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NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO. DÍA 8


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Dígase el acto de contrición todos los días de la novena.

Yo creo en ti, oh mi Dios. Fortalece, oh Señor, mi fe. Espero en Ti, oh Dios mío. Ayuda,  Señor, mi esperanza. Te amo, oh mi Dios, Aumenta, Señor, mi amor. Me arrepiento de haberos ofendido. Dios mío. Ayúdame a tener contrición, para que con la ayuda de tu gracia y la especial protección de María Santísima del Buen Suceso, nunca peque otra vez. Oh Señor, ten piedad y misericordia de mí. Amén.

Oración para todos los días de la novena.

O excelsa e Inmaculada Reina del Cielo, Santa María del Buen Suceso, lhija  favorecida del Padre Eterno, Madre queridísima del Hijo Divino, Esposa  amantísima del Espíritu Santo,  Trono sublime de la Divina Majestad, augusto Templo de la Santísima Trinidad, en el cual las Tres Personas Divinas han colocado los tesoros de Su Poder, Sabiduría y Amor. Recuerda,  Virgen María del Buen Suceso, a quien Dios  ha hecho tan poderosa,  que tú puedes socorrer a los pobres pecadores, recuerda  lo que tienes prometido. Muéstrate Madre misericordiosa de los que recurrimos a ti. Yo vengo a ti, Madre de la misericordia, y te ruego, por el  amor del Altísimo, que lo seas también para mí. Obtenme de Dios Padre una fe viva que nunca pierde de vista las verdades eternas, de Dios Hijo, una firme esperanza con la que siempre aspire a llegar a esa gloria que Él ganó para mí con su sangre, y del Espíritu Santo, una  caridad tan inflamada  que siempre viva amando a la Suprema Bondad y a ti, Virgen Santísima, hasta que por tu intervención  llegue a  amarte y disfrutar de tu vista eternamente en la gloria. Amén.

Te saludamos, oh María,  hija predilecta de Dios Padre. Dios te salve María …

Te saludamos, oh María,  Madre elegida del Hijo de Dios. Dios te salve María …

Te saludamos, oh María,  Esposa amantísima del Espíritu Santo. Dios te salve María …   Gloria al Padre …

buen suceso

Considera cómo la Santísima Virgen, apareciendo a la hermana, no quiso únicamente favorecerla  con una gracia personal, porque Dios no concede sus gracias extraordinarias, sino con el plan providencial de aumentar la piedad, estimular el progreso moral, y  mejorar la disciplina religiosa de  los miembros de una comunidad, un país, o de toda la Iglesia. Por esta razón  la Virgen Santísima del Buen Suceso  le dijo a la hermana  concepcionista, «Es la voluntad de Dios que te mande que ordenes fabricar  una imagen que represente  esta aparición con todos sus detalles, para que pueda ser colocada en la silla  abacial del coro donde rezan las religiosas, para que  que esta imagen les recuerde a su principal abadesa.» Así  esta imagen les incitará a una perpetua gratitud, a una vigilante atención en la oración, a una obediencia perfecta, una fe firme, una esperanza segura, y  a un ardiente amor a María Santísima que por ello se ofreció a presidir y gobernar este convento.

¡Ah, si tuviéramos una fe viva! ¡Con qué veneración y respeto  veneraríamos esta imagen! ¡Cuán intensamente nos recordaría su aparición llena de bondad y  sus promesas y favores! ¡Cuán confiadas serían nuestras  súplicas, qué atentas serían nuestras oraciones, qué ferviente nuestra devoción, qué pronta  la obediencia, y que puntual sería la observancia de los mandamientos y de los deberes de estado!

Acrecienta, alma mía, tu fe y si  tienes poca, pídesela a Dios y a María del Buen Suceso que te la concederá. Aprovecha el don especial y el privilegio singular de contar con María del Buen Suceso como intercesora nuestra, no desprecies o tengas poco aprecio del don que la Providencia nos ha concedido para aumentar nuestra devoción y alentarnos en la práctica de las virtudes de la fe, la confianza, la caridad, la obediencia y el cumplimiento de todos nuestros deberes y obligaciones.

Oración  para todos los días

Oh Señor de infinita bondad,  que en esta imagen de María Santísima hecha milagrosamente por ángeles, Tú nos has dado una poderosa intercesora a quien podemos acudir con total confianza en su amable protección en  todas nuestras necesidades. Concédenos la ayuda que imploramos con fervor y confianza, para que podamos conocer, honrar y servir a la Santísima Virgen, y para que por su intercesión, podamos alcanzar en esta tierra nuestra santificación y, después, ser felices con ella en el cielo . Amén.

Acción de gracias a la Santísima Virgen par todos los días de la novena.

¡Oh Virgen bendita entre todas las mujeres! Nos faltan las palabras para darte  gracias por las innumerables bendiciones que hemos recibido de tu mano. El día de tu nacimiento puede ser llamado el día de acción de gracias, de la alegría y del consuelo. Tú eres la honra de la humanidad, gozo del Paraíso,  regalo escogido de Dios, y  bien de nuestra nación. ¿Qué mérito tenemos nosotros, Virgen del Buen Suceso, para que merezcamos tenerte como  Madre nuestra?¡ Que Dios sea bendito por siempre que lo ha querido así! Bendita eres tú también,  Virgen María, porque a pesar de nuestra ingratitud, te nos muestras propicia. Por ello decimos tú eres, Madre clemente, nuestro consuelo en la tierra, nuestro refugio, nuestra ayuda y nuestra protección en nuestras necesidades, tanto públicas como privadas . Guárdanos de la guerra, la peste, el hambre, las tormentas, terremotos, y todas las calamidades que merecemos por nuestras culpas. Te rogamos por la Santa Iglesia y por su cabeza visible. Escucha las súplicas de los que te invocan. Sé abogada y Madre nuestra, de nosotros que ponemos nuestra confianza en ti. A ti acudimos, y por tu intercesión esperamos alcanzar de tu divino Hijo el perdón de  nuestros pecados y la perseverancia en la gracia hasta la muerte. Amén.

Aquí, cada uno levantando su corazón a Dios, puede pedir, por intercesión de María Santísima del Buen Suceso,  la gracia o favor que desea recibir.

Alabanzas a la Santísima Virgen a decir cada día de la novena

Oh, Virgen María, nuestra Madre por excelencia en la tierra.

Respuesta: ¡Ven en nuestra ayuda y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

Sobre todas las cosas, tú estuviste atenta a la Palabra del Padre .

!Ven en nuestra ayuda y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

Tú eres  templo dignísimo de la Santísima Trinidad.

¡Ven en nuestra ayuda y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

En la contemplación de tu pureza los mismos ángeles se gozan.

¡Ven en nuestra ayuda  y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

El mundo cristiano proclama que estás a la derecha del   Rey de Reyes en su reino.

¡Ven en nuestra ayuda  y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

¡Oh, Madre de Gracia, Esperanza nuestra! Puerto de los náufragos y  estrella de mar.

¡Ven en nuestra ayuda y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

Puerta del Cielo, Salud de los enfermos, luz en la oscuridad. ¡Ven en nuestra ayuda y nos muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!.

Con tu ayuda nos encontraremos delante de Dios en la corte de los Santos, donde vives y reinas por los siglos.

¡Ven en nuestra ayuda y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

Guía nuestros pasos y ayúdanos, oh dulce María, en nuestras últimas horas.

¡Ven en nuestra ayuda  y muéstranos tu misericordia, porque tú eres nuestra Madre!

Recibe la alabanza de nuestros amantes labios que no llegan a expresar tu grandeza singular.

Oración

Oh Dios, guardián de amor de personas piadosas, de familias y comunidades, que en tu providencia las vigilas y proteges por su atención a la oración y el cumplimiento de los deberes de la vida, escucha nuestras oraciones. Estate atento a nuestras peticiones, acrecienta la luz de nuestra fe en tu poderosa protección para que no temamos a nuestros enemigos. Porque nada puede hacernos daño. Danos una confianza ilimitada en María Santísima del Buen Suceso y la gracia de la obediencia y observancia de la Regla [o al cumplimiento de los deberes de nuestro estado de vida], para que podamos ser dignos de una Madre tan santa y una protectora tan poderosa. Que siempre seamos agradecidos súbditos y dóciles, para que algún día podemos cantar alabanzas a la gloria en el cielo, tú que has favorecido a María como Hija, Madre y Esposa de la Santísima Trinidad, Dios que vive para siempre. Amén.