispo de referencia de los sacerdotes sedevacantistas estadounidenses, incluido el Padre Cekada? Sobre estas preguntas cerramos el tercer paréntesis, y seguimos con el texto de Cekada]:
DOS “DECLARACIONES”
El 19 de diciembre de 1981, Mons. Ngô publicó una “Declaración sobre el Palmar” que dice lo siguiente (la traducción es de “Einsicht”):
“Certifico que he realizado las consagraciones del Palmar en total lucidez. Ya no tengo relaciones con Palmar después de que su jefe se proclamó Papa. Desapruebo todo lo que están haciendo. La declaración de Pablo VI se hizo sin mí; yo solo me enteré más tarde. Comunicado el 19.XII.1981 en Toulon, en plena posesión de todas mis facultades”.
(In Einsicht, German ed., Mar., 1982, p. 13)
Esta declaración plantea varias preguntas: ¿cuál fue la relación entre el arzobispo Ngô y el Palmar durante el período de dos años que precedió a la autoproclamación como Papa de Domínguez? ¿A qué afirmación de Pablo VI se refería, y qué se decía allí? ¿Por qué fue necesario que Mons. Ngô asegurara a los fieles que estaba en “plena posesión de todas sus facultades”?
El 25 de febrero de 1982 aparece otra “Declaración” firmada por Mons. Ngô en la que se declara “que la Sede de Roma está [sic] vacante”. El latín usado es extremadamente tosco; un amigo especializado en lenguas clásicas ha dicho que las declaraciones parecen ejercicios de gramática latina de primer año, y que el texto que precede a la conclusión no tiene mucho sentido… Es difícil creer que el documento fue escrito por alguien alguien que tenia un doctorado romano en Derecho Canónico.
“Einsicht” informa a sus lectores que dispone de la copia firmada de la “Declaración”. El hecho de que un laico – no educado en teología, lógica y gramática latina – redactara esta “Declaración” para ser firmada por el obispo vietnamita, es bastante deplorable; pero es aún más perturbador pensar que fue Mons. Ngô quien la escribió.
Sea como sea, el 21 de marzo de 1982, Mons. Ngô leyó públicamente esta “Declaración”durante una Misa Pontificia en Munich. El número de “Einsich” con las fotos de Mons. Ngô que lee este documento contiene también su autobiografía, en la que el Arzobispo se refiere a Pablo Vl como “le St-Pere” – el Santo Padre; una elección de palabras sorprendente, considerando la orientación de su “Declaración”.
AL SUR DE LA FRONTERA
Mientras tanto, los dos sacerdotes mexicanos consagrados por Mons. Ngô regresaron a casa, uno a la Ciudad de México y el otro a Acapulco.
Como era de esperar, no se perdió el tiempo en hacer otros “obispos católicos tradicionales” para México. El 18 de junio de 1982 el Padre Carmona realizó el rito de consagración episcopal de los Padres Benigno Bravo Valdez y José de Jesús Roberto Martínez y Gutiérrez.
Ambos firmaron documentos en los que aceptaban al arzobispo Ngô como su “legítimo superior”, le prometían “obediencia y fidelidad” y se comprometían a no realizar ninguna “consagración u ordenación” sin su permiso. Por lo tanto, el clero mexicano parece haber colocado a Mons. Ngô en una categoría “casi papal” – sin el tedio de tener que recopilar estadísticas sobre católicos y budistas.
Un sacerdote tradicional con décadas de experiencia misionera conoció a uno de estos sacerdotes mexicanos. En una carta a un sacerdote que los apoya, recientemente declaró:
“Hablé con uno de los presuntos obispos mexicanos y me llamó la atención su ignorancia y su comportamiento; más que un obispo parecía el pastor de una granja. Tu tesis de que incluso los Apóstoles eran personas sin cultura no es válida; ellos pasaron tres años en la escuela de Nuestro Señor.”
El 1 de abril de 1982, el Padre Carmona firmó un documento latino de 85 palabras en el que certifica que había realizado el Rito de Consagración Episcopal del Padre George Musey. Un amigo con un doctorado en lenguas clásicas afirma que el texto contiene al menos una docena de errores gramaticales (al padre Musey se le define como de“nationalitate norte-americana”.) En su autobiografía, el padre Carmona afirma haber enseñado latín en un seminario mexicano.
Fue a través de la acción de los Padres Carmona y Zamora que las consecuencias del trabajo de Mons. Ngo se manifestaron en Estados Unidos. [fin de cita]
Aquí interrumpimos la transcripción del artículo del padre Cekada, quien a partir de este punto se centra en detalle en tres personajes de la línea thuchista estadounidense, “Mons”. Musey, el “Padre” DeKazel y “Mons. Vezelis”, y nos limitamos a un resumen: Cekada dice que George Musey era un sacerdote “retirado” desde 1968, y que antes de su “consagración episcopal” (que tuvo lugar en 1982) se vestía de laico y dirigía un restaurante en Dickinson, en Texas.
Y luego: James DeKazel era un hombre debidamente casado que se había asociado con “Mons”. Musey después de ser “ordenado” sacerdote por un tal “Padre Joseph Maria”, un cismático viejo católico de Montana que durante el pontificado de Juan Pablo II continuó celebrando la misa en unión con Pablo VI, afirmando que todavía estaba vivo y prisionero en el Vaticano. Sobre este punto, el padre Cekada comentó:
“En otras palabras, la Sede de Pedro no está vacante porque la prisión del Vaticano todavía está ocupada; sin duda una solución original a una delicada cuestión teológica”.
Y por fin, aún según la investigación de Cekada, Louis Vezelis había sido un sacerdote franciscano capellán en el ejército en Corea durante 18 años, y en 1978 fue expulsado de la orden. Él también, como George Musey, fue presuntamente “consagrado” obispo en 1982.
Escribe Cekada:
“El padre Vezelis declaró que Mons. Ngô le había pedido que aceptara la consagración episcopal. De nuevo surgen algunas preguntas interesantes: ¿El obispo Ngô conoció alguna vez al padre Vezelis? ¿Cuánto hace que le conocía? ¿Cómo hizo la oferta el arzobispo Ngô? ¿En persona o por correo? ¿Cuándo se hizo esta oferta, es decir, cuánto tiempo después de la conversión pública del padre Vezelis a lo que parece ser la posición teológica del arzobispo Ngô? ¿Mons. Ngô realizó una investigación prudente antes de hacer la oferta, o procedió como lo hizo con el Palmar y con los Viejos Católicos?” [fin de cita].
Podemos añadir que las mismas preguntas se aplican igualmente a los actuales cientos de “obispos” del linaje de Mons. Ngô Đình Thục; y si es verdad que, como dice el Evangelio, “por sus frutos los reconoceréis” (Mateo 7; 16-20), hay también que decir que en el caso del obispo vietnamita la planta estaba ya podrida de raíz.
Los defensores de las consagraciones sedevacantistas argumentan que en la época en que consagró a Guérard de Lauriers, Zamora y Carmona, Mons. Thuc mantenía que la Sede estaba vacante y se encontraba en plena posesión de sus facultades; y que sin importar la conducta rara del prelado Vietnamita, estos dos datos son suficientes para garantizar la validez y la licitud de las consagraciones.
Incluso asumiendo que las dos premisas son suficientes, ¿estamos seguros de que corresponden a la verdad? ¿Estamos seguros de que el obispo Thuc era sedevacantista? ¿Estamos seguros de que estaba en plena posesión de sus facultades? Pero sobre todo debemos preguntarnos: ¿Cui prodest? ¿A quién le interesa sostener esto, y por qué?
Al respecto, añadiremos algunas reflexiones del Padre Meramo:
“Declaraciones contrarias [de Mons. Thuc]:
“El P. Sanborn no dejó de calificar a Mons. Ngo Dinh Thuc de “raro” concluyendo que había tres explicaciones; dos de estas eran insania y senilidad, la tercera credulidad. El mismo P. Sanborn es el que trae a colación el asunto, diciéndole a los sacerdotes de la Sociedad S. Pío V, que un sacerdote vietnamita que se encontró y habló con él y dijo “que Monseñor Thuc entraba y salía de su estado de lucidez”. Además, de afirmar que sus consagraciones eran dudosas, concluye que no se podía probar la validez de las consagraciones e incluso si se pudieran probar, “no podríamos tener nada que ver con los obispos thucistas, porque eran muy sórdidos”. […]
“La duda (positiva) se plantea en sí misma y por sí misma, dados los mismos hechos y no hacen falta de otra parte, ni certificados de médicos, ni de testimonios de testigos, pues el mayor testimonio, son esos hechos en sí mismos, y no lo que personas, calificadas o no sobre la materia, puedan decir sobre ellos, considerando además que algunos de los testigos son sus cómplices.
“En conclusión Mons. Thuc no es fiable en ninguno de los casos, sea que estuviera falto de cordura sea que fuera cuerdo y lucido, con el agravante en este caso, irrefutable, de ser capaz de realizar ceremonias sacramentales invalidas a sabiendas y con plena lucidez y conciencia.
“Es un hecho que el P. Barbara, el P. Sanborn y el P. Cekada, por nombrar a los que después por conveniencia cambiaron de opinión, cuestionaron el estado mental de Mons. Thuc, y la razón por la cual cambiaron parece ser, como el mismo P. Barbara dijo: ‘es necesario romper el monopolio de los obispos lefebvristas’.
“El P. Sanborn dice a su vez (como cualquier liberal) para justificar su nueva postura aceptando la línea de Mons. Thuc: “Esta necesidad es tan grande que cualquier mal circunstancial puede ser tolerado en orden al fin”. Esto dicho es como admitir que el fin justifica los medios aunque sean malos, así no duda en concluir diciendo: “El punto principal es que sea lo que sea lo que haya que tolerar en cualquier asociación, próxima o remota, con Mons. Thuc, es justificable por la razón correspondiente de tener que sobrevivir”, ¡vaya tradicionalista antimodernista tenemos!” (P. Basilio Meramo, Hechos que dan mucho que pensar sobre la cordura de Mons. Ngô Đình Thục, Bogotá, 11 de Marzo de 2018).
Aunque estos escándalos han sido astutamente censurados, gran parte de la información se ha filtrado, e incluso los sedevacantistas “thuchistas” se ven obligados a admitir que el arzobispo Thuc no era fiable; de hecho, hoy la credibilidad de este linaje episcopal no está basada en la autoridad de su trastornado fundador, sino en la del Padre Guérard de Lauriers. Ha sido él quien rehabilitó todo el desastre provocado por el arzobispo Thuc en materia sacramental.
Según los sedevacantistas “guerardianos”, de hecho, la popularidad y el prestigio del Padre Guérard de Lauriers son suficientes para avalar su consagración: ellos arguyen que a pesar de la ineptitud de los dos testigos alemanes y del mismo obispo consagrador, el testimonio que es válido es el del mismo de Lauriers.
No solo eso: los “guerardianos” incluso afirman que Guérard de Lauriers es el único obispo que ha conservado la fe católica y la pureza de la Misa, y se permiten borrar toda la obra de Monseñor Lefebvre con un golpe de esponja. Vaya agradecimiento, después de haberse formado todos en los Seminarios de la Fraternidad; si no lo hubieran hecho, hoy ni siquiera sabrían por dónde empezar a celebrar una misa en latín.
Lo cierto es que hoy en Europa, y especialmente en Francia, en los círculos de la tradición católica hay una tendencia creciente a difamar a Monseñor Lefebvre, acusado de haber permanecido (al menos oficialmente) en unión con los papas conciliares, y por ello de haber realizado consagraciones cismáticas.
Según sus acusadores, Monseñor Lefebvre debería haber declarado la Sede Vacante antes de consagrar a los cuatro obispos, y al no hacerlo se manchó de cisma: ellos también argumentan que, a diferencia de Monseñor Lefebvre, Guérard de Lauriers era sedevacantista, y que por tanto sus consagraciones son las únicas que no son cismáticas.
Ahora bien, hemos tenido acceso a documentos que anulan por completo el argumento.
En una conversación telefónica grabada el 10 de julio de 2014, Jean-Baptiste André entrevistó a François Catteau, una vez chófer de Mons. Guérard des Lauriers, y recibió revelaciones impactantes. Aquí hacemos solo un resumen, y remitimos al video con la entrevista completa: https://youtu.be/16-_8-Q38pI
Durante la entrevista, François Catteau testificó que Guerard de Lauriers, tanto antes como después de su consagración, creía en la supervivencia de Pablo VI y lo mencionaba en el canon de la Misa, y que Mons. McKenna hacía lo mismo. Además de la entrevista, Jean-Baptiste André también publicó una carta autógrafa de Mons. Guérard:
Transcribimos y traducimos el texto de la carta (el original se encuentra escaneado en el video de la entrevista):
14.05.1982 Etielles
Ce que je pense?
Ma pensée est fluctuante. Cependant, je penche pour la vérité de la thèse. Et je pris pour Paul VI comme s’il était vivant. La mention faite de Paul VI page 14, le 8 sept. 1975, ne m’offusque donc pas. Montini a fait beaucoup (extrêmement) de mal jusqu’en 1970. Ensuite le sosie, auquel je crois, l’a des plus en plus remplacé. Paul VI a pu alors se repentir.
DONC: je ne suis pas un convaincu de la thèse,
Je respecte et meme je soutiens ceux qui la croyent vraie.
“14.05.1982 Etielles
¿Qué es lo que yo pienso?
Mi pensamiento fluctúa. Sin embargo, me inclino por la verdad de la tesis. Y rezo por Pablo VI como si estuviera vivo. La mención de Pablo VI en la página 14, el 8 de septiembre de 1975, por lo tanto no me irrita. Montini hizo mucho (extremadamente) mal hasta 1970. Más tarde, el doble (al que creo) lo reemplazó cada vez más. Entonces Pablo VI pudo arrepentirse.
ENTONCES: No estoy convencido de la tesis, pero respeto e incluso apoyo a quienes creen que es verdad.”
(Señalamos que la caligrafía es la misma que la de la carta donde Guérard de Lauriers retrató la Tesis de Cassiciacum. La carta fue publicada por Louis Hubert Remy en la Navidad de 2019, y causó bastante clamor: el Instituto Mater Boni Consilii declaró que era falsa, pero ahora, este segundo documento confirma la autenticidad del primero. La carta de retractación de la Tesis se publica en este video: https://youtu.be/iBTGLbEBkb4 )
En conclusión: de los documentos publicados se deduce que EN EL MOMENTO DE SU CONSAGRACIÓN GUERARD DE LAURIERS NO ERA SEDEVACANTISTA, ya que estaba diciendo la Misa en unión con Pablo VI. TAMBIÉN ROBERT MCKENNA, CONSAGRADO POR ÉL, CREÍA EN LA SUPERVIVENCIA DE PABLO VI Y LO MENCIONABA EN LA MISA.
En consecuencia, las consagraciones sedevacantistas de la línea episcopal de Guérard De Lauriers son cismáticas en la misma medida que las de Monseñor Lefebvre: la única diferencia es que Lefebvre consagró sin el permiso de Juan Pablo II, mientras que Guerard de Lauriers y McKenna consagraron sin el permiso de Pablo VI, a quien consideraban Papa legítimo.
(…Salvo que Pablo VI les diera permiso en bilocación, como hizo con ClementeDomínguez; o incluso en el caso de Guérard de Lauriers, fue la Santísima Virgen quien mandó las consagraciones, quizás a través de un mensaje de Conchita González, la – falsa – vidente de Garabandal que Guerard de Lauriers conocía personalmente…)
Veamos, pues, cómo se desvanecen los contornos, y cómo las consagraciones de Monseñor Thuc tenían muchos puntos en común: cuando Guérard de Lauriers se hizo consagrar, creía en la supervivencia de Pablo VI, exactamente como Clemente Dominguez. Y como el “Padre Joseph Maria”, el cismático viejo católico de Montana que había “ordenado” al Padre De Kazel …
Por tanto, el comentario irónico que el reverendo Cekada hizo sobre el padre Joseph Maria se puede aplicar igualmente al Padre Guérard de Lauriers:
“En otras palabras, la Sede de Pedro no está vacante porque la prisión del Vaticano todavía está ocupada; sin duda una solución original a una delicada cuestión teológica”.
Todo esto es grotesco y roza el ridículo, exactamente como la historia del Palmar de Troya. ¡Porque aun asumiendo que Pablo VI tuvo un doble, de esto inferir que el Papa está vivo y que se ha convertido es pura fantasía!
En la entrevista, el Sr. Catteau declara que Mons. McKenna continuó diciendo Misa en unión con Pablo VI al menos hasta 2007-2008: considerando que Montini nació en 1897, ¡debía tener 111 años en ese momento! Si acusan a Monseñor Thuc de falta de discernimiento, no se puede decir que sus consagrados tuvieran mucho más …
El Padre Sanborn se echará las manos a la cabeza.. ¿Pero cómo? El que ataca públicamente a Monseñor Williamson porque dice que es un obispo cismático, ahora parece que fue consagrado por Robert McKenna, ¡que era un obispo igualmente cismático!
(¿Pero realmente Sanborn no lo sabía? … Si McKenna se lo confió a un simple chofer, ¿No se lo habría confiado aún más al sacerdote al que transmitía la sucesión apostólica?...)
Ahora que todas las acusaciones de cisma han recaído sobre sus acusadores, vemos claramente lo injusto y absurdo que es el ataque contra Monseñor Lefebvre. Con sus consagraciones no hubo ningún cisma: cuando en 1988 el arzobispo consagró a los cuatro obispos, ¡era Roma la que estaba en el cisma!
La jerarquía romana había hecho apostasía, y la de Monseñor Lefebvre fue una operación de supervivencia. La verdadera fe y la verdadera liturgia se conservaron en la Fraternidad que él fundó, y por lo tanto el único cisma fue lo perpetrado por los sedevacantistas dogmáticos que se rebelaron contra su autoridad episcopal y contra la de Monseñor de Castro Mayer, destrozando la Fraternidad.
Disfrazado de pretextos teológicos, había un plan para destruir la San Pío X, que en ese momento representaba EL ÚNICO RESTO DE LA IGLESIA CATÓLICA. Porque los teológicos eran pretextos: exactamente como los de Lutero cuando denunció al Papa por la venta de las indulgencias. Detrás de estos pretextos, ahora como entonces, había un plan diabólico para destruir la Iglesia.
DEBE QUEDAR CLARO QUE HOY LA IGLESIA CATÓLICA SÓLO EXISTE EN LOS PEQUEÑOS RESTOS CONSERVADOS POR MONSIGNOR MARCEL LEFEBVRE, Y QUE POR LO TANTO QUIEN ATACA AL ARZOBISPO Y A SUS OBISPOS, SEA CONSCIENTE O NO, ESTÁ ATACANDO TOUT COURT LA IGLESIA CATÓLICA.
¡Pero los obispos de Monseñor Lefebvre son todos “una cum”!, gritan los sedevacantistas “Guardianos”: ¿Y qué más da? Aparte de que Guérard de Lauriers también era “una cum”… Pero reiteramos: ¿Y qué más da?
Como el Padre Meramo demuestra brillantemente en su libro Consideración Teológica sobre la Sede Vacante, la tesis de la Sede Vacante, tal como la expuso San Roberto Belarmino, es una verdad teológica PERO NO ES UN DOGMA. Esto significa que los obispos de Monseñor Lefebvre, independientemente de la opinión teológica que sostengan, NO ESTÁN EN CONTRA DE LA DOCTRINA Y POR LO TANTO NO SON HEREJES NI CISMÁTICOS.
Y como los mismos sedevacantistas declaran que hoy no hay papa, entonces no hay autoridad que pueda “anatematizar” los posibles errores teológicos de estos obispos. Sanborn no tiene esta autoridad, Cekada no la tiene y tampoco Ricossa: cualquier condena por su parte es un abuso.
Volvamos a lo que escribe Cekada en su artículo hablando de los “obispos” Musey y Vezelis:
Hagamos un breve resumen de las pretensiones de esta nueva “jerarquía”: (1) Sus miembros son “autoridades eclesiásticas”. (2) En consecuencia, cualquiera que no esté de acuerdo con ellos es un “hereje”. (3) Tienen una “autoridad divina”. (4) Solo ellos “representan a la Iglesia Católica”.
Con tales afirmaciones, estos hombres se han puesto como “jerarquía” de lo que sólo puede definirse como una nueva religión con su propio “magisterio”; de hecho, ellos enseñan que los católicos tradicionalistas que no aceptan su autoridad autoproclamada se encuentran “fuera de la Iglesia Católica”, lo que implica que esos católicos tradicionalistas están poniendo en peligro su propria salvación. “Fuera de los ‘obispos católicos tradicionalistas’ no hay salvación”, o para acuñar un aforismo latino, “Extra Vezelis, nulla salus”.
Después de leer las afirmaciones de estos hombres, es divertido ver que “El Seraph”habla de los miembros de la Fraternidad San Pío X como de “violadores escandalosos de la unidad y la libertad de la Iglesia, es decir, la secta cismática de Lefebvre”, y continúa diciendo que “La afrenta más desastrosa a la verdad y la unidad católicas es esta organización pretenciosa que aísla a sus miembros de cualquier contacto con los sacerdotes y los obispos legítimos de la Iglesia Católica Romana”. [fin de la cita]
Es curioso: el relato del Padre Cekada sobre los “obispos” Musey y Vezelis parece encajar perfectamente con los obispos y los sacerdotes sedevacantistas con quienes él mismo hoy esta colaborando!
Don Ricossa, que obliga a sus seminaristas a firmar la Tesis de Cassiciacum como condición para ser ordenado, Y QUE NO TIENE LA AUTORIDAD PARA HACERLO.
Los sacerdotes del Instituto Mater Boni Consilii, que prohíben a sus fieles de recibir los sacramentos de los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, Y QUE NO TIENEN AUTORIDAD PARA HACERLO.
El padre Guepin, quien en una carta abierta a todos los fieles declaró que no es lícito recibir los sacramentos de los obispos de Monseñor Lefebvre, Y QUE NO TIENE LA AUTORIDAD PARA DECLARARLO.
¿Cuál es la diferencia con Vezelis y Musey? ¿Cuál es la diferencia con la “Iglesia Palmariana”? Por supuesto, Clemente Domínguez se autoproclamó Papa, y ellos no; pero actúan como si lo fueran.
En mayo de 2019, en Ferrara, en un sermón que luego fue grabado y publicado en YouTube, Don Ricossa prohibió a los fieles asistir a una conferencia que Monseñor Williamson daría en Reggio Emilia: cuando se permite “excomulgar” un obispo católico, este sacerdote está haciendo uso de una jurisdicción que pertenece solo al Papa.
Esto no quiere decir que sea bueno rezar por el Papa. Como escribió el Padre Ramiro Ribas:
“Hubo un tiempo, no lejano, en los misales de la época se puede comprobar, que después de nombrar al Papa en la Santa Misa, se nombraba también al rey católico que en España reinaba y más últimamente al Caudillo Francisco Franco. Se les nombraba porque eran católicos. Hoy aunque el trono de España está ocupado yo no podría nombrar al actual rey, pues al igual que Francisco, es un enemigo de la Iglesia.
“Recordad también que las diversas oraciones que la Liturgia tiene por el Papa, por el rey y por los gobernantes, están hechas para rezarlas por Papas, reyes y gobernantes católicos, pero no para que pidamos a Dios que dé salud y proteja a Francisco Bergoglio, y le guarde de sus enemigos, que en este caso, seríamos nosotros los tradicionales. O pedir para que ayude a un rey masón.
“Rezar hoy esas oraciones es aún peor que si en vida de Lutero la Iglesia hubiera pedido por él para que Dios le ayudase, le diese salud, le protegiese y le librase de sus enemigos, que en aquel tiempo eran los Papas León X, Clemente VII, Paulo III… el Emperador Carlos V, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús… y toda la verdadera Iglesia católica. Rezar de esta manera no deja de ser pecado muy grave y blasfemia.”. (Padre Ramiro Martin Ribas, Si la existencia del infierno es una verdad infalible, el que tú vayas a él también es infalible, a no ser que…)
El Evangelio manda no pedir por “los que cometen pecado que sea de muerte” (1 Juan, 5; 14-16), y sabemos que dicho pecado es la apostasía, de acuerdo con Mateo 12; 31-32:
“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”.
El error, sin embargo, es aplicar este pasaje a los obispos y sacerdotes que dicen la Misa “una cum”: es un error, porque la Tesis de la Sede Vacante, aunque teológicamente verdadera, no es un dogma. Los obispos y sacerdotes de la San Pío X no apostataron, o por lo menos no lo han hecho todavía: que haya un peligroso “deslizamiento” hacia Roma es un hecho, pero precisamente por eso debemos rezar para que no suceda, como católicos tenemos la obligación de hacerlo.
A lo largo de la historia de la Iglesia los fieles siempre han rezado por su Jerarquía, Y DEBE ESTAR CLARO QUE HOY LA JERARQUÍA YA NO ES MÁS LA DE ROMA;
La Jerarquía por la que estamos obligados a rezar es la que ha conservado la fe católica y la liturgia, y que a través de las consagraciones episcopales de 1988 ha mantenido la sucesión apostólica: los Obispos de Monseñor Lefebvre representan nuestra Jerarquía y NO TENEMOS OTRA, ni en los obispos romanos ni en los thuchistas.
Lo que está pasando hoy no tiene antecedentes en la historia eclesiástica: desde hace sesenta años nuestros obispos y nuestros sacerdotes ya no tienen Papa, y ni siquiera tienen jurisdicción.
El fundamento de la Iglesia es jerárquico, y que pueda sostenerse sin Papa es una contradicción intrínseca: es algo que va en contra de su naturaleza, como una madre que se ve obligada a criar a sus hijos sin un padre, o una planta trepadora que debe crecer sin un soporte.
Sin embargo la gracia es superior a la naturaleza, y con la gracia nada es imposible. Nunca como hoy nuestros Obispos y nuestros sacerdotes necesitan almas víctimas, que estén dispuestas a morir para implorar esa gracia: en La Salette, en Lourdes, en Fátima, Nuestra Señora no nos pidió que lanzáramos anatemas, sino que ofreciéramos sacrificios y penitencia.
Transcribimos la conclusión del artículo que el reverendo Cekada publicó en los Estados Unidos en 1983, y que suena como la inquietante profecía de lo que está pasando hoy en Europa con el linaje “Thuchista-Guerardiano”:
“Lo que es mucho más grave, sin embargo, es que estos hombres afirman que son la ‘única autoridad legítima’ de la Iglesia Católica y que los católicos están ‘obligados’ a obedecerlos a ellos. Además, ellos pretenden excluir de la Iglesia Católica a aquellos sacerdotes y laicos tradicionales que se niegan a reconocer su ‘autoridad’ -algo que ninguna organización tradicional que conozcamos pretendía hacer-.
Al hacer tales afirmaciones, estos obispos’ han creado su propia religión, con su propio ‘Magisterio’, su propia ‘jerarquía Episcopal’, y sus propias creencias. A pesar de sus adornos es una nueva religión – y todas sus ‘consagraciones episcopales’, sus pomposas proclamaciones y sus ampulosas afirmaciones de ‘autoridad canónica’ no sirven para hacerla parte de lo que es la religión católica. Como mínimo, estamos en el proceso de creación de algo que seguramente se convertirá en una secta cismátic
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Con todo respeto, (perdonen que he perdido los estribos antes) quisiera hacer varias correcciones y matizaciones a lo dicho ahí, que ya he puesto en otros post y en uno de las cuales el editor la puso como parte del post. Ese escrito dice cosas tergiversadas, y desconoce muchísimas otras, y cita a Méramo Chaljub y a Kelly, y tan solo de forma parcial a este último. Aclaro de antemano que actualmente no soy fiel ni seguidor de los clérigos sedevacantistas de cualesquier rama porque considero ninguno de ellos es hoy católico o cumple los requisitos mínimos para administrar los sacramentos de forma lícita.
Sobre Guerard Des Lauriers:
-Dudó de su propia consagración. Solo comenzó a ejercer el episcopado después que Lefebvre anunciara que consagraría obispos para la fraternidad.
-El era un acérrimo defensor de la validez de las órdenes de Lefebvre y también tachó de loco a monseñor Thuc cuando éste le dijo a Lefebvre que no era obispo. Después cambió de opinión a la luz de las fotografías aparecidas en Chiesa Viva de Lienart vestido de masón, diciendo que podía haber «problemas morales» y aconsejando una ordenación bajo condición a los ex lefebvrianos, que es lo que deberían hacer todos ellos, claro que esto es negado por Ricossa y sus secuaces así como niegan que al final de su vida relativizó su tesis
-Tuvo su parte de tratos con veterocatólicos. Encargó al obispón Philippe Miguet la capellanía de unas monjitas francesas
Sobre McKenna:
-Fue ordenado por un masón
-Hasta el final de su vida fue seguidor de la tesis, sin embargo de todos es sabido que consagró y ordenó a sedevacantistas: Slupski no seguía la tesis por mencionar un caso, Hesson tampoco y Oravec menos
Fue Musey quien consagró bajo condición a Miguet, a Siebert, Altenbach, a Main y a Bedignfield
Sobre Carmona Rivera y Fray Adolfo Zamora OP:
-Ellos jamás dudaron de sus consagraciones y siempre actuaron de buena fe
-Ellos junto con el grupo de Einsicht tenían las cosas claras y comenzaron a moverse desde antes de las consagraciones para organizar un Concilio General Imperfecto y elegir un Papa. Lefebvre fue llamado de hecho, y se encontró en Texas con Carmona Rivera y el famoso padre Sáenz Arriaga a tal fin. Claro que Lefebvre los mandó por un tubo
-Carmona consagró bajo condición a otro ex veterocatólico llamado Peter Hildebrandt de la sucesión de Laborie
-Carmona de acuerdo con Thuc consagró obispos con la condición de reunir un concilio para elegir un Papa
-Fray Vezelis OFM rompió la unidad el día que se sintió con poderes patriarcales
Sobre el propio Monseñor Thuc:
-Fue considerado con razón como el dignatario eclesiástico más elevado. Cierto que su actuación deja mucho que desear, pero Lefebvre está en el mismo caso
-Si van a poner las consagraciones a los veterocatólicos pónganlas todas. Les faltan ahí Claude Nantua de Torrini, y Comte de Labat de Arnoux
-Un sacerdote por el ordenado labora actualmente con la fraternidad y esta le reconoció como válida su ordenación, el sacerdote se llama Bruno Schaeffer
-Faltan ahí varias ordenaciones a otros
-Hay una consagración a otro antiguo miembro del Palmar de la que no se habla mucho: la conferida a Ricardo Subirón Ferrandis
Sobre Lefebvre:
-A todos se les olvida que pretendió recibir en la Iglesia a un obispo veterocatólico de nombre Georg Schmitz, el cual participó en unas ordenaciones en Ècône y fue anunciado como sucesor de Lefebvre. Schmitz después rompió con la fraternidad porque se hizo sedevacantista
-Lefebvre también fue un sacrílego. Celebró el Novus Ordo muchas veces (Des Lauriers se lo echa en cara en una carta) y confirió una instalación pseudo presbiteral con el mismo en la famosa abadía de Fontgombault
Sobre Kelly:
-Un testimonio de un seguidor del grupo de este señor dice que Jenkins habría pedido a Monseñor Méndez González que le confiriera a Kelly el presbiterado bajo condición antes de la consagración episcopal. Si esto es cierto no se sabe
En resumen: claro que en Europa con justa razón empiezan a ver mal a Lefebvre
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El artículo es extenso, no puedo contestar todos los errores y horrores que contiene, pero si me voy a referir a un hecho que la autora «pasa por alto», espero sea por ignorancia, y es que Monseñor Thuc no necesitaba «permiso» alguno de Pablo VI para consagrar, pues tenía una dispensa especial otorgada por el Papa Pío XI. https://www.fraternitenotredame.com/2011_2_0/succession_sp.php
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El autor de este artículo se olvida de mencionar el principal: el arzobispo Lefebvre reconoció como verdaderos papas impostores como Roncalli, Montini, Wojtyla … heresiarcas que no formaban parte de la Iglesia. Por tanto, hay una ruptura en la transmisión de los poderes otorgados a San Pedro.
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@jorge Gouggenot de Poncins, me sorprende lo que usted dice, pero le ruego que nos aclare ¿Era un permiso perpetio? ¿El indulto que poseía el obispo Pierre Martin Ngô Đình Thục tenía validez universal? ¿Podía ir por todos los países consagrando obispos? Quizás podría usted iluminarnos un poco a la luz del Derecho Canónico de 1917 y la legislación derivada.
Le dejo mis saludos.
Raúl
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